Monica Berg
La próxima semana daremos la bienvenida a la Luna Nueva de Cáncer y ésta trae consigo una invitación al interior, un viaje de un mes a las profundidades acuosas de nuestra vida emocional y su inteligencia inherente. Las emociones son datos, pero no son hechos, lo que hace que este mes sea un momento interesante para cualquiera que disfrute las dicotomías y las ironías. Es conocido como uno de los meses negativos,
arraigado en el din (la palabra hebrea para ley o juicio). Tal y como enseñaba Rav Berg, a veces la experiencia del juicio nos permite transformar esa negatividad en misericordia y positividad.Sin
embargo, el juicio también es una trampa de este mes, en particular el juicio
propio. Pero llegaremos a eso en un momento; primero, hablemos un poco sobre
las energías positivas de Cáncer.
Aquellos
nacidos bajo el signo de Cáncer son sólidos, humildes y profundamente
cariñosos, pero debajo de su competente caparazón exterior se encuentra un ser
dulce, tierno e intuitivo. Los cáncer son conocidos por ser el más emocional de
todos los signos astrológicos; necesitan mucho amor, seguridad y tranquilidad.
Por otro lado, son igualmente tenaces, luchan por sus seres queridos y valoran
mucho a la familia. En pocas palabras, este mes consiste en las emociones, cómo
nos cuidamos a nosotros mismos y a los demás, y lo que deseamos para nosotros
mismos y para nuestros seres queridos.
Nosotros
mismos y los demás. En un día cualquiera, estamos contribuyendo a la
positividad (al compartir, motivar a los demás, ser bondadosos) o estamos
contribuyendo a la negatividad (al juzgar, cerrarnos, centrarnos en nuestro
ego). Todos queremos pensar que estamos motivando a otras personas y
practicando la bondad y el compartir, pero si no nos ofrecemos eso a nosotros
mismos, solo estamos a mitad de camino. Este mes, adopta una práctica no solo
de autocuidado, sino también de autorreflexión, autointimidad y bondad hacia ti
mismo. He aquí algunas formas de hacerlo:
Paso
uno: Practica la empatía… contigo mismo
Este
mes, se nos invita a sentir todos nuestros sentimientos, pero para crear un
espacio enriquecedor y amoroso para todo lo que sentimos. Parece simple y, sin
embargo, ¿cuántas veces te has encontrado juzgando tus emociones? ¿Con qué
frecuencia has intentado convencerte de desistir de un sentimiento negativo?
Por otra parte, ¿cuántas veces has reprimido la expresión de uno positivo?
Cuando nos juzgamos a nosotros mismos y a nuestras emociones, esto nos lleva
directamente a juzgar a los demás, pero cuando dejamos espacio para nuestros
sentimientos en lugar de rechazarlos, nos convertimos en recipientes de amor
para los demás.
Ofrecernos
empatía a nosotros mismos, incluso de cara a nuestra crítica o incomodidad,
mejora nuestra capacidad de ser empáticos con quienes nos rodean.
Segundo
paso: Cuestiona las críticas
Una
vez que tengas tu mirada puesta en la empatía, haz una conexión genuina contigo
mismo. Examina tu diálogo interno negativo con curiosidad y convierte los
pensamientos desagradables en afirmaciones positivas. Cuando te sorprendas
criticando, cuestiona el pensamiento preguntándote: “¿Cuál es el sentimiento
detrás de esta crítica? ¿Miedo? ¿Tristeza? ¿Ansiedad? ¿Qué necesita de mí?”. Es
posible que la respuesta no llegue de inmediato y tal vez no de forma lógica,
pero llegará, y puedes ayudarla junto con el siguiente paso…
Paso
tres: ¡Exprésate!
Emprende
una actividad centrada en las emociones este mes, como la pintura intuitiva,
escribir diario, el método de movimiento no lineal u otras vías expresivas.
Cuando apagamos nuestro cerebro pensante, accedemos directamente a nuestro
centro emocional y, con nuestra empatía recién sintonizada y sin crítica,
podemos sentir lo que nuestras emociones están tratando de decirnos. Podemos
experimentar nuestra verdad interior y comenzar una relación todavía más
auténtica y abierta con nosotros mismos. Y a medida que sanamos nuestra
relación con nosotros mismos, hacemos lo mismo con cada relación en nuestra
vida.
Sé
bondadoso este mes, con todos, incluyéndote a ti mismo. Cáncer es un signo de
agua regido por la Luna, así que las mareas de emocionalidad pueden subir y
bajar más drásticamente. Contrarresta la turbulencia con respiraciones
profundas, meditación, paseos por la naturaleza, yoga u otras prácticas que te
ayuden a recuperar una sensación de estabilidad y paz. Cuanto más nos
conectemos con nuestra calma interior, más claras se volverán las aguas y con
mayor precisión veremos qué necesita atención y cómo podríamos abordarlo de la
mejor manera.
Por
sobre todo, la energía de este mes nos pide que miremos hacia dentro en lugar
de hacia fuera. Cuando nos conectamos completamente con nuestras emociones y
los mensajes que envían, expandimos nuestros poderes para manifestar un cambio
en nuestra vida. Nuestros sentimientos ya no dominan, no nos abruman ni nos
hacen correr a refugiarnos. Nos enfrentamos a ellos. Aprendemos de ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario