Estamos en un momento muy especial en la historia del humano. No hay registros de los que está pasando, en su vida. Es más no entiende lo que le pasa.
La desconexión con su Ser
Divino, lo hace miserable, inseguro, miedoso, ignorante de las bendiciones del
Universo (Dios para muchos).
No entiende que no somos solo
el cuerpo físico, hay una mente que comanda las emociones que mueven las
actitudes que llevan a cabo. Todo eso es regido por sus creencias.
En la actualidad ya hay
comprobaciones, mediante mediciones, equipos, tecnología, que demuestra los
campos alrededor del cuerpo físico, lo complejo que es, difícil de descifrar.
La ignorancia conceptual en la
que estamos sumergidos hace que tengamos miedo, que desconfiemos, que
compitamos y eso es lo que hace que no seamos felices.
El mundo ha cambiado, se ha
vuelto frio e indiferente, las relaciones son por conveniencia, por carencias,
por necesidades.
¿Dónde está el aprecio, la
valoración, el respeto, la admiración por el otro, tanto en el primer núcleo de
experiencia que es la familia, como en los demás círculos sociales? Son valores
que se han perdido, pero están ocultos en el corazón divino, esperando ser
descubiertos nuevamente.
Todos estamos transitando el
cambio de Eras, los finales de los tiempos, donde nada es igual que antes. La
vida misma nos empuja a cambiar, a reinventarnos, sin embargo, nos resistimos,
negamos las oportunidades de estar mejor y gozar del bienestar de la vida junto
a la Tierra, la madre que todo nos lo da.
¿Te interesa saber cómo hacer
el cambio, que cambio tú tienes que hacer para disfrutar de tu vida? Porque es
diferente para cada persona. Cada humano viene a la Tierra con un propósito
diferente para completar el rompecabezas del Universo.
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