Centro Holística Hayden

Escuela de Autoconocimiento personal y espiritual

Master Reiki Usui - Master Reiki Karuna - Master Reiki Egipcio Seichim - Terapeuta Holística - Facilitadora espiritual - Numeróloga Evolutiva Humanista.

A través de estas herramientas te encuentras con tu verdadero Ser...aqui estamos....esperando darte la mano.........

24 de noviembre de 2023

RELACIONES ILUMINADAS ENTRE EN EL AHORA DESDE DONDE ESTÉ

Siempre pensé que la verdadera iluminación es posible sólo a través del amor en una

relación entre hombre y mujer. ¿No es esto lo que nos hace completos de nuevo? ¿Cómo

puede la vida estar realizada hasta que esto ocurra?

¿Es cierto eso en su experiencia? ¿Le ha ocurrido a usted?

Todavía no pero ¿Cómo podría ser de otra forma? Sé que ocurrirá.

En otras palabras, usted está esperando por un evento en el tiempo que lo salve. ¿No es

este el error fundamental del que hemos estado hablando? La salvación no está en otro

lugar en el tiempo o en el espacio. Está aquí y ahora.

¿Qué quiere decir esa afirmación, "la salvación está aquí y ahora"? No la entiendo. Ni

siquiera sé lo que significa salvación.

La mayoría de las personas persiguen placeres físicos o muchas formas de gratificación

psicológica porque creen que esas cosas los van a hacer felices o a liberarlos de una

sensación de miedo o de carencia. La felicidad puede percibirse como un sentido

realzado de vida alcanzado a través del placer físico, o una sensación de sí mismo más

segura y más completa lograda por medio de alguna forma de gratificación psicológica.

Esta es la búsqueda de salvación a partir de un estado de insatisfacción o insuficiencia.

Invariablemente, cada satisfacción que se obtiene es fugaz, y la condición de

satisfacción o logro habitualmente se proyecta una vez más hacia un punto imaginario

lejos del aquí y el ahora. "Cuando logre esto o esté libre de aquello, estaré bien". Esta es

la actitud mental inconsciente que crea la ilusión de la salvación en el futuro.

La verdadera salvación es un estado liberación del miedo, del sufrimiento, de un estado

percibido de carencia y de insuficiencia y por lo tanto de todo deseo, necesidad, codicia

y apego. Es la libertad del pensamiento compulsivo, de la negatividad y sobre todo del

pasado y el futuro como una necesidad psicológica. Su mente le dice que usted no puede

llegar allá desde aquí. Tiene que suceder algo o usted tiene que volverse esto o aquello

antes de poder ser libre y realizado. Le dice de hecho que usted necesita tiempo, que

usted necesita encontrar, ordenar, hacer, lograr, adquirir, llegar a ser o comprender algo

antes de ser libre o completo. Usted ve el tiempo como el medio de salvación, mientras

que en verdad este es el mayor obstáculo para la salvación.

Usted piensa que no puede llegar a ella desde donde está y siendo quien es usted en

este momento, porque todavía no está completo o no es suficientemente bueno, pero la

verdad es que aquí y ahora es el único punto desde donde usted puede llegar a ella.

Usted "llega" allá dándose cuenta de que está ya allá. Usted encuentra a Dios en el

momento en que se da cuenta de que no necesita buscarlo. Así que no hay un camino

único de salvación: puede utilizarse cualquier condición, no se necesita una condición

particular. Sin embargo sólo hay un punto de acceso: el Ahora. No puede haber

salvación fuera de este momento. ¿Está solo y sin pareja? Entre al Ahora desde ahí.

¿Está involucrado en una relación? Entre al Ahora desde ahí.

No hay nada que pueda hacer o alcanzar que lo acerque a la salvación más de lo que lo

está en este momento. Esto puede ser difícil de comprender para una mente

acostumbrada a pensar que todo lo que vale la pena está en el futuro. Ni nada de lo que

usted hizo o le hicieron en el pasado le impide decir sí a lo que es y enfocar su atención

profundamente en el Ahora. No puede hacer esto en el futuro. Lo hace ahora o no lo

hace.

 

RELACIONES DE AMOR/ODIO

Hasta que no entre en la frecuencia de conciencia de la presencia, todas las relaciones y

particularmente las relaciones íntimas serán profundamente defectuosas y en últimas

disfuncionales. Pueden parecer perfectas por un tiempo, como cuando está "enamorado",

pero invariablemente esta perfección aparente se interrumpe cuando las discusiones, los

conflictos, la insatisfacción y la violencia emocional o incluso física ocurren cada vez

con mayor frecuencia. Parece ser que la mayoría de las "relaciones amorosas" se

convierten en relaciones de amor/odio muy pronto. El amor puede convertirse entonces

en un ataque salvaje, en sentimientos de hostilidad o en el abandono completo del afecto

en un abrir y cerrar de ojos. Esto se considera normal. La relación entonces oscila por un

tiempo, unos meses o unos años, entre las polaridades del "amor" y el odio, y le

proporciona tanto placer como dolor. No es poco común que las parejas se vuelvan

adictas a esos ciclos. Su drama los hace sentir vivos. Cuando se pierde el equilibrio entre

las polaridades positiva y negativa y los ciclos negativos, destructivos, ocurren con

frecuencia e intensidad crecientes, lo que tiende a ocurrir tarde o temprano, no pasará

mucho tiempo antes de que la relación finalmente fracase.

Puede parecer que si usted simplemente pudiera eliminar los ciclos negativos o

destructivos, todo iría bien y la relación florecería hermosamente, pero esto no es

posible. Las polaridades son mutuamente interdependientes. Usted no puede tener una

sin la otra. Lo positivo ya contiene en sí mismo, aunque todavía sin manifestar, lo

negativo. Los dos son de hecho aspectos diferentes de la misma disfunción. Estoy

hablando aquí de lo que se llama comúnmente relaciones románticas, no del verdadero

amor, que no tiene contrario porque surge de un lugar más allá de la mente. El amor

como un estado continuo es todavía bastante raro, tan raro como los seres humanos

conscientes. Sin embargo son posibles breves y elusivos atisbos de amor, siempre que

hay una ruptura en la corriente de la mente.

El lado negativo de una relación es, por supuesto, más fácilmente reconocible como

disfuncional que el positivo. Y también es más fácil de reconocer la fuente de la

negatividad en su pareja que en usted mismo. Puede manifestarse en muchas formas:

posesividad, celos, control, retraimiento y resentimiento no manifestado, la necesidad de

tener la razón, insensibilidad y enfrascamiento, reclamos emocionales y manipulación,

la necesidad de discutir, criticar, juzgar, culpar o atacar, ira, revancha inconsciente por el

dolor pasado infligido por un padre, rabia y violencia física. En el lado contrario, usted

está "enamorado" de su pareja. Este es al principio un estado profundamente

satisfactorio. Usted se siente intensamente vivo. Su existencia se ha vuelto

repentinamente significativa porque alguien lo necesita, lo desea y lo hace sentir

especial, y usted siente lo mismo por él o ella. Cuando están juntos, se sienten

completos. El sentimiento puede volverse tan intenso que el resto del mundo se

desvanece en la insignificancia.

