Previo al 11.11.11 durante el año se activaron 6 Cristales Planetarios que contienen la Memoria Lemuriana de Unidad, estos Cristales se encuentran en Alineación unos con otros, situados en lugares Sagrados del Planeta. En la zona del Pacifico hay 3 Cristales ubicados en la Isla Maui en Hawai, Isla Gorgona en Colombia y Nueva Zelanda. En la Zona del Atlántico hay 3 Cristales mas situados en las Islas Canarias, Puerto Pirámides en Argentina y Ciudad del Cabo en Sudáfrica. Estos Cristales irradiaron la Frecuencia de Unificación y sanación de la memoria de Separación de los Pueblos iniciada en la época de Lemuria y Atlántida y son custodiados por las
Esta memoria de Unificación y sanación se libero y comenzó a transmitirse a través del Agua hacia todo el Planeta, preparando las energías para la reactivación de los Discos Solares Planetarios. Las transmisiones de la Memoria Lemuriana y su activación, se transmitieron desde los 6 Cristales a través de las partículas de Agua contenidas en la atmosfera y en todo lo que nos rodea.
Una vez que se activaron los Cristales fueron liberadas las memorias de Unificación. Los Discos Solares fueron reactivados por los Maestros Guías de la Conciencia Solar. Este trabajo se realizo a lo largo del año y culmino en el Portal 11.11.11.
A partir de Diciembre del 2011 iniciamos el trabajo de sincronización y reactivación de los Discos Solares en cada uno de Nosotros. Cuya función es restablecer el Patrón Divino en nuestras Células y ADN, restaurando nuestras memorias y reconectándonos con nuestra totalidad. Al ir reactivando en Nosotros cada uno de los Discos Solares, iremos integrando en nuestro entramado o Patrón energético la Sabiduría y la energía de la Conciencia Planetaria de la Madre Tierra. Reconectándonos con los Elementos, reactivando nuestra propia biblioteca viviente de Memorias Cósmicas para de esa manera, dar el salto hacia la Conciencia Cósmica, integrando en nosotros la conexión con toda la vida en todas partes. La integración de la Sabiduría de la Tierra y del Sol nos reconecta con nuestra totalidad.
La vida en el Universo se rige en base a frecuencias y estas, se rigen en base al movimiento en espiral que le da forma y vida a las octavas. Desde el momento en que la frecuencia Planetaria entro en la separación y los Seres Humanos olvidaron su verdadero origen y la conexión que tienen con el Todo, la vida se fundamento en esa separación y comenzamos a sostener y experimentar la conciencia en una determinada octava de vibración (la correspondiente a la tercera dimensión). Esa Octava se sostuvo en nuestros primeros 7 Chakras básicos. En este tiempo estamos elevando nuestra frecuencia en reconexión con el Universo, con lo cual, nos hemos adentrado en los primeros tonos dimensionales de una nueva octava (quinta dimensión) cuyo chakra básico es la estrella del Alma. Para que podamos integrar la conciencia Cósmica, primeramente deberemos integrar la conciencia Planetaria de GAIA contenida en todos su elementos, por ello, los Discos Solares y la Plantilla Solar de MU han sido puestos en movimiento, puesto que son las puertas dimensionales de apertura de la Gran Biblioteca viviente tanto en la Tierra como en Nosotros mismos.
A lo largo de esta año, iremos comprendiendo la apertura que se genera en nosotros cuando nos reconectamos con la Tierra y sus elementos y con ello, recordaremos quienes somos, reactivaremos nuestro origen. Esa es la función de la Plantilla Solar de MU, la reactivación del patrón cósmico energético contenido en cada uno de nosotros que sostiene la conciencia de la Unidad y la liberación de la esclavitud del miedo. Los Rayos de Sol nos están irradiando con conocimiento y energías de muy elevada vibración, reactivando en nosotros los entramados cósmicos que contienen las memorias más antiguas de nuestros orígenes como razas galácticas. La Tierra recibe esos rayos Solares y a través de la Plantilla Solar de MU, se reactivan los archivos de memorias presentes en cada uno de los elementos.
Cada uno de los elementos de la Madre Tierra posee sabiduría que puede ser comprendida si abrimos nuestra percepción desde el corazón. Cada uno de los Elementos esta sintonizado con todo el Universo y la Madre Tierra permanece en conexión con todas las esferas dimensionales a través de finos entramados que mantienen la vida entrelazada y unida. Cada uno de los elementos y formas de la naturaleza que habitan sobre la Tierra son llaves dimensionales de sabiduría... Es solo que no hemos recordado como ver y escuchar las frecuencias que nos envuelven y rodean. La Tierra nos habla, sus elementos nos enseñan verdades cósmicas con su sola presencia. Comprendiendo a la Tierra podremos comprender a todo el Universo y la vida misma y en su momento, reactivaremos el Polvo de estrellas contenido en nosotros: Los Elementos Cósmicos en cuyo núcleo se encuentra la conexión con la totalidad de nuestro Ser multidimensional.
