Por Vicente Anglada
Vicente.— En nuestra conversación del mes anterior nos referimos concretamente a los triángulos cósmicos que inspiraron el proceso de la iniciación. Vimos así, en un rápido bosquejo, ideas que antaño pertenecían al entrenamiento iniciático de los discípulos del mundo y aquellos que estaban preparados para dar el salto que va del 4º Reino al 5º Reino de la Naturaleza, que va del Reino Humano al Reino de los Cielos. Asistimos así a la creación de nuestro Sistema Solar, con aquellas grandes conjunciones magnéticas que propiciaron el aspecto nacimiento de una gran Entidad psicológica perteneciente a la gran cadena de Sirio. Vimos después, siguiendo el hilo de estos grandes triángulos iniciáticos de nuestro Sistema Solar, cómo y de qué manera un triángulo constituido por ciertas definidas constelaciones como son la constelación de Sagitario, de Géminis y de Cáncer, que dieron la oportunidad de manifestación física de nuestro Logos planetario a través de aquella Entidad esotéricamente conocida como SANAT KUMARA,
proveniente del esquema venusiano, es decir, de la cadena de Venus. Después asistimos al nacimiento del Reino Humano como tal, y entendiendo por Reino Humano al hombre-animal de aquellos tiempos, hace unos veinte millones de años, en que había conseguido un cuerpo físico de tremendas proporciones porque tenía que luchar contra un ambiente hostil y adverso de proporciones para las cuales nuestra mente no está capacitada para su comprensión. Y, una conjunción similar a la anterior, por medio del planeta Júpiter, Mercurio y Venus, propició una respuesta desde el Corazón Místico del Sol, tal como esotéricamente se dice, que dio como consecuencia la venida de los Ángeles Solares, aquellos que la tradición, la leyenda del más acendrado misticismo, nombra o denomina los Prometeos del Cosmos. Así que la bella leyenda de Prometeo, de aquel hijo de dioses, que apiadado de la oscuridad con que viven los hijos de los hombres, aprovecha el sueño de Júpiter, su padre -todo esto es simbólico-, para robarle el fuego creador y la luz para llevarla a los hombres de la Tierra que viven en la ignorancia y que viven en las tinieblas, y fruto de ello es el tremendo castigo que Júpiter impone a su hijo Prometeo, encadenándole a una roca en el espacio, siendo sus entrañas picoteadas por los buitres. Las entrañas, como ustedes saben, constituyen el aspecto conflictivo de la humanidad por cuanto tiene relación con el plexo solar, que es donde está luchando actualmente toda la humanidad. Bien, entonces, siguiendo la derivación de esos triángulos, quizás sería útil también interpretar el valor del triángulo cósmico constituido por tres grandes Entidades que están actualmente canalizando las energías de la Constelación de Acuario. Estos excelsos seres son: el Avatar de Síntesis, conectado con la Constelación de la Osa Mayor; tiene relación también con el Espíritu de la Paz, un excelso Ser psicológico que está tratando de llevarle a la Tierra las energías que proceden de Sirio; y tenemos también al Señor Buda, que está tratando de llevarle a la humanidad las energías que proceden del Gran Centro Planetario de SHAMBALLA, en el desierto de Gobi. En el centro de este triángulo se halla, como siempre, la legendaria imagen del Cristo, aquel que en los lenguajes orientales se denomina el Señor Maitreya, pero que cíclicamente reencarna para llevarles a los hombres, cual otro Prometeo, la luz y el amor que existen en el Corazón del Logos solar. Bien, habiendo llegado a este punto, ustedes se preguntarán, quizás, si todo cuanto estamos diciendo a cerca de los Rayos puede tener alguna importancia práctica para el hombre moderno inmerso en situaciones conflictivas, viviendo dentro de las tensiones propias de esta era técnica y ver si es posible realmente que podamos captar un significado de tal naturaleza, que podamos incorporarla a nuestra conducta cotidiana, constituyendo puntos de luz para esta luz del Cosmos que es el centro y la guía de nuestras voluntades. Ustedes objetarán, quizá, que no tenemos nada que ver como seres humanos con las grandes Constelaciones anteriormente reseñadas, y que lo que nuestro mundo moderno precisa singularmente es un equilibrio de valores sociales. Yo tengo que decirles a ustedes que una gran parte de los males que asolan a la humanidad es porque la mente de la humanidad está cristalizada. Está cristalizada en