Sin embargo, puede que usted se haya dado cuenta también de que hay una cualidad de

carencia y de apego en esa intensidad. Usted se vuelve adicto a la otra persona. Él o ella

actúa sobre usted como una droga. Usted está en un punto alto cuando la droga está

disponible, pero incluso la posibilidad o el pensamiento de que pueda no estar ahí para

usted puede llevarlo a los celos, la posesividad, los intentos de manipulación por medio

del chantaje emocional, la inculpación y las acusaciones, el miedo a la pérdida. Si la otra

persona lo deja, esto puede hacer surgir la más intensa hostilidad o la tristeza y la

desesperación más profundas. En un instante, la ternura amorosa puede convertirse en

un ataque salvaje o en una tristeza espantosa. ¿Dónde está el amor ahora? ¿Puede el

amor cambiar en un instante a su contrario? ¿Era amor desde un comienzo o solamente

un apego adictivo?

 

LA ADICCIÓN Y LA BÚSQUEDA DE LA PLENITUD

¿Por qué nos volveríamos adictos a otra persona?

La razón por la que la relación de amor romántico es una experiencia tan intensa y

universalmente perseguida es que parece ofrecer la liberación de un estado

profundamente arraigado de miedo, necesidad, carencia y falta de plenitud que es parte

de la condición humana en su estado no redimido o iluminado. Hay una dimensión física

y otra psicológica en este estado.

En el nivel físico, usted obviamente no está completo, ni lo estará nunca: es un hombre

o una mujer, es decir, la mitad del todo. En este nivel, la añoranza de la plenitud -el

retorno a la unidad- se manifiesta como una atracción entre el macho y la hembra, la

necesidad del hombre de una mujer, la necesidad de la mujer de un hombre. Es un

impulso casi irresistible de unión con la polaridad de energía contraria. La raíz de este

impulso es espiritual: la añoranza del fin de la dualidad, un retorno al estado de plenitud.

La unión sexual es lo más cerca que usted puede estar de este estado en el plano físico.

Por eso es la experiencia más profundamente satisfactoria que puede ofrecer el reino

físico. Pero la unión sexual no es más que un atisbo fugaz de la plenitud, un instante de

bienaventuranza. Mientras se busque inconscientemente como un medio de salvación,

usted está buscando el fin de la dualidad en el nivel de la forma, donde no puede

encontrarse. Usted recibe un atisbo tantálico del cielo, pero no se le permite habitar allí y

se encuentra a sí mismo de nuevo en un cuerpo separado.

En el nivel psicológico, la sensación de carencia y de falta de plenitud es, acaso, aún

mayor que en el nivel físico. Mientras esté identificado con la mente, usted tiene un

sentido de sí mismo derivado del exterior. Es decir, usted obtiene el sentido de quién es

de cosas que en últimas no tienen nada que ver con quién es usted: su papel social, las

posesiones, la apariencia externa, los éxitos y fracasos, los sistemas de creencias,

etcétera. Este ser falso, elaborado por la mente, el ego, se siente vulnerable, inseguro y

siempre está buscando cosas nuevas con las cuales identificarse para que le den una

sensación de que existe. Pero nunca nada es suficiente para darle una realización

duradera. Su miedo y su sentido de carencia y necesidad permanecen.

Pero entonces llega esta relación especial. Parece ser la respuesta a todos los problemas

del ego y llenar todas sus necesidades. Al menos así parece al principio. Todas las

demás cosas de las que usted derivaba su sentido de sí mismo antes, ahora se vuelven

relativamente insignificantes. Usted tiene ahora un solo punto focal que las reemplaza a

todas, da sentido a su vida, y a través del cual usted define su identidad: la persona de la

que está "enamorado". Ya no es un fragmento desconectado en un universo carente de

afecto, o eso parece. Su mundo ahora tiene un centro: el amado. El hecho de que el

centro esté fuera de usted y que, por lo tanto, usted todavía tenga un sentido de sí mismo

derivado del exterior, no parece importar al principio. Lo que importa es que los

sentimientos subyacentes de no plenitud, miedo, carencia y falta de realización, tan

característicos del estado egotista, ya no están ahí. ¿O sí? ¿Se han disuelto o continúan

existiendo bajo la feliz realidad superficial?

Si en sus relaciones usted experimenta "amor" y su contrario -ataque, violencia

emocional, etcétera- es probable que esté confundiendo el apego del ego y la

dependencia adictiva con el amor. Usted no puede amar a su pareja un momento y

atacarla al siguiente. El verdadero amor no tiene contrario. Si su "amor" tiene un

contrario, entonces no es amor sino una fuerte necesidad del ego de un sentido más

profundo y completo de sí mismo, una necesidad que la otra persona llena

temporalmente. Es el sustituto del ego para la salvación y por un corto tiempo casi se

siente como la salvación.

Pero llega un punto en el que su pareja actúa de forma que deja de llenar sus

necesidades, o más bien las de su ego. Los sentimientos de temor, dolor y carencia, que

son una parte intrínseca de la conciencia egotista pero que habían sido ocultados por la

"relación amorosa", ahora salen a la superficie. Igual que con cualquier otra adicción,

usted está en un punto alto cuando la droga está disponible, pero invariablemente llega

un momento en que la droga ya no le hace efecto. Cuando vuelven a aparecer esos

sentimientos dolorosos, usted los siente incluso con más fuerza que antes, más aún,

ahora percibe a su pareja como la causa de esos sentimientos. Esto quiere decir que los

proyecta hacia afuera y ataca al otro con toda la violencia salvaje que es parte de su

dolor. Este ataque puede despertar el dolor de la pareja y él o ella puede contraatacarlo.

En ese punto el ego todavía espera inconscientemente que su ataque o sus intentos de

manipulación serán suficiente castigo para inducir a su pareja a cambiar su conducta, de

modo que pueda usarla de nuevo como protección de su dolor.

Toda adicción surge de una negativa inconsciente a enfrentar el dolor y salir de él.

