“Los placeres sensoriales son temporarios, efímeros y transitorios.
Llevan a quien se regocija en ellos a la pena. Sabiendo esto, el que sabe deja de complacerse con ellos.” (5, 20)
El tacto, el gusto, el olfato, la vista y la audición son facilidades otorgadas para relacionarse con la objetividad. Conllevan la capacidad de alegrar a los seres. Pero la duración de la alegría es momentánea y generalmente de corta duración. Como el placer es efímero, se requieren visitas frecuentes.
Y cada nueva visita demanda aún otra visita, creando gradualmente un hábito de visitas repetidas. El hábito nos tira hacia la actividad sensoria incluso cuando no
hay necesidad para dicha actividad. Así es que suceden las visitas a restaurantes, bares, discotecas, casinos, cines y teatros, programas de televisión y centros de compras, conduciendo a gran cantidad de actividad improductiva y derrochadora. El hábito se torna poderoso y convierte a los hombres en esclavos de las gratificaciones
caprichosas. Las sucesivas visitas se deben sólo al hecho que los visitantes no se sienten satisfechos con una o dos visitas. Proporcionan satisfacciones aparentes, y no reales. Dejan un cadáver de felicidad, pero no la auténtica felicidad. Así es como el hombre pierde la habilidad para regularse a sí mismo. A lo largo del tiempo, se debilita tanto física como intelectualmente. Las vidas de gratificaciones superficiales nos conducen a nacer como tontos, estúpidos e idiotas. Las consecuencias de repetidas gratificaciones en actividades sensorias son muchas y mucho más degeneradotas de lo que uno puede percibir. Los conocedores lo saben a través de la observación de la historia humana. Usan la facilidad que ofrecen los sentidos para aplicarla a la intención de sus propósitos naturales, y no van más allá. Dirigen sus energías hacia propósitos más nobles y alcanzan la plenitud de la vida. Saben muy bien que buscar gratificación en las actividades sensorias es como verter agua en un jarro que tiene cinco agujeros.
Fuente: Carta Circular de Vaisakh
Namaskar
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