¡Queridos Hermanos, que la consciencia de la Vida Una y nuestro vivir, movernos y tener el ser dentro de los grupos que conformamos, ilumine nuestra existencia en el plano!
La Gran Encrucijada para nosotros es como responder, como reaccionar a los múltiples impulsos que nos llegan: por un lado del Alma llevándonos a abandonar por obsoletos los paradigmas que nos centran en la importancia personal, y por el otro los impulsos que vienen de la vida de las formas, de nuestros pensamientos, de nuestros deseos, de nuestras emociones, que nos llevan a caer, sin remedio, en el espejismo de
la separación que tiene su corolario mas desviado en el “Sálvese quien pueda”
En Escorpio, pasamos las pruebas y la gran prueba hoy es recordar, que nosotros nos hemos comprometido en traer a la manifestación, todo lo que implica la Exteriorización de la Jerarquía y la Reaparición de Cristo. Esto significa que no es nuestra tarea destruir viejas formas obsoletas, nosotros no hemos venido a darle el toque final a nada. Nuestro enfoque debe estar puesto en la revelación de la Nueva Civilización que está utilizando todos los espacios libres para exteriorizarse.
Se exterioriza a través de las Leyes y Principios que el Maestro Tibetano sintetizo para nuestra comprensión, Los Tres Principios son: 1- La Divinidad esencial en todo ser humano, todo ser humano es, en su esencia divino y en consecuencia su persona es sagrada para cada uno de nosotros. Si tengo algo que impugnar que sean sus conductas, pero nunca su persona. Cuando buscamos solucionar conflictos decimos “Separe la persona del problema”, 2- El Principio de Buena Voluntad, esto es el principio que nos hace saber que oculta en el corazón de cada humano está la energía de la Buena Voluntad, y que debidamente estimulada será la gran redención de los vínculos entre humanos y entre todos los seres de todos los planos. Trabaja intensamente para hacer aflorar esa energía en las acciones y en las palabras de todos los humanos, para que la Luz se distribuya en forma de alegría sobre toda la faz de la Tierra. 3- El principio de Unanimidad que indica que cada uno de nosotros tiene una esencia igualitaria que hace que la evolución no sea un asunto de uno de nosotros sino de “todos juntos podemos”.
Las leyes que surgen de estos principios son las que nos van a permitir tomar decisiones hacia la construcción de una Nueva Civilización y especialmente apoyar a todos aquellos servidores que en el mundo están trabajando en ese sentido.
La Ley que surge del principio de Buena Voluntad es la Ley de Rectas Relaciones, en un primer término esta Ley nos exige tener vínculos saludables con todos los humanos. Cuidar las relaciones e impedir la ruptura de las mismas para mantener sano el entramado de la vida. Las relaciones correctas son relaciones sanas, las relaciones sanas son relaciones confiables donde cada uno sabe lo que puede esperar del otro y se puede apoyar en eso en el. Si desconfío, si me estoy defendiendo de todos, si dudo de todos, enfermo mis relaciones, pongo en peligro los vínculos, debilito la trama de la vida. Las relaciones se sostienen y se sanan cuando nos comunicamos correctamente y cuando reconocemos en el otro, a otro humano, sagrado, único.
Cuando hemos alcanzado estas rectas relaciones entre los humanos debemos avanzar en las correctas relaciones con los integrantes de todos los reinos llamados inferiores, reino animal, vegetal y mineral.
También debemos trabajar las correctas relaciones con todos los planos y con todos los seres con los que compartimos la existencia.
Un ejercicio central para esa Red de Rectas Relaciones es cada mañana reconocer el sol dentro de tu corazón, conectarlo con el corazón central del planeta, conectarlo con el corazón del Sol Central del Sistema Solar y de allí con el Sol Central de la Galaxia, esto nos hará recordar el largo camino hacia el cumplimiento de la Ley de Rectas Relaciones que estamos transitando. Desde lo más profundo del corazón
Marta N. Paillet
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