Centro Holística Hayden

Escuela de Autoconocimiento personal y espiritual

Master Reiki Usui - Master Reiki Karuna - Master Reiki Egipcio Seichim - Terapeuta Holística - Facilitadora espiritual - Numeróloga Evolutiva Humanista.

A través de estas herramientas te encuentras con tu verdadero Ser...aqui estamos....esperando darte la mano.........

20 de febrero de 2023

AL SERVICIO DE ALGO SUPERIOR

El poder que un chamán ejerce en el mundo invisible es muy distinto del poder que la gente busca en el mundo mundano visible para mejorar su vida. Al chamán le interesa entrar en una realidad no ordinaria en el reino invisible para descubrir y comprometerse con energías que afectan e influyen en la vida cotidiana. Persigue una energía que sustente la vida y prevenga el envejecimiento y la enfermedad para poder aportar sanación y bienestar a su comunidad. En Oriente, esta energía se conoce como prana, chi o incluso el Tao. Los chamanes andinos la conocen como TI, y forma parte de los nombres de lugares sagrados como el lago Titicaca, el mar en la cima del mundo, y la mane Inti, el dios sol.

El chi no es el poder de dominar o mandar sobre los demás o la naturaleza, aunque la naturaleza sí responde al chi. No es el poder del dinero o de las cosas materiales, aunque éstas estén disponibles a través de él. No es el poder de vencer la enfermedad y la vejez, aunque la salud y la longevidad fluyen de él. Es el poder de crear y colaborar, de dar a luz lo nuevo. El chi debe utilizarse en beneficio de los demás, de todos los seres y de la Tierra. De lo contrario, se echará a perder y te destruirá en el proceso. Debe compartirse para que todos puedan prosperar.

Aunque un chamán puede trabajar en beneficio de un individuo, los chamanes más poderosos se centran primero en lo que pueden hacer por la Madre Tierra. Sólo después de haber considerado las necesidades de la Pachamama, se centran en lo que pueden hacer por su pueblo y por todas las personas. Después, se centran en lo que pueden hacer por una persona. Esto es lo contrario de cómo la mayoría de nosotros llegamos a la práctica espiritual. Con demasiada frecuencia, estamos tan preocupados por arreglar nuestra situación individual o por ayudar a una persona que nos olvidamos de la situación general. Cuando trabajamos en nosotros mismos, olvidamos que formamos parte de un cosmos mucho mas grande que nos impacta y que, a su vez, nosotros impactamos. 

Cuando un chamán opera con integridad y se guía por una visión informada y alimentada por el chi, en lugar de por el deseo de la persona o una sensación de escasez y miedo, el conocimiento y el poder la reconocen y empiezan a acecharla sin descanso. El llamado a ser un chamán, a participar en la obra de algo más grande que uno mismo, puede ser intenso. 

El chamán puede aprender del viento, los árboles, los ríos, la lluvia y el rayo, pero esto no sucederá si creemos que estamos aquí para dominar o domesticar la naturaleza para nuestros propios fines. Estamos obligados tanto a proteger la Tierra como a reconocer que siempre estamos entrelazados con ella. La naturaleza sólo revelará sus secretos cuando estemos dispuestos a convertirnos en sus guardianes. Entonces el chamán puede encontrarse directamente con el poder, abrazarlo y reclamarlo mientras desarrolla un diálogo activo con el cosmos. Esto se llama Ayni, o reciprocidad, y es un principio básico del chamanismo: da y recibirás. 

¿Estás preparado para ponerte al servicio de algo superior? 

En Munay, Alberto Villoldo (extracto del libro La Rueda de la Sabiduría: Un viaje Mítico a través de las Cuatro Direcciones).

No hay comentarios:

Publicar un comentario