Mensaje del mes de Libra

Libra proclama la palabra “ecuanimidad”. La ecuanimidad permite experimentar la belleza de la dualidad. Toda la creación se expresa como dualidad, con la ecuanimidad como fulcro. Libra es por lo tanto considerado como el ombligo o el centro desde donde hay expresiones opuestas en la circunferencia. La circunferencia presenta 360 fuerzas, que no son más que 180 fuerzas dobles

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Cuando la verdad se presenta en una dimensión, uno debería tener la comprensión interna de la dimensión opuesta. Cuando la vista y la comprensión interna se sintetizan sucede la visión. Toda la sabiduría no es más que sintetizar los contrarios. La sabiduría de la Luz provee la sabiduría de la oscuridad. Es por este motivo que la ignorancia y el conocimiento, lo verdadero y lo falso, la vida y la muerte, lo visible y lo invisible deben ser igualmente comprendidos y sintetizados en uno mismo. A menos que se logre la síntesis de los contrarios uno no puede adquirir visión, uno no puede obtener la verdadera sabiduría.

    Libra divide todo el zodíaco en dos pares iguales de energías masculinas y femeninas, o positivas y negativas. Libra-Aries es un eje de equinoccio a partir del cual se alternan el aumento de luz por seis meses y la disminución de luz por seis meses. La totalidad de año no es más que un juego rítmico de luz y oscuridad sobre el trasfondo de la Luz Absoluta. Es por esto que las Escrituras dicen que la oscuridad es Luz Absoluta. Pero esa Luz está más allá de lo que conocemos como luz y oscuridad. Esa Luz se llama “la Luz del Conocimiento”.

    Las energías de la izquierda y la derecha en uno mismo alcanzan su punto de encuentro en su centro en cada plano de existencia. Estos puntos de encuentro existen verticalmente en nosotros y son, en un sentido amplio, siete. El centro de base es el punto de encuentro de las energías físicas opuestas. El centro sacro es considerado como el punto de encuentro de las energías emocionales. Lo mismo sucede con el plexo solar para las energías mentales divergentes; Anahata para las energías de Buddhi, y así hasta el séptimo punto, que está en Sahasrara. La conexión de estos siete puntos conforma la columna energética vertical central que es la columna Aries-Libra. Es a través de este eje que ocurre la emergencia de las energías divergentes. Por lo tanto, el Equinoccio de Libra proporciona una oportunidad para realinearse en el eje del equinoccio, y así alcanzar la ecuanimidad.

    Que no dejen de tenerse en cuenta los tiempos del equinoccio de primavera y el de otoño. Son de enorme importancia para el estudiante de yoga/discipulado.

Sri K. Parvathi Kumar

Namaskar