En el futuro el entendimiento de la vida será comprendida en torno a la naturaleza. Los niños serán instruidos a comprender y escuchar esa sabiduría en su corazón. Serán instruidos a permanecer en comunión con la Madre Tierra y la naturaleza y con ello, el conocimiento será transmitido desde el corazón, no desde el plano intelectual.
Elemento Agua, El Flujo de las Emociones y los Ciclos a través de la aceptación y adaptación.
En el plexo Solar es ahí donde se encuentra la conexión de nuestro cuerpo físico con nuestro cuerpo emocional. Las aguas de nuestro cuerpo sostienen nuestras emociones.
En nuestros cuerpos está contenida la conexión y la sabiduría ancestral presente en los elementos. Esta conexión se manifiesta en la composición química de nuestros cuerpos así como en la capacidad espiritual de integración y conexión con la sabiduría y la enseñanza esencial presente en cada uno de ellos.
El elemento AGUA nos permite reconectarnos con el Reino acuático de la Tierra e integrar en nuestro Ser la sabiduría que esta gran energía femenina nos transmite. El Agua es el único elemento que puede transformarse a si mismo manifestando su existencia en diversos estados: Liquido, Solido y gaseoso. Su esencia entonces es el movimiento y cambio a través de la aceptación y adaptación.
Aceptación y adaptación son dos aspectos muy necesarios de integrar en nuestra consciencia, puesto que el origen del sufrimiento humano es la resistencia a los ciclos y flujos de la vida. Somos Seres acuáticos, nuestro cuerpo se compone en un 70% por Agua y sin embargo, hemos olvidado la esencia misma de este elemento cuya fuerza es la base de la expansión y la evolución.
Como Seres Humanos vivimos gran parte de nuestra vida en resistencia y apego. Nos resistimos a movernos a través de las vivencias dolorosas enfrentándolas desde el miedo y la resistencia: ¿porque yo? ¿Porque a mí? ¿Que hice para merecer esto?” y desde ese espacio de victimización nos resistimos a comprender que la esencia misma de la vida es aprendizaje y crecimiento. Cuando permanecemos en resistencia una parte de nosotros no se permite crecer con la experiencia y por lo tanto se apega al dolor, impidiéndonos superar los aprendizajes desde la maestría interior.
El Agua nos muestra que el flujo de la vida es continuamente cambiante. Lo único real y permanente en el universo es el cambio, porque es la esencia misma del movimiento lo que le da origen a la creación. Cuando nos resistimos a aceptar los aprendizajes y adaptarnos a los nuevos entornos o situaciones, nos estamos resistiendo y revelando ante la esencia de la creación, que es movimiento y por ello, se genera sufrimiento en nuestro interior.
Aceptación y adaptación no tiene nada que ver con conformismo.
Aceptación es saber contemplar los hechos de la vida desde la no resistencia y desde la observación silenciosa carente de conexión con el dolor. Cuando aceptamos que la experiencia que estamos viviendo forma parte de nuestro aprendizaje y formación como Seres Divinos entonces dejamos de resistirnos desde la conciencia de victimización para comenzar a recibir el aprendizaje y la sabiduría que la experiencia nos aporta. Cuando comprendemos que no somos víctimas y que todo lo que vivimos responde a un orden cósmico trazado por nosotros mismos antes de nuestra encarnación, llega entonces, la Adaptación que nos permite desde esta nueva sabiduría adquirida movernos en el entorno de nuestra realidad sin apego o dolor, adaptándonos al cambio o a las nuevas circunstancias reconociendo que en ellas hay algo que aprender con lo cual avanzaremos aun mas en nuestra espiral de evolución.
Soltar las resistencias y abrirnos a la aceptación, abre las puertas a la sabiduría Divina y al aprendizaje trazado por nuestra Divinidad para cada situación de nuestra vida. Liberar el apego y abrirnos a la aceptación nos permite crecer y permitir que la enseñanza se integre con lo cual la situación rápidamente será liberada, pues al integrar las enseñanzas de la vida se terminan los ciclos karmicos repetitivos.
En pocas palabras, la resistencia, la negación y el apego son energías rígidas que nos mantienen en círculos karmicos permanentes, pues es negarse a crecer y aprender. La Aceptación y la adaptación son energías en movimiento que activan la espiral de la evolución hacia un nuevo salto de consciencia.
Recordemos entonces que la esencia primaria de nuestro Ser es aceptación y adaptación, sabiduría que es transmitida por el Agua.
Kai de Sirio
Namaskar
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