valores que pertenecen al pasado, está cristalizada en valores que viven y se mueven dentro de la órbita de lo tradicional, de aquello que fue, y yo me pregunto si no podemos ensanchar un poco la órbita de nuestros conocimientos, si no podemos ensanchar nuestra mente al extremo de poder captar siquiera en una débil medida esta luz del Cosmos de la cual es portador Prometeo. Entonces, ustedes también se preguntarán, cómo y de qué manera podemos ser conscientes del Prometeo que está dormido en el corazón del hombre. Yo les diría que la humanidad está pasando ahora por una gran crisis iniciática que debe conducirle al umbral del 5º Reino de la Naturaleza, y que esta crisis forzosamente tiene que producir grandes dificultades en el orden espiritual y también en el aspecto psicológico. Todo cuanto existe por doquier es una obra dentro de la cual siempre se ve una imagen de Prometeo, si se nos dice que Dios está en todas las cosas, este Dios está latente en el corazón del átomo como está latiendo en el corazón de la más esplendente de las galaxias. Solamente es la conciencia que cada cual hace de la forma que le envuelve lo que dificulta su apreciación del Cosmos, y si les hablo, precisamente, de abrir la mente al Cosmos, es para evitar el proceso de cristalización al cual está expuesta la humanidad siguiendo las líneas de mínima resistencia de lo tradicional o de lo arcaico o de aquellos valores trascendidos. Nuestra mente está capacitada para crear, entonces, sólo falta restituirle a nuestra vida psicológica aquella luz que en el principio de los tiempos, en el principio de nuestra vida como entidad de Reino, debemos conquistar. Así, que toda la problemática social se halla circunscrita en la relación que podemos establecer conscientemente con el Prometeo que, según se nos dice, es el Ángel Solar, al cual nos hemos referido anteriormente. En todo caso, todo cuanto existe en la naturaleza es la obra de una luz que nosotros debemos captar en la medida de nuestras fuerzas hasta constituir un valor permanente en nuestra vida y, al propio tiempo, que tenga una efectividad práctica para que al esoterista no se le tenga que tildar de visionario, de romántico de las cosas superiores. El proceso normal y real del espíritu se inicia con el contacto que puede establecer nuestra entidad psicológica humana, constituida por una mente, por una sensibilidad emocional, y por un cuerpo físico, con esta entidad que llamamos el Ángel Solar. Ustedes saben que la representación de la estrella de cinco puntas es el símbolo de Cristo en la Nueva Era, los valores fundamentales del espíritu están siempre depositados en manos de los grandes Maestros que están viviendo dentro del 5º Reino y están tratando de aproximar a todas aquellas unidades de conciencia de la humanidad que den el esfuerzo requerido dentro de su naturaleza psicológica y que vivan en armonía con los demás. Entonces, el primer paso para la conquista de Prometeo es el equilibrio de valores psicológicos. ¿Por qué se le representa a la personalidad integrada en forma de triángulo equilátero? Porque cuando existe un triángulo equilátero perfecto se está reproduciendo en pequeña escala, pero, completamente y a su propia medida, la luz que vive dentro de lo más esencial de nuestra naturaleza divina que es el espíritu. Tal como decía Pablo de Tarso, el hombre, el ser humano, para ser más exactos, está constituido de espíritu, de alma y de cuerpo, podríamos decir -según las técnicas modernas de apreciación psicológica- que el hombre es un compuesto de mente, de sensibilidad y de actuación o de conducta, o si ustedes prefieren de voluntad de acción, que es la que lleva a la conducta. Entonces, si estamos realmente interesados en mejorar el ambiente social tendremos que mejorar nosotros esencialmente. ¿Por qué no podemos creer en milagros? Porque el milagro no existe, solamente existe un esfuerzo del ser humano buscando un arquetipo, una superación, una perfección, y es este gigantesco esfuerzo del hombre buscando el arquetipo de perfección lo que hace que el ambiente social tenga otro valor desde el punto de vista de la ética y de la moral. Simplemente esto. No podemos abarcar el mundo desde el ángulo de la gran colectividad humana, solamente podemos abarcar el arquetipo, la perfección, desde el ángulo de vista del hombre, habida cuenta de que la sociedad es un conjunto de seres humanos, y que no puede