Toda adicción comienza con dolor y termina con dolor. No importa a qué sustancia sea

usted adicto- alcohol, comida, drogas legales o ilegales, o una persona- usted está

usando algo o a alguien para ocultar su dolor. Por eso, después de que la euforia inicial

ha pasado, hay tanta infelicidad, tanto dolor en las relaciones íntimas. Ellas no producen

dolor o infelicidad. Sacan a la luz el dolor y la infelicidad que ya hay en usted. Toda

adicción hace eso. Toda adicción llega a un punto en el que ya no funciona para usted y

entonces usted siente el dolor más intensamente que nunca.

Esa es una de las razones por las que la mayoría de las personas están siempre

intentando escapar del momento presente y buscando algún tipo de salvación en el

futuro. Lo primero que podrían encontrar si enfocaran su atención en el Ahora es su

propio dolor y eso es lo que temen. Si supieran lo fácil que es acceder en el ahora al

poder de la presencia que disuelve el pasado y el dolor, a la realidad que disuelve la

ilusión. Si sólo supieran cuán cerca están de su realidad, cuán cerca de Dios.

Evadir las relaciones en un intento por evitar el dolor no es la solución tampoco. El

dolor está ahí de todos modos. Es más probable que tres relaciones fallidas en tres años

lo obliguen a despertar que tres años en una isla desierta o aislado en su habitación. Pero

si pudiera traer intensa presencia a su soledad, eso también funcionaría para usted.

 

DE LAS RELACIONES ADICTIVAS A LAS RELACIONES ILUMINADAS

¿Podemos convertir una relación adictiva en una verdadera?

Sí. Estando presentes e intensificando la presencia al prestar atención más

profundamente al Ahora: sea que usted viva solo o con una pareja, esa sigue siendo la

clave. Para que el amor florezca, la luz de su presencia debe ser lo suficientemente

fuerte para que no vuelva a ser dominado por el pensador o el cuerpo del dolor y los

confunda con quien es usted. Conocerse a sí mismo como el Ser que hay bajo el

pensador, la quietud que hay bajo el ruido mental, el amor y la alegría que hay bajo el

dolor, es libertad, salvación, iluminación. Dejar de identificarse con el cuerpo del dolor

es traer presencia al dolor y así transmutarlo. Dejar de identificarse con el pensamiento

es ser el observador silencioso de sus pensamientos y su conducta, especialmente los

patrones repetitivos de su mente y los roles representados por el ego.

Si usted deja de darle "identidad", la mente pierde su calidad compulsiva, que

básicamente es el impulso de juzgar y así resistirse a lo que es, que crea conflicto, drama

y dolor nuevo. De hecho, en el momento en el que el juicio se detiene por la aceptación

de lo que es, usted está libre de la mente. Usted ha dejado sitio para el amor, para la

alegría, para la paz. Primero usted deja de juzgarse a sí mismo: después deja de juzgar a

su pareja. El mayor catalizador para el cambio en una relación es la aceptación completa

de su pareja como es, sin necesidad de juzgar o de cambiarla de ninguna manera. Esto lo

lleva a usted inmediatamente más allá del ego. Todos los juegos de la mente y todo

apego adictivo se acaban entonces. No hay más víctimas ni victimarios, ni acusadores y

acusados. Este es también el final de toda dependencia mutua, de ser arrastrado a los

patrones inconscientes de otro y por lo tanto hacer posible que continúen. Ustedes

entonces, o bien se separarán -en el amor- o entrarán juntos más profundamente en el

Ahora, en el Ser. ¿Puede ser tan simple? Sí, es así de simple.

El amor es un estado del Ser. Su amor no está afuera: está profundamente dentro de

usted. Usted nunca puede perderlo y él no puede dejarlo. No depende de otro cuerpo, de

otra forma externa. En la quietud de su presencia usted puede sentir su propia realidad

sin forma y sin tiempo como la vida no manifestada que anima su forma física. Usted

puede entonces sentir la misma vida en lo profundo de todos los demás seres humanos y

de todas las criaturas. Usted mira más allá del velo de la forma y la separación. Esa es la

realización de la unidad. Ese es el amor.

¿Qué es Dios? La Vida Una eterna bajo todas las formas de la vida. ¿Qué es el amor?

Sentir la presencia de esta Vida Una en lo profundo de sí mismo y de todas las criaturas.

Ser eso. Por lo tanto, todo amor es el amor de Dios.

El amor no es selectivo, lo mismo que la luz del sol no es selectiva. No convierte a una

persona en especial. No es exclusivo. La exclusividad no es el amor de Dios sino el

"amor" del ego. Sin embargo, la intensidad con la cual el verdadero amor se siente puede

variar. Puede haber una persona que refleja su amor más clara e intensamente que las

demás y si esa persona siente lo mismo hacia usted, se puede decir que usted está en una

relación amorosa con ella o él. El lazo que lo conecta con esa persona es el mismo que

lo conecta con la persona que se sienta a su lado en el autobús, o con un pájaro, un árbol,

una flor. Sólo que el grado de intensidad con el cual se siente es diferente.

Incluso en una relación que es adictiva en otros sentidos, puede haber momentos en los

que algo más real brilla, algo más allá de sus necesidades adictivas mutuas. Esos son

momentos en los que su mente y la de su pareja brevemente se calman y el cuerpo del

dolor está temporalmente en un estado latente. Esto puede ocurrir a veces durante la

intimidad física. O cuando los dos están presenciando el milagro del nacimiento de un

niño, o en presencia de la muerte, o cuando uno de los dos está gravemente enfermo,

cualquier cosa que vuelva la mente carente de poder. Cuando esto ocurre, su Ser, que

está habitualmente enterrado bajo la mente, se revela y es eso lo que hace posible la

verdadera comunicación.

La comunicación es comunión, la realización de la unidad, que es amor.

Habitualmente, esto se pierde de nuevo muy rápido a menos que usted sea capaz de

permanecer suficientemente presente para mantener fuera la mente y sus patrones. En

cuanto la mente y la identificación con ella retornan, usted ya no es usted mismo sino

una imagen mental de usted mismo, y empieza a representar papeles de nuevo para

llenar las necesidades de su ego. Usted es una mente humana de nuevo que aparenta ser

un ser humano, interactuando con otra mente, representando un drama llamado "amor".

Aunque son posibles breves atisbos, el amor no puede florecer a menos que usted esté

permanentemente libre de la identificación con la mente y su presencia sea lo

suficientemente intensa para haber disuelto el cuerpo del dolor, o al menos pueda

permanecer presente como el observador. El cuerpo del dolor no puede dominarlo

entonces y volverse así destructor del amor.

 

 

LAS RELACIONES COMO PRÁCTICA ESPIRITUAL

Mientras el modo de conciencia egotista y todas las estructuras sociales, políticas y

económicas que este creó entran en su etapa final y se destruyen, las relaciones entre

hombres y mujeres reflejan el profundo estado de crisis en el que la humanidad se

encuentra ahora. En la medida en que los humanos se han ido identificando cada vez

más con la mente, la mayoría de las relaciones no se arraigan en el Ser y así se

convierten en una fuente de dolor y permanecen dominadas por los problemas y el

conflicto.

