26 de febrero de 2017

COMPARTIENDO COMPRENSIONES

¡Hermanos! ¡Que la compasión misericordiosa de la Madre del Mundo nos limpie y nos sane!
Mirando la situación mundial, el agobio que representa para tantos el hambre que no pueden saciar,  el esfuerzo para conseguir el pan de cada día y por el otro lado, el exceso y el derroche de comida en el que estamos tantos otros, se comprende que el OBJETIVO DE DESARROLLO SUSTENTABLE establecido por los pueblos y gobiernos del mundo en Naciones Unidas como número dos sea el HAMBRE CERO.
¿Qué hace que este planeta que tiene recursos y alimentos para que todos tengamos lo necesario tenga millones de personas pasando hambre y necesidades?
El reparto indebido de bienes y servicios, hace que unos pasen hambre mientras otros tengan que hacer dieta para adelgazar por los excesos.
Detrás de estas inequidades esta la Codicia-deseo exagerado de poseer bienes y riquezas- Cuando el humano tiene necesidades es bueno que las pueda satisfacer pero cuando satisfecha la necesidad, sigue acumulando, sigue consumiendo, sigue deseando y esta conducta es copiada por un gran número de personas, condenamos al resto a carecer, condenamos al resto a la pobreza, condenamos al resto al hambre.
Como dijo Gandhi este mundo está preparado para satisfacer las necesidades de todos, pero no la demanda de la codicia de ninguno.
La codicia y no la necesidad, hizo de la colonización, desde Colón, un acto de agresión y pillaje. “Las Venas Abiertas de América Latina”, de Galeano, pusieron esto en evidencia, hoy nadie se permite dudarlo.
Cuando la codicia se naturaliza y es permitida por la moral dominante abrimos la puerta a todas las formas de corrupción posible.
Si queremos que la corrupción de nuestros pueblos y de nuestros gobiernos termine, es hora de preguntarnos cuan codiciosos somos nosotros.
Si rectificamos nuestra codicia, cerraremos la puerta a la corrupción.
Que seamos, para esto, iluminados. Es mi sincera plegaria.


Marta N. Paillet

LUNA LLENA DE PISCIS
Domingo 12 de Marzo a las 14:53 GMT
“Abandono el hogar de mi Padre y  retornando, yo salvo”.

Tipo de energía: absorbente
Función: Redención por medio de la renuncia
Elemento: agua
Rayos: Segundo y Sexto
Regente Exotérico: Júpiter (2do. Rayo)
Regente Esotérico: Plutón (1er. Rayo)
Regente Jerárquico: Plutón (1er. Rayo)
Esta energía propicia la fusión del alma y la forma produciendo la manifestación del Cristo encarnado.  En su etapa final, representa la muerte de la personalidad, la liberación del alma de su cautiverio y su retorno a la tarea de Salvador del Mundo. Produce sensibilidad psíquica. Otorga compasión, magnetismo y disposición a sacrificarse por los demás como un impulso de salvar. Su luz, que revela la luz de la vida misma, termina para siempre con la oscuridad de la materia. 
Tauro y Piscis, por medio de Vulcano y Plutón se relacionan con el primer rayo. La transmutación del deseo en sacrificio (Tauro) y la voluntad individual en la voluntad divina (Piscis).
Los dos peces de Piscis son los ojos de la Madre del Mundo. Los nativos de Piscis pueden recibir la Gracia a través de los ojos.
El Maestro que dirige la celebración de este plenilunio es EL SEÑOR MAITREYA.

Se recomienda meditar en la Luz del Este y la Luz del Oeste. Mitra, la Luz del Este representa al Padre y Varuna, la Luz del Oeste representa a la Madre. El Este en nosotros está en el entrecejo y el Oeste es la luz violeta en el centro Base.

No hay comentarios:

Publicar un comentario