fallar el ser humano sin que falle la humanidad. Entonces, todo reside en el hombre y, por lo tanto, en el esfuerzo del hombre para adaptarse a la situaciones conflictivas manteniendo siempre en su mente y corazón la idea del arquetipo o del Prometeo que infundida en su vida le permite sostenerse y equilibrarse en este mundo de conflictos y de caos. Siempre he dicho y repetido en varias ocasiones, que el hecho de que ustedes estén aquí escuchando una conversación esotérica que yo estoy incapacitado para probarles objetivamente y que siempre estoy insinuando el valor de la intuición para llevar adelante todo el proceso espiritual en el ser humano, y que solamente existe una potencia dentro del corazón que impele a la mente a buscar esa esencia creadora por doquier que les atrae a ustedes como en este momento, al amparo de un ideal que ustedes saben que está más allá de sus concepciones actuales, pero que, sin embargo, presienten en su corazón. Y es esta realidad, es este placer de lo intuitivo, es esta fuerza impelente del espíritu lo que hace que realmente podamos establecer un nexo de unión entre la pequeña personalidad integrada dentro de los factores mentales, emocionales y físicos, y que pueda ascender a la búsqueda del Ángel Solar, y esto lo hacemos siempre que estemos atentos, siempre que estamos investigando, siempre que estamos de acuerdo con la ley, siempre que estamos buscando realmente aquel arquetipo que sabemos existe en una desconocida parte de nosotros mismos. Desde el momento en que hay fruición en el esfuerzo, que existe el gozo de la búsqueda, que existe un propósito definido en el ser que trata de revelarse en lo más alto y elevado de uno mismo, ya estamos creando las nuevas situaciones para la humanidad, y eso ustedes lo saben, y todo este proceso se puede hacer técnico, pero, hablando de Rayos ¿se puede aplicar una técnica para todos y cada uno de nosotros? Hemos hablado de la individualidad creadora inmersos dentro de una sociedad envuelta en tantas y tantas energías, aparentemente contradictorias, dentro de tantas cualidades y matices como nos depara la vida psicológica del ser humano, dentro de tantos conocimientos diversos, de tantas ideas acerca de Dios y de tanta separatividad existente. Hay que refugiarse, de vez en cuando, en la idea de esta Entidad espiritual que nos da vida y que nos sostiene en el esfuerzo del camino. Cuando hablamos de sendero, sendero es el nombre generalmente empleado en misticismo para explicar la traslación de la conciencia del ser humano de lo físico a lo emocional, de lo emocional a lo mental, de lo mental a lo causal, y de lo causal a lo espiritual, y todo esto está regido por la ley y energía de los Siete Rayos, y la pregunta que ustedes se formularán inmediatamente será, ¿cómo puedo yo distinguir cuáles son los Rayos que me caracterizan o los Rayos o las energías que matizan o que me condicionan? Lo importante son las reacciones de nuestra vida psicológica al ambiente y a las circunstancias. Desde el momento en que ustedes están plenamente atentos y apercibidos al proceso que se está estructurando a su inmediato alrededor y le prestan todo el calor de su vida, están definiendo sus Rayos de actividad, por el poder de la magia de la palabra, cada vez que formalizamos de forma técnica una explicación más o menos técnica de los Rayos, estamos adentrándonos, vía antakarana, este hilo de luz que nos conecta con el Ángel Solar, estamos adentrándonos ya por la línea de nuestros Rayos, y cuando hablamos de sendero estamos hablando de la línea de nuestro propio Rayo, y siempre he tenido interés en repetir, y no me cansaré nunca de hacerlo, de que no se pueden dar técnicas generales de entrenamiento espiritual a todas las personas, que cada persona es un caso, como cada enfermo clínicamente es un caso, biológicamente hablando. Cada persona es su propio Rayo de actividad, y ustedes saben que los Rayos de actividad son los que mueven la vida de la naturaleza, empezando por la séptuple división de nuestro Universo en siete planos, con los siete grandes sonidos creadores, con los siete colores que todos conocemos, y las siete notas musicales conocidas que convergen en las formas geométricas de toda la naturaleza, siempre partiendo de la base del siete. Y ustedes quizás no podrán estar de acuerdo en el aspecto cósmico de la naturaleza de los Rayos tal como los hemos estado estudiando