Ahora hay millones de personas que viven solas o como padres solteros, incapaces de

establecer una relación íntima o renuentes a repetir el drama demente de las relaciones

pasadas.

Otros saltan de una relación a otra, de un ciclo de placer y dolor a otro, en busca de la

meta esquiva de realización a través de la unión con la polaridad de energía contraria.

Otros se comprometen y continúan juntos en una relación disfuncional -en la que

prevalece la negatividad- por el bien de los hijos, por la seguridad, la fuerza de la

costumbre, el miedo a estar solos o algún otro arreglo "beneficioso", o incluso por la

adicción inconsciente a la excitación del drama emocional y el dolor.

Sin embargo, cada crisis supone no sólo un peligro sino también una oportunidad. Si

las relaciones energizan y magnifican los patrones de la mente egotista y activan el

cuerpo del dolor, como ocurre en estos tiempos, ¿por qué no aceptar este hecho más que

tratar de escapar de él? ¿Por qué no cooperar con él en lugar de evitar las relaciones o

continuar persiguiendo el fantasma de un compañero ideal como respuesta a sus

problemas o como un medio de sentirse realizado? La oportunidad que está oculta en

cada crisis no se manifiesta hasta que todos los hechos de una situación dada se

reconocen y aceptan completamente. Mientras usted los niegue, mientras trate de

escapar de ellos o desee que las cosas sean diferentes, la ventana de la oportunidad no se

abrirá, y usted permanecerá atrapado en esa situación, que continuará siendo la misma o

se deteriorará más.

El reconocimiento y la aceptación de los hechos traen consigo un cierto grado de

libertad. Por ejemplo, cuando usted sabe que no hay armonía y se da cuenta de ese

hecho, a través de ese conocimiento ha aparecido un nuevo factor y la falta de armonía

no puede permanecer sin cambiar. Cuando usted sabe que no está en paz, su

conocimiento crea un espacio tranquilo que rodea a su falta de paz en un abrazo

amoroso y tierno que la transmuta y la convierte en paz. En cuanto a la transformación

interior, no hay nada que usted pueda hacer. No puede transformarse a sí mismo, y

ciertamente no puede transformar a su pareja ni a ninguna otra persona. Todo lo que

usted puede hacer es crear un espacio para que ocurra la transformación, para que entren

la gracia y el amor.

Así pues, siempre que su relación no funcione, siempre que lo "enloquezca" a usted y a

su pareja, alégrese. Lo que era inconsciente está saliendo a la luz. Es una oportunidad de

salvación. Todo el tiempo esté consciente de ese momento, particularmente de su estado

interior. Si hay rabia, sepa que hay rabia. Si hay celos, actitud defensiva, impulso de

discutir, necesidad de tener la razón, una frialdad interior que pide amor y atención, o

dolor emocional de cualquier tipo, lo que sea, conozca la realidad de ese momento y esté

atento a ese conocimiento. La relación entonces se volverá su sadhana, su práctica

espiritual. Si usted observa una conducta inconsciente en su compañero, manténgala

dentro del abrazo amoroso de su conocimiento para no reaccionar. La inconsciencia y el

conocimiento no pueden coexistir durante mucho tiempo, incluso si el conocimiento está

en la otra persona y no en la que está actuando llevada por la inconsciencia. La forma de

energía que hay tras la hostilidad y el ataque encuentra la presencia del amor

absolutamente intolerable. Si usted reacciona ante la inconsciencia de su compañero, se

vuelve inconsciente también. Pero si en ese momento se acuerda de conocer su reacción,

nada se ha perdido.

La humanidad está bajo una gran presión de evolucionar porque es nuestra única

oportunidad de sobrevivir como especie. Esto afecta todos los aspectos de su vida y las

relaciones cercanas en particular. Las relaciones nunca antes han sido tan problemáticas

ni han estado tan cargadas de conflicto como ahora. Como habrá notado, su objetivo no

es hacerlo feliz o realizarlo. Si usted continúa persiguiendo la meta de la salvación a

través de una relación, se desilusionará una y otra vez. Pero si usted acepta que la

relación es para hacerlo consciente en lugar de feliz, entonces sí le ofrecerá salvación y

usted se sintonizará con la conciencia superior que quiere nacer en este mundo. Para

quienes se aferran a los patrones antiguos, habrá cada vez más dolor, violencia,

confusión y locura.

Supongo que se necesitan dos para hacer de una relación una práctica espiritual,

como usted sugiere. Por ejemplo, mi pareja todavía actúa según los viejos patrones de

celos y control. Le he señalado eso muchas veces, pero es incapaz de verlo.

¿Cuántas persona se necesitan para hacer de su vida una práctica espiritual? No

importa si su pareja no quiere cooperar. La salud mental -la conciencia- sólo puede

llegar a este mundo a través de usted. Usted no necesita esperar a que el mundo se

vuelva cuerdo, o a que otro se vuelva consciente, para ser usted un iluminado. Podría

llegar a esperar por siempre. No acuse a los demás de ser inconscientes. En el momento

en que usted comienza a discutir, se ha identificado con una posición mental y está

defendiendo no sólo esa posición sino también su sentido de sí mismo. El ego entra a la

carga. Usted se ha vuelto inconsciente. A veces puede ser apropiado señalar ciertos

aspectos de la conducta de su cónyuge. Si usted está muy alerta, muy presente, puede

hacer eso sin involucrar el ego, sin culpar, acusar o hacer daño al otro. Cuando su

compañero actúa inconscientemente, abandone todo juicio. El juicio es, o bien confundir

la conducta de alguien con quien es esa persona o proyectar la propia inconsciencia en

otra persona y confundir eso con lo que es ella. Abandonar el juicio no significa que

usted no reconozca la disfunción y la inconsciencia cuando la vea. Significa ser "el que

conoce" en lugar de "ser la reacción" y el juez. Entonces, o bien usted estará totalmente

libre de reacción o reaccionará y aún será el que conoce, el espacio en el que la reacción

se observa y se le permite ser. En lugar de luchar contra la oscuridad, usted trae la luz.

En lugar de reaccionar al error, usted lo ve y sin embargo al mismo tiempo mira a través

de él. Ser el que conoce crea un espacio claro de presencia amorosa que permite a todas

las cosas y a todas las personas ser como son. No existe mayor catalizador para la

transformación. Si usted practica esto, su compañero no puede quedarse con usted y

permanecer inconsciente.

Si ambos están de acuerdo en que la relación será su práctica espiritual, mucho mejor.

