Por Cristina Laird
Hoy finalmente termina el año desde el punto de vista de Astrología
Tropical y celebramos el comienzo del nuevo año, con el advenimiento de la
Primavera y la llegada del Sol al grado 0 de Aries, que es cuando realmente
debería empezar el año, en vez de al comienzo del invierno o verano,
dependiendo en que Hemisferio te encuentras. Si nos guiamos por la rueda
Chamánica, que comienza en el Este, como símbolo del principio de las cosas, el
comienzo del Verano que realmente significa el punto cuando los frutos ya han
madurado o en el principio del Invierno que es cuando la Naturaleza descansa y
los animales invernamos, no parece ser el momento de ningún principio. Por
tanto en el punto 0º de Aries es donde hay un verdadero cambio, cuando el
día y la noche tienen la misma duración como en el equinoccio de Septiembre.
Para el Hemisferio Sur, es cuando la energía comienza a moverse de la Luz a la
Oscuridad y t
odo parece apagarse, los árboles suavemente dejan
caer sus hojas, la fertilidad de la tierra comienza a apagarse,
preparándose para un periodo de vigilia, que llega a su punto máximo en el
Invierno. En el Hemisferio Norte, es la salida de la Oscuridad hacia la Luz, y
a medida que la luz de Sol se hace más potente, el vigor vuelve a la tierra y a
los cuerpos, una nueva esperanza nos invade. Comenzamos a darnos cuenta, que
una vez más tenemos la oportunidad de empezar, de planear, de lanzarnos a la
aventura de crear, de dar forma, de despertar. A medida que vemos los árboles y
los campos llenarse de flores la idea de la posibilidad de una nueva
oportunidad se siente en todos nuestros genes y nuestro cuerpo se recupera del
entumecimiento del invierno y la lucha contra el deseo de invernar que nos
ataca a todos, y al que no podemos ceder, pues las obligaciones de la vida
no nos lo permiten.
En el mapa astral de este evento para Barcelona, vemos un Ascendente
Acuario y a continuación una grandiosa conglomeración de planetas en Piscis que
incluye: Nessus, Venus y Neptuno, por un lado, seguidos de Ceres, Quirón conjuntos
al Nodo Lunar Descendiente, que están juntos a Mercurio y todos ellos opuestos
por Júpiter en Virgo y cuadrados por Saturno desde Sagitario. Una gran
T-cuadrada, que como todas ellas habla de tensiones difíciles de manejar, como
si circunstancias ajenas a nosotros nos impidieran el poder relajarnos y ser
felices.
Las T-cuadradas mutables, como ésta, con Saturno como planeta apex, nos
piden más disciplina mental para poder manejar la energía nerviosa y dispersa.
Algo nos llama a concentrar nuestras energías mentales e intelectuales, para
poder realizar el trabajo que tenemos sobre la mesa, de una forma ordenada y
eficiente. El mínimo detalle que olvidamos, nos golpea a la puerta, en la forma
de instituciones oficiales, que nos piden más y más. Debemos luchar ante una
actitud negativa y pesimísta que nos coartan el éxito. Todos estos planetas en
Piscis nos llaman a confiar más en nuestra intuición y nuestra creatividad,
pero Júpiter desde Virgo, pide orden y Saturno pone límites y estructuras
donde nuestra intuición y creatividad se sienten enjauladas. Qué hacer? La toma
de responsabilidad es vital, y debemos quitarnos de encima la actitud víctima a
la que Piscis a menudo escapa, cuando no puede hacer lo que sabe que debe
hacer. Saturno desde Sagitario habla de la ley y nuestras obligaciones sociales
y legales. Hagas lo que hagas en este momento, debe ser dentro de la ley. A
Piscis a veces le cuesta confrontarse con temas de papeles y trámites oficiales
y ahora debemos hacerlo de la forma adecuada, sin cortar camino.
La disciplina, el orden, el trabajo completado y la paciencia son los
ingredientes necesarios para combatir la tensión, pero ante todo, con Piscis
siempre tenemos la sensación que algo debe ser concluido completamente antes de
saltar a la nueva etapa. Benefíciate de las energías de este momento, para
concluir situaciones si estás en el Hemisferio Sur, completarlas y si estás en
el Hemisferio Norte, entonces este es el momento de comenzar otra vez, de darte
una oportunidad más.
Si bien las confrontación con lo que llamamos "realidad" que nos
trae Saturno es vital, para no terminar en un psiquiátrico, la ilusión, la
imaginación, la magia de Neptuno, nos engrandece. En su oposición con Júpiter,
Neptuno nos trae en contacto con nuestra naturaleza más elevada, nuestra
compasión, nuestra capacidad de perdón, de volver a empezar en busca de ese
sueño que impulsa nuestra vida, sin el cual, no tendría mucho sentido vivir.
Estos dos Dioses nos impulsan a encontrar otras dimensiones del ser que aunque
no podemos tocar, sí podemos expresar a través de una caricia, de un baile, de
una pintura, una poesía, escribiendo, cantando, haciendo películas, rezando.
Neptuno nos lleva a ese lugar más allá de las garras del Karma, que nos trae
Saturno, donde éste no tiene poder alguno
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