aquí, pero ustedes no podrán negar nunca los colores del espectro solar, ni la calidad de los sonidos musicales que nunca pueden escapar del orden del siete. Entonces, solamente hay que estar atentos a todo cuanto está ocurriendo en nuestra vida por dentro y por fuera, y ser conscientes progresivamente de estas energías que nos condicionan. No podemos abarcar el tema de los Rayos de una manera muy concreta y definida porque a pesar de que hemos hablado del principio de los Rayos, que hemos hablado de su progresión a través del tiempo, hablando incluso de lo que podemos decir sobre la gran analogía de los Rayos a través de los planetas sagrados, no podemos hacerlo sin ser tildados de visionarios, pero, cuando vayamos examinando el proceso de los Rayos tal como se manifiestan en cualquier ser humano, se darán cuenta de que se necesita una gran atención para poder precisar alguno de sus significados. Solamente como una pequeña muestra, un pequeño ejemplo de esta complejidad, tengan en cuenta que el individuo tal como está constituido, tal como se conoce actualmente, es un espíritu que tiene un Rayo particular, la Mónada es el nombre esotérico del Espíritu al que se refiere Pablo de Tarso, tenemos también que el Ángel Solar en su propio plano también tiene un Rayo particular, tenemos también que la mente tiene un Rayo particular, que está condicionado emocionalmente por otro tipo de Rayo, y el cuerpo físico cristaliza también en una energía típica de Rayo, y para que el proceso sea más complejo tengan en cuenta que este ser que todos conocemos bajo el nombre de personalidad está también condicionada por un aspecto de Rayo. Son seis Rayos que gravitan sobre el individuo, pero cuando nos referimos por ejemplo al proceso de integración mediando la técnica adecuada, solamente podemos decir que el hombre debe estar muy atento para descubrir su propio sendero, pero como que el individuo por su propio pasado, por su apego a los valores tradicionales a los cuales nos hemos referido, está constantemente buscando las líneas de mínima resistencia resulta que se adhiere o que utiliza cualquier sendero que se le presente sin dificultades, y así a través del tiempo han surgido los yogas y los distintos tipos de entrenamiento espiritual por medio de la meditación. Si la meditación o el yoga están de acuerdo con la característica del ser, de acuerdo, la cosa marcha por su dirección definida y correcta, pero, todo yoga o todo sistema de entrenamiento meditativo se da en forma general atendiendo la pluralidad del individuo o inmerso dentro de una masa condicionante de la humanidad y no como una entidad singular y creadora cual es el hombre en sí. De ahí que existe el peligro de regresión cuando cualquier tipo de persona no ha educido de sí mismo el sendero que debe llevarle a la vida espiritual del Ángel Solar, (y) se puede fácilmente desviar, entonces, ¿qué es lo que ocurre?, existe una fragmentación del propósito, la persona llega a persuadirse de que para él no existe el sendero y está prácticamente incapacitado para la lucha por los valores eternos del espíritu. Pero existe para todo ser nacido, y para todo hombre inteligente y mujer de buena voluntad, un sendero único que es el sendero de la atención formidable, depositada esta atención en los valores actuantes de la vida, y esta atención es la que nutre la psicología del ser con el matiz de lo espiritual porque sin darse cuenta está creando el sendero, el sendero que lo va apartando de la masa y lo hace cada vez más singular, más individual, cuidado no digo individualista, digo individual en el sentido de lo singular. Está integrando los valores de la mente y de la emoción y del cuerpo de tal manera que esos Rayos funcionan de una manera sincrónica y armoniosa, y resulta en este momento que el individuo está hallando por propia iniciativa, y sin cuidado aparte alguno de elemento externo, cuál es su verdadera línea de Rayo. ¿Qué es lo que ocurre precisamente cuando estamos interesados en cualquier problema, en cualquier situación? Cuando toda nuestra mente, nuestro corazón y nuestra voluntad están depositados en cualquier momento del tiempo existe una solución de tipo inmediato, porque la solución es que el observador y lo observado se constituyen en un solo ser. Cuando se constituye este solo ser entre muchas personas existe paz individual y paz social, ¿verdad?