Entonces pueden expresar sus pensamientos y sentimientos mutuamente tan pronto

como ocurran, o tan pronto como una reacción surja, de modo que no crean una brecha

de tiempo en la que una emoción o una queja se encone y crezca. Aprenda a dar

expresión a lo que siente sin acusar. Aprenda a escuchar a su compañero en una forma

abierta, no defensiva. Déle espacio para expresarse. Esté presente. Acusar, defenderse,

atacar, todos esos patrones diseñados para fortalecer o proteger el ego o para llenar sus

necesidades se volverán inoficiosos. Dar espacio a los demás -y a usted mismo- es vital.

El amor no puede florecer sin ello. Cuando usted ha suprimido los dos factores que

destruyen las relaciones, cuando el cuerpo del dolor se ha transmutado y usted ya no está

identificado con la mente y con las posiciones mentales, y si su pareja ha hecho lo

mismo, usted experimentará la felicidad del florecimiento de la relación. En lugar de

reflejar el uno en el otro su sufrimiento y su inconsciencia, en lugar de satisfacer sus

mutuas necesidades adictivas del ego, reflejarán mutuamente el amor que sienten en lo

profundo de ustedes, el amor que viene con la comprensión de su unidad con todo lo que

es. Ese es el amor que no tiene contrario.

Si su compañero está todavía identificado con la mente y el cuerpo del dolor mientras

que usted ya es libre, esto representará un reto mayor, no para usted sino para su

compañero. No es fácil vivir con una persona iluminada, o más bien, es tan fácil que el

ego lo encuentra extremadamente amenazador. Recuerde que el ego necesita problemas,

conflicto y enemigos para fortalecer la sensación de separación de la que depende su

identidad. La mente del compañero no iluminado se sentirá profundamente frustrada

porque sus posiciones fijas no encuentran resistencia, lo que significa que se tambalean

y se debilitan e incluso corren "peligro" de derrumbarse completamente, lo que

produciría la pérdida de la identidad. El cuerpo del dolor está pidiendo retroalimentación

sin recibirla. La necesidad de discusión, de drama y de conflicto no se satisface. Pero

atención: algunas personas que no responden, que se encierran, que son insensibles o

están desconectadas de sus sentimientos pueden pensar, y convencer a los demás, de que

son iluminadas, o al menos de que no hay "nada malo" en ellas y todo lo malo está en su

compañero. Los hombres tienden a hacer eso más que las mujeres. Pueden ver a sus

compañeras como irracionales o emocionales. Pero si usted puede sentir sus emociones,

no está lejos del cuerpo interior radiante que hay bajo ellas. Si usted está

fundamentalmente en su cabeza, la distancia es mucho mayor, y necesita traer la

conciencia a su cuerpo emocional antes de llegar al cuerpo interior.

Si no hay una emanación de amor y alegría, presencia completa y apertura hacia todos

los seres, entonces no hay iluminación. Otro indicador es cómo actúa una persona en

situaciones difíciles o amenazadoras o cuando las cosas "van mal". Si su "iluminación"

es autoengaño del ego, entonces la vida pronto le ofrecerá un reto que sacará a flote su

falta de conciencia en cualquier forma, como miedo, ira, actitud defensiva, juicio,

depresión, etcétera. Si usted sostiene una relación, muchos de los retos le llegarán a

través de su pareja. Por ejemplo, una mujer puede tener el reto de un compañero

insensible que vive casi completamente en su cabeza. Se sentirá amenazada por su

incapacidad de oírla, de darle atención y espacio para ser, lo que se debe a su falta de

presencia. La ausencia de amor en la relación, que suele sentirse más agudamente por

parte de la mujer que del hombre, disparará el cuerpo del dolor de la mujer y a través de

él atacará a su compañero, lo culpará, lo criticará, le hará ver que está equivocado,

etcétera. Esto a su vez se convierte en el reto de él. Para defenderse del ataque del

cuerpo del dolor de ella, que ve como totalmente injustificado, se atrincherará aún más

profundamente en sus posiciones mentales, mientras justifica, se defiende o contraataca.

Eventualmente esto puede activar su propio cuerpo del dolor. Cuando ambos han sido

dominados así, se ha alcanzado un profundo nivel de inconsciencia, de violencia

emocional, de ataque y contraataque salvajes. No disminuirá hasta que ambos cuerpos

del dolor se hayan reaprovisionado y entren en estado latente. Hasta la siguiente vez.

Esta es sólo una de un número interminable de posibles situaciones. Se han escrito

muchos volúmenes y se podrían escribir muchos más, sobre las formas en que la

inconsciencia sale a flote en las relaciones entre hombre y mujer. Pero, como dije antes,

una vez que usted entiende la raíz de la disfunción, no necesita explorar sus

innumerables manifestaciones.

Miremos de nuevo brevemente la situación que acabo de describir. Cada amenaza que

contiene es una oportunidad de salvación. En cada etapa del proceso disfuncional que se

desarrolla, es posible la liberación de la inconsciencia. Por ejemplo, la hostilidad de la

mujer podría ser una señal para que el hombre salga de su estado de identificación con la

mente, despierte al Ahora, se vuelva presente, en lugar de sentirse aún más identificado,

aún más inconsciente. En lugar de "ser" el cuerpo del dolor, la mujer podría ser el

conocedor que observa el dolor emocional en sí misma, accediendo así al poder del

Ahora e iniciando la transmutación del dolor. Esto suprimiría la proyección compulsiva

y automática del mismo hacia el exterior. Entonces podría expresar sus sentimientos a su

pareja. No hay garantía, por supuesto, de que él escuche, pero le da una buena

oportunidad de volverse presente y desde luego rompe el círculo malsano de la

actuación involuntaria según viejos patrones mentales. Si la mujer pierde esa

oportunidad, el hombre podría mirar su propia reacción mental-emocional al dolor de

ella, su propia actitud defensiva, en lugar de ser la reacción. Podría entonces observar

cómo su propio cuerpo del dolor se dispara y traer así conciencia a sus emociones. De

esta manera, surgiría un claro y calmado espacio de pura conciencia: el que conoce, el

testigo silencioso, el que observa. Esta conciencia no niega el dolor y sin embargo está

más allá de él. Lo deja ser y sin embargo lo transmuta al mismo tiempo. Acepta todo y

lo transforma todo. Se habría abierto una puerta para ella a través de la cual podría

fácilmente unirse a él en ese espacio.

Si usted está habitualmente, o al menos la mayoría de las veces, presente en su

relación, este será el mayor reto para su compañero. No podrá tolerar su presencia

durante mucho tiempo y permanecer inconsciente. Si está listo, cruzará la puerta que

usted le abrió y se unirá a usted en ese estado. Si no lo está, se separarán como el agua y

el aceite. La luz es demasiado dolorosa para el que quiere permanecer en la oscuridad.

