La semana empieza con la Luna Menguante en Virgo en oposición a Neptuno en Piscis. Si intentamos ordenar y parece que no hay manera, que no nos sorprenda. Esto nos puede servir para hacernos más conscientes de en dónde tenemos que fluir y en qué tenemos que discernir y ser más precisos.
La semana en general nos permitirá recuperarnos de la resaca del Eclipse. El Sol en Sagitario formará un enérgico trígono de fuego con Marte en Aries. Nos ayudará a seguir moviéndonos hacia delante con nuestros proyectos. Ya se empieza a notar la inminente conjunción de Júpiter y Saturno; podemos empezar a plantearnos qué cambios grandes queremos llevar a cabo en nuestra vida. Poco a poco; primero es tener las ideas claras y luego actuar en consecuencia.
Mercurio en Sagitario, muy optimista y expresivo, puede perder un poco el
norte por la tensión que sufre a lo largo de la semana con Neptuno. Nos puede
generar confusión y pereza pero también, si conectamos con nuestra parte más
profunda e intuitiva, nuevas revelaciones sobre temas con los que solo usando
nuestra parte más racional no hemos avanzado. El intelecto y la intuición juntos
nos pueden llevar a buen puerto.
Neptuno es bastante
protagonista esta semana debido a su
reciente cambio de dirección y lentitud. Su energía estará muy presente también
por una cuadratura con el Sol al principio de la semana. Si necesitamos descansar
y meditar, nos lo permitimos.
La Luna en Libra
durante el miércoles y jueves nos ayudará a establecer cierta armonía y paz. Es
favorable para la diplomacia. Cuando entre en Escorpio el viernes de
madrugada, podrán desencadenarse algunos dramas emocionales que
deberíamos resistir y purgar, para prepararnos para la Luna Nueva en
Sagitario del 14 de diciembre que se presentará con un Eclipse.
La conjunción del Sol
con el Nodo Sur también nos invitará a soltar karmas pasados para evolucionar
ya a una nueva etapa más ligera después del eclipse.
© Margit Glassel
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