Dense cuenta del valor de la atención para descubrir los Rayos, cada cual tendrá la atención de su propio Rayo. ¿Ustedes saben cuáles son los Rayos? Para aquellos que nunca han asistido a estas conversaciones se los voy a definir rápidamente. Hay siete grandes líneas de energía cósmica que están actuando en el planeta Tierra y que convergen sobre cada uno de nosotros. Los Rayos, según la definición clásica, son los siguientes: El 1er Rayo de Voluntad Dinámica; el 2º de Amor Atrayente; el 3º de Inteligencia Activa; el 4º de Belleza y Equilibrio; el 5º de Ciencia Concreta; el 6º de Devoción hacia la Obra de Dios; y el 7º de Cumplimiento. Cada uno de ustedes está inmerso en los valores de estos Rayos, y cada uno de los Rayos cuando se hace psicológico está empleando una técnica definida, una magia podríamos decir, magia liberada del fruto de la tradición arcaica o de la superstición, es expresión del espíritu en materia, en forma material, por el poder del espíritu se crean las formas y entonces el alma ocupa estas formas, y todo este complejo está constituido por la fuerza de los Rayos. Para ayudar en la pesquisa de esta cualidad que ustedes mismos irán descubriendo progresivamente les diré que la magia del 1er Rayo es la diplomacia, y es la diplomacia porque la expresión del 1er Rayo en el mundo de las actividades humanas es la ciencia del gobierno y la política de los pueblos. ¿Se han dado cuenta de que no podemos separar la política de un pueblo de la diplomacia? Hablo en sentido psicológico, si les hablase a ustedes de los Rayos en un sentido cósmico cambiaría la perspectiva, pero lo que nos interesa fundamentalmente es que tengamos siquiera una vislumbre de lo que es la línea de Rayo cuando a través de nuestra naturaleza psicológica se convierte en una actividad, y cuando esta actividad se convierte en un campo definido de servicio a la humanidad. El campo del amor universal o del amor atrayente, siempre ha sido el de acercamiento de los hombres entre sí, que es el empeño de la religión. La religión, liberada de la tradición, liberada de su propia estructura, nos da la imagen de este amor universal, por cuanto el término mismo de religión es amor hacia todo, es convertir al hombre en un hermano del otro. Y, el 3er Rayo, la Inteligencia Activa, es la mente abstracta del hombre, es la búsqueda del arquetipo, es la adaptación de todas las actividades humanas hacia ese arquetipo, y la magia siempre será el poder que tiene el hombre de adaptarse personalmente al Ángel Solar; es la función del 3er Rayo, y Rayo debido a que constantemente están hablando del arquetipo y están tratando de acercarse al arquetipo, y la ciencia moderna está también tratando por sus medios de localizar ese arquetipo en la formas. El 4º Rayo, el Rayo del Equilibrio y de la Armonía, se manifiesta mágicamente como Belleza, la belleza que imprimimos o tratamos de imprimir en nuestros actos siempre es un fruto del 4º Rayo, siendo la expresión, su campo de servicio, el arte creador, y cuando hablo del arte creador no me refiero simplemente al campo artístico de los músicos, de los pintores o de los poetas o de los escritores, me refiero a la capacidad que tiene el hombre de embellecer su vida, y embellecer con esta cualidad innata a todo cuanto le rodea. No se trata de ser artista en un campo específico del arte sino que hay que ser artistas constantemente. El 5º Rayo de la Ciencia, el Rayo concreto, el Rayo de la investigación, utiliza como magia la investigación concreta, tratando de revelar arquetipos, tratando de hallar en el corazón de cada cosa viviente el aliento de Dios, de ahí el porqué están tan hermanados los Rayos 3º y 4º, y también el 5º de la ciencia. El 1º Rayo presenta la imagen de un arquetipo, el 4º Rayo lo embellece y el 5º lo transforma en imagen plástica, y todo el mundo, como hace el científico, puede darse cuenta de lo que es realmente un arquetipo. Bien, el 6º Rayo es el de la Devoción de Dios hacia su Obra. Utiliza la magia de la aspiración superior que está latente en todos nosotros, y cuando se proyecta en el mundo de los hombres se convierte en ideal puro, es decir, que la misión del 6º Rayo es convertir las ideas en ideales, concretizar estos ideales y hacer que la idea se manifieste ostensiblemente. Y existe también el fanatismo del 6º Rayo, cuando el ser humano está tan apegado a su propia aspiración debido a la fuerza del 6º Rayo cae en el peligro de la