 

POR QUÉ LAS MUJERES ESTÁN MÁS CERCA DE LA ILUMINACIÓN

¿Los obstáculos hacia la iluminación son los mismos para hombres y mujeres?

Sí, pero el énfasis es diferente. En general, es más fácil para una mujer sentir y estar en

su cuerpo, así que está naturalmente más cerca del Ser y potencialmente más cerca de la

iluminación que un hombre. Por eso muchas culturas antiguas instintivamente

escogieron figuras o analogías femeninas para representar o describir la realidad

trascendental y sin forma. A menudo se veía como una matriz que da a luz a todo en la

creación y que lo sostiene y nutre durante su vida como forma. En el Tao Te King, uno

de los libros más antiguos y profundos que se han escrito, el Tao, que podría traducirse

como Ser, se describe como "infinito, eternamente presente, la madre del universo".

Naturalmente, las mujeres están más cerca de él que los hombres puesto que

virtualmente "encarnan" lo No Manifestado. Más aún, todas las criaturas y todas las

cosas deben eventualmente retornar a la Fuente. "Todas las cosas se desvanecen en el

Tao. Sólo él permanece". Puesto que la Fuente se percibe como femenina, se representa

como los lados claro y oscuro del arquetipo femenino en psicología y mitología. La

Diosa o Madre Divina tiene dos aspectos: da la vida y la quita.

Cuando la mente tomó el poder y los hombres perdieron contacto con la realidad de su

esencia divina, empezaron a creer en Dios como una figura masculina. La sociedad

empezó a ser dominada por lo masculino y lo femenino quedó subordinado a lo

masculino.

No estoy sugiriendo volver a las representaciones femeninas primitivas de lo divino.

Algunas personas usan ahora Diosa en lugar de Dios. Están restaurando el equilibrio

entre lo masculino y lo femenino que se perdió hace mucho tiempo, y eso es bueno. Pero

todavía es una representación y un concepto, quizá temporalmente útil, como un mapa o

un poste indicador es útil temporalmente, pero resulta ser un impedimento más que una

ayuda cuando usted está listo para comprender la realidad más allá de todo concepto o

imagen. Lo que continúa siendo verdadero, sin embargo, es que la frecuencia de energía

de la mente parece ser esencialmente masculina. La mente se resiste, lucha por el

control, usa, manipula, ataca, trata de atrapar y poseer. Por eso el Dios tradicional es una

figura de autoridad patriarcal, controladora, un hombre a menudo iracundo al cual usted

debería temer, como sugiere el Antiguo Testamento. Este Dios es una proyección de la

mente humana.

Para ir más allá de la mente y volverse a conectar con la realidad más profunda del Ser,

se necesitan cualidades muy diferentes: entrega, ausencia de juicio, una apertura que

permita que la vida sea en lugar de resistirse a ella, la capacidad de sostener todas las

cosas en el abrazo amoroso de su conocimiento. Todas estas cualidades están mucho

más cercanamente relacionadas con el principio femenino. Mientras que la energía de la

mente es dura y rígida, la energía del Ser es suave y dúctil y sin embargo infinitamente

más poderosa que la mente. La mente gobierna nuestra civilización, mientras que el Ser

está a cargo de toda la vida en nuestro planeta y más allá. El Ser es la verdadera

Inteligencia cuya manifestación visible es el universo físico. Aunque las mujeres están

potencialmente más cerca de él, los hombres también pueden acceder a él dentro de sí

mismos.

En este momento, la inmensa mayoría de hombres y mujeres están todavía en las

garras de la mente: identificados con el pensador y con el cuerpo del dolor. Esto, por

supuesto, es lo que impide la iluminación y el florecimiento del amor. Como regla

general, el mayor obstáculo para los hombres tiende a ser la mente pensante y el mayor

obstáculo para las mujeres el cuerpo del dolor, aunque en ciertos casos individuales

puede ser cierto lo contrario y en otros los dos factores pueden ser iguales.

 

DISOLVER EL CUERPO DEL DOLOR COLECTIVO DE LAS MUJERES

¿Por qué el cuerpo del dolor es un obstáculo mayor para las mujeres?

El cuerpo del dolor generalmente tiene un aspecto colectivo así como uno personal. El

aspecto personal es el residuo acumulado de dolor emocional sufrido en el propio

pasado. El aspecto colectivo es el dolor acumulado en la psique humana colectiva

durante miles de años a través de la enfermedad, la tortura, la guerra, el asesinato, la

crueldad, la locura, etcétera. El cuerpo del dolor de cada uno participa también de este

cuerpo del dolor colectivo. Hay diferentes ramas en el cuerpo del dolor colectivo. Por

ejemplo, ciertas razas o países en los que ocurren formas extremas de lucha y violencia

tienen un cuerpo del dolor colectivo más pesado que otros. Cualquiera que tenga un

cuerpo del dolor fuerte y una conciencia insuficiente para dejar de identificarse con él no

sólo se sentirá forzado a volver a vivir periódica o continuamente su dolor emocional

sino que puede también fácilmente convertirse en el perpetrador o en la víctima de la

violencia, dependiendo de si su cuerpo del dolor es predominantemente activo o pasivo.

Por otra parte, también pueden estar potencialmente más cercanos a la iluminación. Este

potencial no se realiza necesariamente por supuesto, pero si usted está atrapado en una

pesadilla, probablemente estará más fuertemente motivado a despertar que alguien que

sólo está atrapado en los altibajos de un sueño ordinario.

Aparte de su cuerpo del dolor personal, toda mujer tiene participación en lo que podría

describirse como el cuerpo del dolor femenino colectivo, a menos que sea

completamente consciente. Este cuerpo está formado por el dolor acumulado que ha sido

soportado por las mujeres, en parte a través de la dominación de la mujer por el hombre,

de la esclavitud, de la explotación, las violaciones, el dar a luz, la pérdida de los hijos,

etcétera, durante miles de años. El dolor físico y emocional que muchas mujeres sienten

antes y durante la menstruación es el cuerpo del dolor en su aspecto colectivo que

despierta de su latencia en ese momento, aunque puede dispararse en otras

oportunidades también. Restringe el flujo libre de energía vital a lo largo del cuerpo, del

cual la menstruación es una expresión física. Demorémonos en esto por un momento y

veamos cómo puede convertirse en una oportunidad para la iluminación.

A menudo las mujeres son "dominadas" por el cuerpo del dolor en ese momento. Tiene

una carga energética extremadamente poderosa que puede empujarla a la identificación

inconsciente con él. Usted entonces es poseída activamente por un campo de energía que

ocupa su espacio interior y simula ser usted pero, por supuesto, no lo es en absoluto.

