Adaptado del pódcast de Sed Espiritual de Monica y Michael Berg. Escúchalo y subscríbete aquí.
Estar enfermo o lesionado nunca es divertido. Es doloroso, incómodo y a menudo nos impide hacer las cosas que nos gustan. Pero la recuperación física también puede ser un momento poderoso de crecimiento y transformación.
Con frecuencia estamos más presentes mentalmente cuando
tenemos dolor e incomodidad. Esto a veces puede llevarnos a tener la abrumadora
sensación de que nos estamos perdiendo la vida. Por otro lado, podemos usar
este momento para conectarnos con nuestra alma, nuestro verdadero ser, y
determinar nuestras intenciones de hacia dónde queremos ir.
He aquí tres consejos para mantenerte positivo en momentos de
sanación:
1. Ten la certeza de que es aquí donde debes a estar.
Es fácil creer que el Creador quiere lo mejor para nosotros
cuando estamos transitando buenos tiempos, pero tan pronto como la vida se pone
difícil o el resultado no es claro, empezamos a creer que el Creador no podría
querer esto para nosotros.
Hay incontables razones espirituales para todo lo que nos
sucede, la mayoría de las cuales somos completamente incapaces de ver o
comprender. Tener certeza en el universo significa saber que todo lo que llega
a tu vida es para ayudarte a desarrollarte, crecer, tener más plenitud y
experimentar más bendiciones sin una comprensión lógica del propósito
específico de esto. Estás donde tienes que estar en cada momento, incluso
cuando las cosas no van de acuerdo con tu plan. Hay un propósito superior más
allá de nosotros.
Es muy difícil mantener esta conciencia mientras estás en
medio de tiempos difíciles. ¡Se necesita mucha práctica! Prueba mantener esta
mentalidad en los momentos más simples, como cuando alguien te hace perder unos
minutos de tu tiempo o cuando llegas tarde por culpa del tráfico, y será más
fácil hacerlo en los momentos más importantes. Trata de recordar: “Si estoy
aquí, es porque mi alma necesita esto ahora mismo. No hay nada mejor que esto
para mí. No lo siento así, no es mi decisión, pero despierto la certeza de que
es aquí donde necesito estar”.
2. Reformula tu experiencia preguntándote: “¿Qué quiero
aprender de esto?”.
Una de las muchas razones por las que enfrentamos desafíos es
para impulsarnos hacia un mayor crecimiento y una mayor plenitud. Es saludable
sentir curiosidad por las cosas que nos ocurren y buscar la oportunidad en el
desafío. Esto requiere que miremos nuestros obstáculos no desde una perspectiva
de “¿Por qué a mí?”, sino desde la mentalidad de “¿Qué quiero aprender de esto?
¿Hay algo que debería o podría hacer de forma diferente en el futuro? ¿Cuál es
la oportunidad para que yo pueda hacer algo diferente en mi vida a partir de
ahora?”.
Los contratiempos son una oportunidad para reiniciar y
reevaluar. Aunque nunca podremos conocer todas las complejas razones
espirituales de las cosas que nos ocurren, podemos al menos empezar a
comprender una fracción de las lecciones que debemos aprender y aprovechar la
oportunidad para fijar nuestras intenciones de cara al futuro.
3. Siente tus emociones negativas, pero dales un límite de
tiempo.
Cuando intentamos vivir una vida espiritual, es fácil caer en
la trampa de creer que tenemos que estar siempre contentos y
positivos. ¡Esto en realidad puede llevarnos a sentir exactamente lo contrario!
Hay un momento importante para sentir nuestras emociones negativas. Cuando
negamos esta parte de nosotros mismos o la menospreciamos, perdemos
completamente la oportunidad de transformarla.
Cuando te sientes en tu punto más bajo, no solo hay un
propósito para ello, sino que a menudo es el momento más poderoso de tu vida
para la transformación y las bendiciones. Según la sabiduría de la Kabbalah,
los momentos de tristeza o dolor no son realmente negativos, sino que son la
cubierta de una enorme cantidad de bendiciones que están por llegar. La
experiencia del dolor es un importante peldaño hacia el crecimiento, la
sabiduría y la plenitud.
Reconoce tus sentimientos, pero no pases demasiado tiempo
ahogándote en ellos. Tu próxima gran bendición está al otro lado del miedo, la
duda o la frustración.
Cuando pasamos por dificultades, ya sea una dolencia física o
cualquier otro desafío, podría parecer que nos estamos perdiendo la vida. Pero
el descanso y la sanación son su propia forma de productividad. El Creador
quiere que estés exactamente donde estás en este momento, incluso si las
razones están fuera de tu comprensión. Aprovecha la oportunidad para reevaluar
tus prioridades, concentrarte en el crecimiento y abrirte a las bendiciones que
están a la vuelta de la esquina.
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