petrificación o de la cristalización, pero cuando el 6º Rayo ha sido completamente liberado de lo aparente se convierte en el ideal puro, en la verdadera devoción, en el culto al ideal. Y se nos dice que el 7º Rayo es el Rayo del Cumplimiento, y que el cumplimiento entraña como magia el orden y la organización. La magia que organiza, la magia de ajuste y de organización lleva como consecuencia la revelación de los arquetipos. La idea del 1Rayo de embellecer el mundo a través de buenos gobiernos debe hallar su réplica en la naturaleza más honda a través de aquello que llamamos la afinidad química, que es el autogobierno de cada átomo existente, que permite que los átomos por afinidad química, por afinidad de Rayo, podíamos decir, se agrupen formando moléculas, las cuales se convierten en células y las células se convierten en cuerpos. Quede una idea esquemática y general de los Rayos, ustedes saben que no podemos emplear la técnica utilizada en la televisión en la película “La saga de los Rius” en la que dan todo, una idea, después otra idea, y siempre es lo mismo repetido, pero podemos dar una imagen de conjunto, eso sí que debemos, es nuestro deber porque frecuentemente vienen personas que no han asistido a las anteriores reuniones y que, por lo tanto, les falta un nexo de unión con las nuevas ideas. He dado un poco de idea acerca de lo que llevó a la existencia el Ángel Solar para demostrarles que cuando hablamos de singularidad nos estamos refiriendo a esta Entidad, a esta estrella, y, ¿cuándo legión de psicólogos y filósofos de todos los tiempos han pertenecido al 3er er alcanzaremos la gloria de la singularidad? Solamente cuando hayamos integrado los valores fundamentales, los de la mente, los de la sensibilidad emocional y los de la conducta física. Una vez logrado este precioso artefacto o mecanismo habremos creado ya la línea que nos conecta directamente con el Ángel Solar. También he dicho muchas veces, y hay que repetirlo, que toda cosa nacida en la naturaleza está sujeta a tres grandes vertientes conducentes siempre a la liberación de un arquetipo, es un proceso a seguir, es un secreto que tiene que ser revelado y es un objetivo que debe ser cumplido. En el ser humano estamos tratando de buscar el arquetipo que nos corresponde como seres humanos, y yo digo que ese arquetipo es el Ángel Solar en el plano causal. Todo este proceso se puede medir en términos de evolución y que el secreto que tenemos que revelar es el secreto de traslación, y que el objetivo siempre será la transfiguración, la transfiguración medida siempre en términos de arquetipo solar: si podemos compararnos con una lejana estrella podremos decir que tenemos la luz del Sol en nuestro interior a pesar de que el triángulo que nos envuelve está constituido por materia lunar, y aquí hay un indicio para el esoterista. Estamos tratando de integrar la materia lunar que constituye nuestros cuerpos conocidos para incorporarlos al destino oculto que solamente guarda el Ángel Solar en sus misteriosas reconditeces mentales. Todo este proceso ustedes dirán es simple, que el yoga ya lo ha dicho, que el esoterismo clásico ha hablado constantemente de ello, yo digo una cosa, existe lo que llamamos la gran tradición hermética que viene del más lejano pasado, desde la institución de la Jerarquía Espiritual en el planeta Tierra hasta la consumación de ese arquetipo en la 7ª Subraza de la 7ª Raza y, naturalmente, no podemos estar pendientes del tiempo cuando estemos hablando del cosmos, porque al hablar del cosmos ya estamos introduciéndonos dentro del gran río iniciático que debe conducirnos al propio espíritu y a no quedarnos simplemente en el Ángel Solar: el Ángel Solar es un intermediario que está como Prometeo encadenado en cualquier ignorado rincón del plano mental de nuestro universo esperando que el hombre lo libere. Ahí está el proceso, por así decirlo, práctico, de todo a cuanto nos estamos refiriendo al gran tema, al profundo y complejo tema de los Rayos. Estamos tratando de vincularnos con este Ser que desde hace veinte millones de años está aguardando a que el hombre lo libere. Entonces, no vamos a hablar del ángel como de un recreo mental o como un estímulo de nuestro intelecto, estamos hablando del Ángel Solar como una gran y profunda responsabilidad del ser humano que ha visto, aunque sea siquiera en una débil medida, aquella luz que debe transformarnos en