Habla a través de usted, actúa a través de usted, piensa a través de usted. Creará

situaciones negativas en su vida para poder alimentarse de esa energía. Quiere más

dolor, en cualquier forma. He descrito ya este proceso. Puede ser maligno y destructivo.

Es puro dolor, dolor pasado, y no es usted.

El número de mujeres que se aproxima ahora al estado completamente consciente

excede ya al de hombres y crecerá aún más rápidamente en los años venideros. Los

hombres quizá las alcancen al final, pero durante un tiempo considerable habrá una

brecha entre la conciencia de los hombres y la de las mujeres. Las mujeres están

recuperando la función que es su derecho de nacimiento y, por tanto, llega a ellas más

naturalmente que a los hombres: ser un puente entre el mundo manifestado y lo No

Manifestado, entre la físico y el espíritu. Su mayor tarea como mujer ahora es transmutar

el cuerpo del dolor para que no siga interponiéndose entre usted y su verdadero ser, la

esencia de lo que usted es. Por supuesto, usted también tiene que manejar el otro

obstáculo hacia la iluminación, que es la mente pensante, pero la intensa presencia que

usted genera cuando maneja el cuerpo del dolor, la liberará también de la identificación

con la mente.

La primera cosa que tiene que recordar es esta: mientras usted construya su identidad a

partir del dolor, no puede liberarse de él. Mientras una parte de su sentido de sí misma

esté invertida en su dolor emocional usted inconscientemente se resistirá o saboteará

cualquier intento que haga de curar ese dolor. ¿Por qué? Muy sencillo, porque desea

mantenerse intacta y el dolor se ha convertido en parte esencial suya. Este es un proceso

inconsciente y la única forma de superarlo es hacerlo consciente.

Ver súbitamente que está o ha estado aferrada a su dolor puede ser algo bastante

impactante. En el momento en que se da cuenta de esto, ha roto la fijación. El cuerpo del

dolor es un campo de energía, casi como una entidad, que se ha alojado temporalmente

en su espacio interior. Es energía vital que ha quedado atrapada, energía que ya no fluye.

Por supuesto, el cuerpo del dolor está ahí por ciertas cosas que ocurrieron en el pasado.

Es el pasado que vive en usted y si se identifica con él, se identifica con el pasado. Una

identidad de la víctima es la creencia de que el pasado es más poderoso que el presente,

lo que es contrario a la verdad. Es la creencia de que otras personas y lo que le hicieron

son responsables de lo que usted es ahora, de su dolor emocional o de su incapacidad de

convertirse en su verdadero ser. La verdad es que el único poder que hay está contenido

en este momento: es el poder de su presencia. Una vez que usted sabe esto, también se

da cuenta de que usted es responsable de su espacio interior ahora -nadie más lo es- y de

que el pasado no puede prevalecer contra el poder del Ahora.

Así pues la identificación le impide manejar el cuerpo del dolor. Algunas mujeres que

son ya suficientemente conscientes para haber abandonado su identidad de víctimas en

el nivel personal todavía se aferran a una identidad colectiva de víctimas: "lo que los

hombres les hicieron a las mujeres". Tienen razón, y también están equivocadas. Están

en lo cierto en cuanto que el cuerpo del dolor femenino colectivo se debe en gran parte a

la violencia infligida por el varón a la mujer y a la represión del principio femenino por

todo el planeta durante milenios. Están equivocadas si derivan un sentido de identidad

de este hecho y por lo tanto se mantienen aprisionadas en una identidad colectiva de

víctimas. Si una mujer aún se aferra a la rabia, el resentimiento o la condenación, se está

aferrando a su cuerpo del dolor. Esto puede darle una sensación consoladora de

identidad, de solidaridad con otras mujeres, pero la mantiene atada al pasado y bloquea

el acceso completo a su esencia y al verdadero poder. Si las mujeres se excluyen de los

hombres, eso alimenta un sentido de separación y por lo tanto un fortalecimiento del

ego. Y cuanto más fuerte es el ego, más distante está usted de su verdadera naturaleza.

Así que no use el cuerpo del dolor para darle identidad. Úselo en cambio para la

iluminación. Transmútelo en conciencia. Uno de los mejores momentos para esto es

durante el periodo menstrual. Creo que, en los próximos años, muchas mujeres entrarán

en el estado de conciencia total durante esos días. Generalmente, es un tiempo de

inconsciencia para muchas mujeres, puesto que son dominadas por el cuerpo del dolor

colectivo. Una vez que usted ha alcanzado un cierto nivel de conciencia, sin embargo,

puede cambiar esto, así que en lugar de volverse inconsciente puede volverse más

consciente. He descrito el proceso básico ya, pero permítame hacerlo de nuevo, esta vez

con referencia especial al cuerpo del dolor femenino colectivo.

Cuando sepa que se acerca el flujo menstrual, antes de que sienta los primeros signos

de lo que se llama comúnmente tensión premenstrual, el despertar del cuerpo del dolor

femenino colectivo, póngase muy alerta y habite su cuerpo tan plenamente como sea

posible. Cuando aparezca el primer signo, debe estar suficientemente alerta para

"atraparlo" antes de que la domine. Por ejemplo, el primer signo puede ser una fuerte

irritación repentina o un relámpago de rabia, o puede ser un síntoma puramente físico.

Sea lo que sea, atrápelo antes de que domine su pensamiento o su conducta. Esto

significa simplemente enfocar su atención en él. Si es una emoción, sienta la fuerte carga

de energía que hay tras ella. Sepa que es el cuerpo del dolor. Al mismo tiempo, sea el

que conoce; es decir, dése cuenta de su presencia consciente y sienta su poder. Cualquier

emoción a la que aplique su presencia disminuirá rápidamente y se transmutará. Si es un

síntoma puramente físico, la atención que le dé evitará que se convierta en una emoción

o un pensamiento. Después continúe alerta y espere el siguiente signo del cuerpo del

dolor. Cuando aparezca, atrápelo de nuevo de la misma manera que antes.

Más tarde, cuando el cuerpo del dolor haya despertado completamente de su estado

latente, usted puede experimentar una turbulencia considerable en su espacio interior por

un tiempo, quizá varios días. Cualquier forma que tome, manténgase presente.

Entréguele su atención completa. Observe la turbulencia que hay en su interior. Sepa

que está allá. Mantenga el conocimiento y sea el que conoce. Recuerde: no deje que el

cuerpo del dolor use su mente y se apodere de su pensamiento. Obsérvelo. Sienta su

energía directamente dentro de su cuerpo. Como sabe, atención plena significa

aceptación completa.

