La felicidad
llega cuando estamos haciendo algo que amamos de verdad y no porque lo que
hacemos nos dé riquezas o nos haga una persona destacada.
La angustia es miedo inmenso a un no se qué, a
un no sé cuándo y a un no sé dónde, pero que nos hace sufrir sin descanso, como
si fuéramos atacados por un enemigo invisible oculto dentro de uno mismo. La
gente tiene angustias porque vive con el corazón sucio.
Siempre tapamos la nada
interior con alguno de los llamados pecados capitales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario