Meditación Belleza: “ En las rosas lila cobra vida el dulce aroma; los mil tonos del amanecer cuentan la historia del alma ”. Incluso en el camino al infierno, las flores nos traen felicidad. Son frágiles, efímeras, intransigentes... Ni nosotros ni nadie puede cambiar la naturaleza de las flores. Es cierto, fácilmente podemos marcharlas, pero ¿qué podemos hacer realmente? ¿Podemos obligarlas a someterse a nuestros caprichos?
Las flores despiertan sentimientos dentro de
nosotros, como el de evitar el mal y ser apreciados. El mundo en el que vivimos
es feo y cruel. En un mundo así, debe haber sutilezas a las que debemos prestar
atención, debemos buscar la delicadeza. Para lograrlo, debemos sanar lo áspero
y cruel, curar lo que es grosero, llegar a la delicadeza de sentimientos
(refinamiento). Las flores dedicadas al altar son los regalos más preciados. El
dinero es vulgar, la comida es ordinaria. Solo las flores son puras e inocentes.
Al ofrecerlas, también ofrecemos pureza y limpieza.
La delicadeza de las flores evoca en nosotros
sentimientos de compasión, comprensión y empatía. Es bueno que la belleza sea
frágil. La vida pasa rápidamente. Ante la efímera naturaleza de la vida, uno no
debería apresurarse en apreciar la belleza.
Fuente: Escuela Claridad
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