Por medio de una atención sostenida y por lo tanto de la aceptación, llega la

transmutación. El cuerpo del dolor se transforma en conciencia radiante, lo mismo que

un trozo de madera, cuando se pone en el fuego o cerca de él, se transformará en fuego.

La menstruación se volverá no sólo una expresión gozosa y realizadora de su feminidad

sino también un tiempo sagrado de transmutación en el que usted da nacimiento a una

nueva conciencia. Su verdadera naturaleza brillará entonces, en su aspecto femenino

como la Diosa y en su aspecto trascendental como el Ser divino que es usted, más allá de

la dualidad masculino-femenino.

Si su compañero varón es suficientemente consciente, puede ayudarla con la práctica

que acabo de describirle manteniendo con frecuencia una presencia intensa,

particularmente en este tiempo. Si él permanece presente siempre que usted caiga en la

identificación inconsciente con el cuerpo del dolor, lo que puede suceder y sucederá al

principio, usted podrá unirse rápidamente a él en ese estado. Eso significa que siempre

que el cuerpo del dolor domine temporalmente, bien sea durante el periodo menstrual o

en otros momentos, su compañero no lo confundirá con lo que es usted realmente.

Incluso si el cuerpo del dolor la ataca, como probablemente ocurrirá, no reaccionará

contra él como si fuera "usted", se retirará o levantará algún tipo de defensa. Conservará

el espacio de intensa presencia. No se necesita nada para la transformación. En otros

momentos, usted podrá hacer lo mismo por él o ayudarlo a reclamar conciencia de la

mente trayendo su atención al aquí y al ahora, cuando se identifique con su pensamiento.

De esta forma, surgirá entre ustedes un campo de energía permanente, de una

frecuencia pura y alta. Ni la ilusión, ni el dolor, ni el conflicto, nada que no sea ustedes y

nada que no sea amor puede sobrevivir en él. Esto representa la realización del propósito

divino, transpersonal, de su relación. Se convierte en un vórtice de conciencia que

atraerá muchos otros.

 

RENUNCIE A LA RELACIÓN CONSIGO MISMO

Cuando uno está plenamente consciente ¿aún tendrá necesidad de una relación?¿ Un

hombre todavía se sentiría atraído por una mujer? ¿Una mujer todavía se sentiría

incompleta sin un hombre?

Iluminado o no, usted todavía es un hombre o una mujer, así que en el nivel de su

identidad formal usted no está completo. Usted es la mitad de un todo. Esta falta de

plenitud se siente como atracción hombre-mujer, el empuje hacia la polaridad de energía

contraria, no importa cuán consciente sea usted. Pero en ese estado de unión interior,

usted siente esa atracción en alguna parte de la superficie o la periferia de su vida.

Cualquier cosa que le ocurra en ese estado se siente en cierta medida así. Todo el mundo

parece olas o arrugas en la superficie de un vasto y profundo océano. Usted es ese

océano y, por supuesto, usted también es una arruga, pero una arruga que ha realizado su

verdadera identidad como océano, y comparada con esa vastedad y profundidad, el

mundo de las olas y las arrugas no es tan importante.

Esto no significa que usted no se relacione profundamente con otras personas o con su

pareja. De hecho, usted puede relacionarse profundamente sólo si es consciente del Ser.

Viniendo del Ser usted es capaz de centrarse más allá del velo de la forma. En el Ser

hombre y mujer son uno solo. Su forma puede seguir teniendo ciertas necesidades, pero

el Ser no tiene ninguna. Ya está completo. Si esas necesidades se llenan, maravilloso,

pero se llenen o no, no hay ninguna diferencia para su estado interior profundo. Es

perfectamente posible para una persona iluminada no llenar la necesidad de la polaridad

masculina o femenina, tener una sensación de carencia o falta de plenitud en el nivel

exterior de su ser y al mismo tiempo estar totalmente completo, realizado y en paz en el

interior.

En la búsqueda de la iluminación ¿ser homosexual es una ayuda o un obstáculo, o no

supone ninguna diferencia?

Según se aproxima a la edad adulta, la incertidumbre respecto a su sexualidad seguida

de la comprensión de que usted es "diferente" de los demás puede forzarlo a

desidentificarse de los patrones de pensamiento y conducta condicionados socialmente.

Esto elevará automáticamente su nivel de conciencia sobre el de la mayoría

inconsciente, cuyos miembros aceptan sin cuestionar todos los patrones heredados. En

este sentido, ser homosexual puede ser una ayuda. Ser un extraño en alguna medida,

alguien que no "encaja" con los demás o que es rechazado por ellos por cualquier razón,

hace la vida difícil, pero también lo pone a usted en ventaja en cuanto a la iluminación.

Lo saca de la inconsciencia casi por la fuerza.

Por otra parte, si usted desarrolla entonces un sentido de identidad basado en su

homosexualidad, ha escapado de una trampa sólo para caer en otra. Usted representará

roles y juegos impuestos por una imagen mental que tiene de usted mismo como

homosexual. Se volverá inconsciente. Se volverá irreal. Bajo su máscara de ego, puede

llegar a ser muy infeliz. Si le ocurre esto, ser homosexual se habrá vuelto un obstáculo.

Pero usted siempre tiene otra oportunidad, por supuesto. Una infelicidad aguda puede

ser un gran despertador.

¿No es verdad que se necesita tener una buena relación consigo mismo y amarse a sí

mismo antes de tener una relación plena con otra persona?

Si usted no puede estar a gusto consigo mismo cuando está solo, buscará una relación

para ocultar su desasosiego. Puede estar seguro de que este reaparecerá en cualquier otra

forma en la relación y usted probablemente responsabilizará a su pareja por ello.

Todo lo que usted necesita hacer es aceptar este momento plenamente. Entonces usted

se sentirá tranquilo en el aquí y ahora y consigo mismo.

¿Pero necesita tener una relación consigo mismo para algo? Por qué no puede

sencillamente ser usted mismo? Cuando usted tiene una relación consigo mismo se ha

partido en dos: "yo" y "mí mismo", sujeto y objeto. Esta dualidad creada por la mente es

la causa radical de toda la complejidad innecesaria, de todos los problemas y conflictos

de su vida. En el estado de iluminación usted es usted mismo, usted y usted mismo se

hacen uno. Usted no se juzga, no siente pena por usted mismo, no está orgulloso de sí

mismo, no se ama a si mismo, no se odia a sí mismo... La ruptura causada por la

conciencia auto-reflejada se cura, su maldición desaparece. No hay "uno mismo" que

usted necesite proteger, defender o alimentar más. Cuando usted está iluminado, hay una

relación que ya no tiene, la relación consigo mismo. Una vez que haya renunciado a eso,

todas las demás serán relaciones de amor.

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