El inicio de la porción de Qui Tisá habla de la gran Luz que fue revelada a través de la construcción del Mishkán, el Tabernáculo. Al explicar el tipo de Luz que fue revelada, los kabbalistas citan un versículo de Proverbios el cual dice que el dar del individuo, o su despertar o deseo de dar y compartir, eliminará sus límites.
"Adherir nuestras almas a la Luz del Creador”.
En la esencia de ese versículo y enseñanza está el concepto de
lo que Rav Áshlag llama devekut, que es de lo que trata realmente
la sabiduría de la Kabbalah: la adhesión de nuestra alma a la Luz del Creador y
la sensación de esa adhesión que está más allá de lo físico. Los beneficios de
esa unión, del acercamiento de nuestra alma a la Luz del Creador, son tan
poderosos que si concentramos verdaderamente nuestro trabajo y conciencia en
adherir más nuestra alma a la Luz del Creador, desaparecen todos los límites y
bloqueos que hay en nuestra vida.
Pero ¿cómo hacemos que este concepto de devekut sea
un poco más práctico? Hay una herramienta sencilla que todos podemos comenzar a
usar. Rav Áshlag explica que cualquier dolor, carencia o tristeza que sintamos
solo tiene una causa: la distancia o separación entre nuestra alma y la Luz del
Creador. Podríamos pensar que es causado por alguien que nos hace algo o por la
influencia de alguien en nuestra vida, pero no es así. La verdadera razón es
solo una: nuestra alma está alejada. Mientras más esté apartada o separada de
la Luz del Creador, más tristeza, oscuridad y carencia se manifestará en
nuestra vida.
Por lo tanto, Rav Áshlag nos dice que la herramienta que
podemos usar cuando estemos en momentos de tristeza u oscuridad es detenernos
y, en lugar de dejarnos llevar, decirnos: “Sé por qué está pasando esto. Sé por
qué estoy sintiendo esta oscuridad y tristeza. Ocurre porque mi alma no está
adherida a la Luz del Creador como debería”. Y ese pensamiento, por sí solo,
inicia el proceso de reconexión y provoca cercanía con la Luz del Creador.
Entender que la razón por la que nuestra alma vino a este mundo es adherirse
por completo a la Luz del Creador en realidad hace que el concepto de devekut sea
mucho más práctico y no sea solo un abstracto concepto espiritual.
Los kabbalistas dicen que cuando un individuo despierta el
deseo de su alma para reconectarse y adherirse a la Luz del Creador, rompe los
límites de su deseo espiritual y, luego, le desaparecen todos los demás límites
gracias a ello. Ya hemos aprendido que la vida de una persona está planificada
desde que nace. Todas las bendiciones potenciales, todo el crecimiento
potencial, todo lo que potencialmente se manifestará en la vida de esa persona
está planificado, como también ocurre en Rosh Hashaná. Sin embargo, ¿qué
ocurriría si quisiéramos más que eso? ¿Qué ocurriría si deseásemos romper los
límites que fueron creados para nosotros? La única manera de romper los límites
de las bendiciones que han sido preparadas para nosotros es sobrepasar los
límites de nuestro propio deseo espiritual.
"Mi copa está rebosando con
bendiciones. Ellas sobrepasan los bordes de mi copa”. — el Rey David
Creo que la mayoría de la gente siente un deseo de conectarse
con la Luz del Creador en Su forma más pura. Sí, a veces también pensamos en
las bendiciones de las que nos podríamos beneficiar, pero en su forma más pura,
todos tenemos cierto deseo de obtener devekut, unión con la Luz del
Creador. Si este permanece igual, entonces los límites que cubren nuestras
bendiciones también continuarán siendo los mismos. Podemos recibir bendiciones,
pero hasta cierto límite. Si nuestro deseo por acercarnos a la Luz del Creador
es restringido, los límites para recibir bendiciones también lo serán. Pero si
podemos despertar un mayor deseo de conexión entre nuestra alma y la Luz del
Creador, también se rompen los límites que tenemos para recibir bendiciones.
El despertar de un mayor deseo de conexión con la Luz del
Creador rompe los límites en torno a nuestras bendiciones y entonces, los
kabbalistas enseñan, la persona puede conectarse con el nivel en el que hay
bendiciones ilimitadas. El Rey David dice en Salmos, cuando habla de las
bendiciones que desea despertar: “Mi copa está rebosando con bendiciones. Ellas
sobrepasan los bordes de mi copa”. Nosotros también podemos, y debemos, lograr
realmente romper los límites que restringen nuestras bendiciones. Pero solo hay
un modo de hacerlo, hay que romper los límites de nuestro deseo espiritual.
Por lo tanto, todos debemos preguntarnos: ¿Ha aumentado mi
deseo? ¿Sigue igual? Si no cambia, los límites de nuestras bendiciones seguirán
iguales también. Y aunque la mayoría de nosotros no se haya motivado
constantemente para romper los límites de nuestro deseo espiritual a fin de
obtener unión total con la Luz del Creador, el proceso inicia simplemente con
entender que la manera de romperlos es desear hacerlo.
Si queremos eliminar un bloqueo y que una bendición sea
ilimitada, tenemos que romper los límites de nuestro deseo espiritual. Si
nuestro deseo espiritual es el mismo semana tras semana, mes tras mes y año
tras año, también las bendiciones seguirán en su estado limitado. Por ende,
debemos usar la herramienta de la que habla Rav Áshlag y tener en claro que
cada vez que sintamos tristeza, oscuridad o dolor, debemos detenernos y decir:
“Sé que solo hay una razón por la que estoy viviendo esto. La conexión entre mi
alma y la Luz del Creador es limitada, y quiero que sea ilimitada. Quiero
romper los límites de mi deseo espiritual. Necesito encontrar nuevas maneras de
despertar un deseo mayor”.
Esta es una de las oportunidades disponibles para nosotros en
Shabat Qui Tisá. Y, por supuesto, no solo la queremos para este Shabat, sino
que queremos tener este entendimiento y conciencia siempre, a lo largo de
nuestra vida, para poder despertar devekut, la unión de nuestra
alma con la Luz del Creador y, de ese modo, romper los límites e infundir
bendiciones ilimitadas en nuestra vida.
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