Prometeos. Ahí está el proceso y ahí está también la gran aventura de la conciencia, ahí está también el gran desafío para el hombre inteligente de nuestra era, de esta era de oportunidades que todos estamos viviendo. Y, hablando en términos psicológicos, podríamos decir que hay tres grandes poderes actuando en este esquema, que quizás se vean mejor aquí, [lo explica en la pizarra] y son que al hombre se le denomina siempre el inmanente, está siempre dentro de algo que le condiciona, y cuando en un aspecto superior la psicología habla del yo superconsciente o supraconsciente, en realidad está tratando de descubrir el arquetipo, aquello que esotéricamente y también místicamente se denomina el Yo trascendente. Es decir, que el paso de la evolución, lo que debe convertir al ser humano en una entidad divina es el antakarana, este hilo luminoso que arranca del corazón y de la mente del hombre y que converge en la mente y el corazón del Ángel Solar, estableciéndose así una línea vinculativa de valores psicológicos que hace que lo inmanente se convierta en trascendente, y también que la fuerza de lo trascendente se pueda manifestar a través de lo inmanente. Cuando psicológicamente se nos habla ya del Yo trascendente es que dentro de la psicología se empieza ya a demostrarse esta fuerza superior del espíritu que trata de ser consciente en el hombre. Ha llegado el momento en que se debe realizar una fusión de voluntades, esa voluntad dispersa que es el hombre cuya misión es centralizar sus actitudes o sus líneas típicas de Rayo para convertirse en un ser integrado o la integración de un proceso de sus mecanismos de trabajo para llegar a remontar su vida dentro de la vida del Ángel Solar, y este Ángel Solar, este Yo trascendente del cual empieza ahora a ocuparse la ciencia psicológica, es la esperanza para un mundo mejor. No se trata de vanas teorías, se trata de que cada uno de nosotros tenemos dentro de nuestro corazón la fuerza misteriosa de este Ángel, y cuando se nos dice ocultamente, místicamente, “Cristo en ti, esperanza de gloria” se está refiriendo siempre a esta entidad intermediaria entre el hombre y la propia divinidad, y cuando esto ya es un hecho, cuando el hombre ha ascendido por la ruta de traslación, revelando secreto tras secreto y consiguiendo la revelación de misterio tras misterio, podemos decir entonces que se está realizando en la vida un milagro, y ese milagro es el milagro de orden para este siglo de caos. Un orden, un equilibrio y una armonía que todos tenemos el deber de establecer en la Tierra. Muchas gracias, y ahora espero sus preguntas.
Interlocutor.— Para encontrar nuestro arquetipo y nuestro Rayo, que es el único Rayo que lleva el arquetipo, el que del momento en que fuimos emanados o proyectados, hay siete tipos, nosotros para encontrar este arquetipo, este arquetipo está en el corazón pero he leído en un libro de sabiduría, no sé si se puede responder esto, que a veces no está en el corazón porque según el Rayo no pertenece al corazón, puede pertenecer a otros sitios de nuestra constitución humana. ¿Puede que sea así también esto?
Vicente.— Sí, bueno es que el individuo, el ser humano, es el recipiente de muchos Rayos de poder, pero hay un Rayo especialmente que lo condiciona, es el Rayo del Ego. Habitualmente este Rayo permanece desconocido, pero siempre actúa dentro del corazón, como un misterio vital, está íntimamente relacionado con el átomo permanente, pero esto nos llevaría a largas conclusiones que esperamos realizar en próximas conversaciones. Pero, si existen dentro del ser humano, dentro de su expresión etérica, siete centros o siete chakras de poder, enlazados a otras tantas glándulas endocrinas de la naturaleza física, es una suposición muy lógica que tengamos en cuenta que un Rayo tal que nos condicione operará más fundamentalmente, y, ¿cómo puede ser descubierto? Dónde más actuación tenga, y por eso digo que la persona ha de estar atenta, si la persona se da cuenta de sí misma, lo cual raramente ocurre, verá que dentro de su naturaleza existe una fruición especial, una predisposición hacia algo que le matiza completamente, no es que desdiga la fuerza de los Rayos, nos referimos a un Rayo principal. Una persona puede ser muy mental o muy emocional o, típicamente, digamos, volitivo, y quién va a decir cómo somos nosotros. Yo diría que si la persona pudiese estar en plena observación de sí