Centro Holística Hayden

Escuela de Autoconocimiento personal y espiritual

Master Reiki Usui - Master Reiki Karuna - Master Reiki Egipcio Seichim - Terapeuta Holística - Facilitadora espiritual - Numeróloga Evolutiva Humanista.

A través de estas herramientas te encuentras con tu verdadero Ser...aqui estamos....esperando darte la mano.........

22 de octubre de 2015

COMPARTIENDO COMPRENSIONES

¡Hermanos, que la confraternidad de ángeles y humanos se fortalezca en la Tierra!

El poder que le da a nuestra vida entrar en el Ritmo, en la vida regulada por el Alma, nos saca de la rutina y de los viejos y dañinos hábitos y nos coloca, majestuosamente en el Ritual.

Un aspirante a servidor, alguien que ama el Servicio y encuentra alegría en el servir, sabe que está caminando para convertirse en un Alma encarnada en la forma, y que ahí está, el que de verdad puede servir.

Mientras caminamos hacia ese estado, que alcanzaremos rápidamente si aprendemos a vivir en la conciencia del servicio grupal, es bueno que, nos comportemos “como si” ya fuéramos el Alma sirviendo en la forma.


El Alma sirviendo en la forma vive la vida con alegría y todo lo hace para cumplir con la Voluntad de Dios. Se relaciona con sus hermanos en el perfecto ángulo recto, no con el ángulo agudo, donde piensa y se sirve más a si mismo que a los demás, tampoco en el ángulo obtuso donde vive pendiente de los que los demás quieren y lo hace, sin considerar si es o no Voluntad de su Alma que eso ocurra.

Cuando el Alma ha tomado el comando, la vida fluye a través de nosotros y se nota hasta en nuestros movimientos, en nuestras palabras, en el tono que usamos y en la postura desde la cual nos relacionamos con los otros.

Actúa como si el Alma estuviera al comando y saluda a todos, sonríe y da las gracias por cada pequeño servicio que recibes, sobre todo da las gracias a los que todos los días y por muchas horas permanecen cerca de ti, sirviéndote y apoyándote en tu casa, en tu lugar de trabajo.

Cuando el Alma está en nosotros podemos dar las gracias al Sol y a la vida por cada nuevo amanecer y al atardecer en ese instante en que el sol pasa a alumbrar otra zona del planeta, invocar el Fuego Violeta a través de decretos como servicio a todo lo que respira.  Que todo lo que vibra reciba un baño de Luz Violeta purificadora, transmutadora.

Cuando vivimos en la Luz del Alma sabemos que somos uno con cada humano de la Tierra y que lo que pensamos de cada uno, lo que sentimos sobre cualquiera, lo que hablamos de otra persona, lo estamos haciendo sobre el cuerpo de humanidad, es decir sobre nosotros mismos.

Que la visión de la Vida Una se encarne en todos y cada uno de nosotros. Que difundamos la Luz en forma de alegría.

Desde el fuego del corazón,

Marta N. Paillet  

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