17 de septiembre de 2017

Los caramelos

By PHILEAS

Una madre le pidió al Maestro del pueblo que le pidiera a su hijo que dejara de comer tantos caramelos.

El sabio le pidió a aquella mujer lo volviera a visitar luego de transcurrida una semana y que entonces él le pediría eso al muchacho con mucho gusto. Cuando regresó la señora con su hijo, después de siete días, el Maestro habló con el jovencito y le dijo: “Niño, por favor, no comas tantos caramelos”, advirtiéndole sobre las nefastas consecuencias de abusar del azúcar. El chico entendió y prometió comer menos dulces.

Antes de irse, la mujer le comentó al Maestro: “Ese consejo que le diste a mi hijo se lo podrías haber dicho la semana pasada. ¿Por qué no lo hiciste entonces? ¿Qué cambió?”
Y el Maestro contestó con una sonrisa: “La semana pasada yo no podía aconsejar a tu hijo apropiadamente, porque en ese momento yo también comía muchos caramelos…” 

“Se puede calificar de hombre superior el que primero pone en práctica sus ideas, y después predica a los demás lo que él ya realiza”. (Confucio)


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