18 de diciembre de 2017

Dolor de ojos

By PHILEAS 

Nassrudin se convirtió en el consejero del Califa y recibía personas de todas las condiciones que le solicitaban ayuda.

Un comerciante llegó ante él y le preguntó: “Tengo un tremendo dolor en los ojos. No puedo más y el médico no ha podido ayudarme. ¿Conoces tú algún remedio para esto?”.

El singular consejero pensó unos momentos y, finalmente, dijo: “Una vez tuve un dolor tan terrible como el tuyo pero en las muelas y finalmente la única solución fue quitármelas…”



Las soluciones que sirven a unos no necesariamente valen para otros. Lo que para unos es alimento, para otros es veneno. El sol que permite ver al halcón con claridad, enceguece a la lechuza.

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