El aumento del caos, la confusión y la violencia en todo el mundo tiene mucho que ver con las densas energías tridimensionales que están apareciendo en este momento. Hay quienes viven plenamente desde la conciencia tridimensional y han mantenido ocultas sus creencias de separación a los demás, pero a medida que emergen energías de baja resonancia como parte del proceso de limpieza de la Tierra, sienten que están alineados con ellas y lo interpretan como un permiso para actuar de acuerdo con sus creencias. Muchos también están malinterpretando las energías de empoderamiento espiritual que fluyen hacia la Tierra en este momento.
En
ocasiones, el proceso de limpieza obligará a que una bolsa de energía vieja que
se encuentra profundamente enterrada salga a la luz como una manifestación
física grave. Esto sucede en situaciones en las que se ha vivido una
experiencia horrible, dolorosa o torturante en una vida pasada, una experiencia
que el alma traumatizada ha reprimido profundamente para no recordarla nunca o
volver a vivirla sin darse cuenta de que, al hacerlo, está almacenando esa
energía vieja en lugar de librarse de ella.
No
intentes adaptar la verdad espiritual al sistema de creencias tridimensional
con el que estás familiarizado, porque las ideas, creencias, reglas y formas de
la espiritualidad tridimensional son, en su mayor parte, conceptos. Éste ha
sido el error de casi todas las religiones organizadas, en las que el fundador
original poseía un estado de conciencia altamente evolucionado y enseñaba la
verdad, pero después de que él se fuera, los seguidores que no poseían el mismo
estado de conciencia altamente evolucionado del fundador comenzaron a
interpretar, enseñar y cambiar el mensaje original para adaptarlo a sus estados
de conciencia. Ésta es la razón por la que la verdad nunca debe organizarse.
Los
medios de comunicación, las religiones organizadas, los gobiernos, los
educadores y los llamados expertos de todos los campos siguen promoviendo la
programación tridimensional. Aprenda a ser un observador. Esto no significa que
no vea o que no esté al tanto de las situaciones mundiales, sino que, en
silencio y en secreto, traduzca las apariencias externas a su realidad, a lo
que subyace a ellas.
Esto
no significa que no debas prestar ayuda cuando y donde sea necesario.
Reconocer
la verdadera naturaleza de cada persona, independientemente de lo
espiritualmente inconsciente que pueda ser. Permitir que las apariencias se
desarrollen sin tratar de sanarlas, cambiarlas o corregirlas, sabiendo que son
imágenes formadas por la mente, manifestaciones de una conciencia colectiva
formada por la dualidad, la separación y la creencia en dos poderes. Ser un
observador es muy parecido a ver una película.
La
conciencia divina es omnisciente, omnipresente y omnipotente y se expresa
infinitamente en ti, como y a través de ti y de toda la vida.
Omnisciencia
significa que Dios lo sabe todo, que es plenamente consciente de todo lo que
existe. Cuando esto se conoce, se entiende, se acepta y se convierte en un
estado de conciencia realizado, se elimina cualquier necesidad de rogar,
implorar o decirle a Dios lo que se necesita. Puede que te preguntes: "Si
la Conciencia Divina sólo conoce la realidad de SÍ Misma y, por lo tanto, no
tiene conceptos ni conciencia de los sueños que sueña el mundo tridimensional,
¿cómo puede Dios saber lo que necesito aquí en la Tierra?" Así es como la
Mente (que en realidad es la Mente Divina individualizada) funciona como una
vía de conciencia que interpreta el propio estado de conciencia. La Mente se
basa en una conciencia de omnisciencia y la traduce como las formas que una
persona necesita y con las que puede relacionarse.
El
científico puede encontrar de repente la solución a un problema científico en
su pensamiento. Un profesor puede encontrar sin esfuerzo una forma nueva y
mejor de presentar un tema que ha estado buscando. La música original fluirá a
la conciencia de un músico y una inspiración totalmente nueva llegará a un
artista. Una persona se encontrará con el manitas, el fontanero, el
electricista, etc. perfecto que pueda necesitar.
Omnipresencia
significa que Dios está en todas partes, llenando todo el espacio porque ELLO
es todo el espacio. ELLO es todo lo que es y, por lo tanto, nada puede existir
ni ha existido nunca fuera de la Conciencia Divina. Si haces tu cama en el
infierno, Dios estará allí. No hay necesidad de ir a un edificio
espiritualmente dedicado para encontrar a Dios porque Dios está dondequiera que
estés. Dios está en el campo de batalla, en el fuego y el diluvio, en las
iglesias y en las prisiones, en los bosques y los océanos, en el cielo, la
tierra y todo el espacio, pero en gran medida no se lo reconoce ni se lo
experimenta porque la mayoría de los humanos hasta ahora están creando su mundo
a partir de creencias de dualidad, separación y poderes distintos del UNO.
Omnipotencia.
Dios es el único poder. De hecho, hay muchas cosas que afirman tener poder y lo
tienen en el mundo tridimensional. La creencia en poderes distintos de Dios es
idolatría y mantiene a la persona esclava a los efectos de aquello a lo que le
está otorgando poder: personas, cosas, dinero, gobiernos, iglesias, clima,
gurús, enfermedades, etc., etc. Dios es el único y absoluto poder simplemente
porque solo Dios es ...
El
mundo tal como lo habéis llegado a entender cree erróneamente que la totalidad
de una persona es su humanidad, el sentido material que veis de ella. La
omnisciencia, la omnipresencia y la omnipotencia constituyen la esencia y la
realidad de cada individuo, independientemente de su nivel de conciencia
espiritual o de sus acciones. Esto no significa que no haya necesidad de
cárceles, consejeros, médicos, etc. Las personas sólo pueden oír y comprender
según su estado de conciencia, pero hay ayuda disponible para todos los niveles
de conciencia.
La
evolución es el proceso de despertar de un sueño muy largo (a veces placentero
y a veces una pesadilla) de ser una persona débil, indefensa, víctima de la
dualidad, la separación y dos poderes.
El
mundo está despertando.
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