Por Cristina
Laird
Como repito
una y otra vez, aunque los eclipses solares ocurren cada año, este es un eclipse
solar, único, que no se repetirá igual, en nuestras vidas, por tanto nos
confronta con temas de una manera diferente y con proposiciones renovadas.
Para comenzar este es uno de los tres eclipses cercanos al Nodo Sur, que
nos habla de comprender y concienciar el pasado, para finalmente dejar ir de él.
Si seguimos pensando en ayer, no para aceptar, sino para seguir enganchados,
entonces será más difícil el proceso.
Los eclipses son lunas nuevas o llenas muy potentes, y éste lo es
particularmente, por encontrarse el Sol y la Luna a 20º en la
constelación de Tauro acompañados de Marte 14º, Mercurio 17º, Pallas 20º, Sedna
23º y los nodos a 17º. A pesar de no estar en Aries sino en Tauro, el espíritu
es de acción, ya que Marte, Pallas y Sedna, tres guerreros en su propio estilo,
nos invitan a tomar las riendas de nuestra vida y finalmente poner un final a la
dependencia financiera, a las limitaciones impuestas por otros, pero
siempre con el sabio control de Saturno en Escorpio, que nos recuerda a diario,
que el
exceso se paga caro. Saturno que ha pasado por la oposición al Sol y
Marte, para el eclipse Lunar del 25 de Abril, sigue su influencia, por estar en
el signo opuesto y esta lunación y por haber estado allí para el eclipse lunar.
Las luchas con personajes oficiales, que pertenezcan al establecimiento
se vuelven insoportables y debemos encontrar la forma de elaborar nuestra vida sin
depender completamente de ello. Cómo hacerlo? Pues tomando consciencia de lo que
debemos respetar por ser parte de una comunidad, pero sin encontrarnos
completamente a merced de ello.
Tauro es un signo que nos habla del placer, de lo bello, de la
creatividad, de la necesidad de una seguridad financiera que nos permita
disfrutar de la vida, al mismo tiempo que nos esforzamos por crear una
profesión y formar una familia. Si dejamos el placer fuera, la Venus, regente
de Tauro, nos recuerda que la vida, sin placer, no tiene sentido. Pero qué significa
PLACER?. En principio, placer es poder realizar cualquier o una actividad en
particular, mientras que gozamos con ella. Placer, no tiene que significar
diversión sin sentido, abusando del cuerpo y la salud. Placer no tiene por qué
ser solamente, “sexo, drogas y rock’n roll”. Hoy ya hemos aprendido que el
placer de estar sano, de disfrutar de la salud de nuestro cuerpo y espíritu son
fundamentales. El placer de mejorarnos a diario, desarrollando una actividad
que con la práctica nos permita sentir la mejora a día a día, es uno de los
grandes placeres. Cocinar es un gran placer para muchos.
La mayoría de las artes pueden ser un conducto de placer
extraordinarios. La danza, la pintura, cocinar, esculpir, no sólo sobre una
piedra, sino también nuestro propio cuerpo, a través de alimentar nuestros
sentidos. El placer de lo sensual, no tiene por qué significar sexo, como nos
lo aclara Pallas Athena, que forma parte de esta constelación de planetas que
acompañan este eclipse en Tauro. Pallas no disfruta del sexo, disfruta de
otro tipo de unión, más íntima aún que es la comunicación de alma a alma. El
comprender al otro, el amarlo y apoyarlo, nos acercan quizás más que el sexo al
otro de una forma única y ciertamente íntima. El sexo también es
placer, pero para Tauro la sensualidad es quizás más placer que la sexualidad.
La influencia de Pallas y Sedna en esta lunación también nos
hablan del poder de lo femenino, del resurgimiento de la Diosa. Pallas en
particular nos habla del poder del encontrar el balance entre lo
femenino y lo masculino en nuestra psiquis, Sedna, nos recuerda que
somos las mujeres las que conectamos más fácilmente con el mundo de los
instintos, de lo etéreo, qué sabemos las cosas antes de comprenderlas o poder
explicarlas científicamente. Lo instintivo viene antes que lo científico.
El encontrar la explicación académica, viene después de lo que ya sabemos.
La ciencia está tratando de explicar la memoria de las células y todo lo
que nos transmitimos genéticamente, además del ADN. Instintivamente ya lo
sabemos. Hoy gracias a las Constelaciones Familiares y otras técnicas
terapéuticas, podemos concienciar más fácilmente, cómo nos han influido
los dolores pasados por nuestros abuelos y bisabuelos. Pronto podremos
explicar las alergias y las intolerancias alimenticias desde otra avenida. Ya
sabemos que la memoria ancestral nos maneja mucho más de los que nos gusta admitir
y quizás allí, radique el verdadero sentido de la palabra Destino.
Después de todo Destino o Moira, significan: “lo que nos tocó” sin aparente
decisión propia.
Tampoco debemos olvidarnos que el Gran Trígono de Agua, formado por
Saturno en Escorpio, Neptuno y Quirón en Piscis, y Vesta y Ceres en Cáncer, algo
que nunca hemos vivido antes, nos están apoyando en nuestra búsqueda y retorno
a la Diosa. Venus se va acercando a la cuadratura a Neptuno y luego a
Quirón, el 14 y el 22 respectivamente, tiempo para conectar con lo sagrado, con el
amor universal, con la posibilidad de curar nuestras relaciones personales,
comprendiendo y aceptando que todos somos Humanos viajando en el mismo barco
llamado Tierra, y que los errores y aciertos cometidos por cada uno de
nosotros, nos entristecen y benefician a Todos. Un tiempo para la Aceptación y la
Tolerancia. Juno forma una T-cuadrante a los Nodos, para este
eclipse, reafirmando una vez más, que la solución para nuestras relaciones es la
Aceptación y el desarrollo ecuánime de lo masculino y lo femenino en cada uno
de nosotros, como fórmula para la armonía y la paz en nuestra relación
con el sexo opuesto y con el mundo. Si el hombre sólo actúa desde lo masculino,
siempre, no puede comprender a la mujer, ni relacionarse a los ciclos vitales y
la vulnerabilidad y viceversa, si la mujer no desarrolla su parte independiente
y emprendedora más masculina, dependerá y resentirá lo masculino. Venus busca
el balance en Libra, pero también busca la armonía en Tauro.
Finalmente Ceres y Vesta oponen Plutón y reactivan la cuadratura con
Urano en Aries, que vuelve a formase exacta el 21, a 11º 14′ de
Capricornio y Aries, respectivamente, recordándonos una vez más que quizás la
respuesta a esta crisis mundial, es realmente el retorno a la Diosa, a la
Naturaleza, el abandono de los caprichos de querer más cuando no hay. Debemos
volver a respetar los ciclos, las estaciones y sobre todo respetar la
interconexión con todos los seres vivos, no sólo los humanos.
Usa las energías de este potente eclipse para revisar tus valores y dejar ir de
lo que esté bloqueando tu avance. Aprovecha las energías de Tauro, para
vivir
una vida más en contacto con Venus, con la Belleza, con la Creatividad, con el
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