Hay una sección interesante en el Midrash que tiene que ver con la porción
de Bamidbar y la festividad de Shavuot. Dice en el Talmud que
en el primer día que los israelitas llegaron al Sinaí, Moshé no les dijo nada
porque tenían lo que se conoce como “debilidad del camino”. ¿Qué es esta
debilidad del camino? Explica que este es el poder de Amalek, el
poder de desistir, es entender o pensar que no podemos lograr algo o que no lo
merecemos.
Así que vamos a estar claros acerca de qué es lo que está sucediendo en esta historia. Esto ocurre después de que
los israelitas salieron de Egipto, después de la División del Mar Rojo, después de que viajaron por el desierto. Llegan al Sinaí después de cincuenta días, y observan el fuego ardiendo en la cima del monte. Pero en el último día, a medida que se acercan más al Sinaí para recibir la Luz del Árbol de la Vida, de Bilá HaMávet LaNétsaj, los israelitas se dan por vencidos. Es como si alguien que ha estado viajando en bote de una costa a otra durante meses, repentinamente cuando ve que está a pocos metros de su destino, desiste, lo cual es ridículo; si estás en medio del océano y no ves ninguna costa ni tierra firme, ese es el momento para darse por vencido, no cuando ya has viajado durante meses y ves la costa a unos cuantos metros de distancia. ¿Cuál es entonces la lógica detrás de desistir? No tiene ningún sentido.El Shemí
Shmuel explica que los israelitas —quienes tenían un gran entendimiento y una
gran conciencia— estaban usando la lógica. Ellos pensaron que si iban a
conectar con la Luz de la eliminación del dolor, el sufrimiento y la muerte de
este mundo, tenían que estar muy puros, muy santos y muy conectados. Ellos
vieron que esta gran revelación debía ocurrir el día siguiente, y dijeron:
“Observen dónde estamos. No estamos listos”.
Si Moshé les
hubiera dicho que tenían otros cien días, no se habrían dado por vencidos,
porque habrían pensado: “En cien días creceremos y cambiaremos. Haremos el
trabajo espiritual. Estaremos listos”. Pero en ese preciso momento, cuando se
suponía que recibirían la conexión con Bilá HaMávet LaNétsaj el
día siguiente, ellos dijeron: “No estamos listos. Sabemos cuán lejos estamos.
Sabemos cuánto más debemos cambiar”.
Pensar de
esta forma - y esto es algo que nos ocurre todo el tiempo - es un terrible
error. A veces no podemos o no estamos dispuestos a aceptar las cosas porque la
lógica aparece, como lo hace en esta historia. El Creador dice: “Mañana van a
recibir Bilá HáMavet LaNétsaj”. ¿Y qué dice la lógica? “Espera un
segundo. Déjame pensar. ¿Dónde estoy? ¿He crecido lo suficiente? No, no estoy
listo”. Y ese pensamiento enredó las cosas en aquel entonces y también nos las
enreda actualmente todo el tiempo. Hay un punto en el que debemos decir: “No
tiene ningún sentido, pero yo tengo la certeza más allá de la lógica de que voy
a recibir esa Luz”.
A menudo en
la vida, consciente o inconscientemente, disminuimos en acciones y en
pensamientos el trabajo que realizamos porque pensamos que no estamos listos;
si una gran persona justa ora por otra persona, por ejemplo, tiene sentido. Eso
sanará a la otra persona, le traerá una gran cantidad de Luz. Esa acción puede
crear milagros. ¿Pero, yo? Quizá trabaje otro año más y así estaré en un nivel
más elevado y entonces mis acciones podrán tener influencia. No; las oraciones
pueden tener influencia en este momento. Y todas las herramientas que tenemos
pueden traer Luz, bendiciones y milagros justo ahora. No caigas en la lógica
de Amalek, la lógica del Lado Negativo.
Los
kabbalistas dicen que si suficientes personas tuvieran certeza en que Mashíaj —el
fin del dolor, el sufrimiento y la muerte— está por llegar, este llegaría.
¿Pero qué sucede? La lógica aparece; “No lo merezco, no lo merecemos, el mundo
no lo merece”. No seas lógico. No utilices la inteligencia para analizar lo que
nos merecemos, lo que tú te mereces, lo que el mundo se merece.
Mashíaj puede venir. Las herramientas que tenemos son
lo suficientemente fuertes. La Luz que hemos revelado es suficiente. Tenemos
que tener certeza más allá de la lógica. Este es un entendimiento tremendamente
importante.
La razón por
la cual muy a menudo no nos metemos de lleno en nuestro trabajo espiritual es
porque tenemos estos pensamientos lógicos mentirosos de Amalek que
dicen cosas como: “Sé que Shavuot puede traer Bilá HaMávet LaNétsaj. Sé
que el Zóhar puede poner fin al dolor, el sufrimiento y la muerte… pero yo aún
no estoy en ese nivel. Denme otro mes. Denme otro año. Denme otros cinco años.
Así sí estaré en el lugar en que mi trabajo pueda manifestar esas cosas”.
Esto es lo
que les ocurrió a los israelitas, y esa es la razón por la cual,
desafortunadamente, aún seguimos allí.
Amalek aún tiene este dominio lógico sobre nosotros.
El Lado
Negativo es muy inteligente. Nos dice por qué no estamos listos. Pero tenemos
que estar claros en Shabat Bemidbar. A medida que nos preparamos para Shavuot,
tenemos que despertar dentro de nosotros la certeza de que la conexión que
hacemos ahora puede revelar toda la Luz. Este Shavuot puede revelar Bilá
HaMávet LaNétsaj. Sólo necesitamos deshacernos de toda lógica.
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