misma, lo cual no ocurre, si pudiera estar muy atenta al proceso vital de la existencia, lo cual tampoco ocurre u ocurre muy raras veces, si pudiese estar investigando constantemente todo cuanto le rodea, descubriría los Rayos que le condicionan. Pero, el hombre, el ser humano, está constantemente pendiente de lo externo y como que la fuerza de los Rayos condiciona los ciclos de vida de la naturaleza, como condiciona las razas, como condiciona a los pueblos y circunstancias de esos pueblos, y como que condiciona a una nación particular, y todo viene condicionado por la fuerza de los Rayos, lógicamente tenemos que estar muy atentos a las reacciones de nuestro yo hacia estas fuerzas externas para saber la forma de reacción, y esta forma de reacción será el indicio de cuál es nuestro propio Rayo. Por eso insisto en el peligro del yoga, teniendo en cuenta que los yogas principales están demostrados aquí tal como han sido clásicamente expresados desde el tiempo de Patanjali: dense cuenta que el cuerpo físico siempre está regido por el Hatha yoga, el cuerpo emocional es un Bakti yoga en evolución, y el cuerpo mental es siempre Raja yoga, ahora bien, interesa descubrir el Agni yoga, el yoga del Ángel Solar o el yoga de Síntesis o el yoga de Fuego, para pasar a Devi yoga que es el yoga de la Tríada espiritual, constituida por Atma, Budi y Manas, o el aspecto Voluntad, Amor y Sabiduría de la Divinidad que está operando sobre la Mónada espiritual. Entonces, el problema, muy complejo aparentemente, se simplifica al máximo en la medida en que por la atención voluntaria hacia todas las cosas de la vida, hacia todas las situaciones y hacia nosotros mismos, estamos educiendo aquella rara capacidad de ser singulares en nuestras expresiones. Dejamos de pluralizar y entonces nos convertimos en este propio Ángel Solar, porque ahí está la gran singularidad espiritual que el ser humano desconoce, al menos en sus líneas generales, y el hecho de que ustedes estén aquí es quizás el amor que sienten por el Ángel Solar, porque del Ángel Solar se estiliza toda la fuerza creadora y toda la fuerza que tiene que depararnos la gran singularidad humana. Y ahora estamos asistiendo en esta nueva era a una expresión total de singularidad, y no va a triunfar el hombre en el aspecto competitivo si no es en términos de singularidad. Se nos dice también, esotéricamente, y dejo esto a la intuición de ustedes, que tiene que existir una revelación general de la divinidad para este próximo siglo o a finales del presente siglo, y yo me pregunto si las eras son el producto de una constelación o de un grupo de constelaciones, o bien si vienen inspiradas por las necesidades psicológicas de los seres humanos que han provocado estas situaciones, me pregunto también si podemos detener como Josué la marcha del Sol, que es el símbolo de que el ser humano puede crear y destruir su propio destino, y, naturalmente, la persona que quiera crear su propio destino tendrá que romper con toda la tradición, que es la que creó un destino con el cual no se está conforme. Si hemos llegado a esta conclusión verán ustedes que las técnicas que han servido hasta aquí no nos convencen, porque todavía no han desterrado del corazón del hombre el egoísmo ni la agresividad. Entonces, como dijimos el otro día, ha fracasado la tradición, ha fracasado la estructura del yoga, ha fracasado la Iglesia, ha fracasado el sistema económico, social y político de las naciones. ¿Qué queda de todo esto? Solamente una cosa invicta: el hombre, y es el hombre el símbolo del Ave Fénix, el que resurgiendo de las cenizas de esta sociedad caduca debe educir un tipo humano capaz de restañar las heridas, capaz de vivir enfrentando la realidad dejando las ilusiones del pasado y enfrentando el futuro con una sonrisa a flor de labios.
Llegando a este punto, yo creo que todos estamos interesados en descubrir este proceso en marcha, este proceso cuya consecuencia es la liberación y cuya realidad inmanente y trascendente es la fraternidad, y que la palabra fraternidad no sea como siempre ha sido una mera palabra, encubriendo hechos fundamentalmente egoístas, creando situaciones ambiguas y haciendo que los seres humanos dejen de serlo para convertirse en bestias. Esto es, esotéricamente hablando, una parte positiva y práctica, y si el estudio de los Rayos, repito, no puede hacer que dentro del corazón no se nos muestre, no se nos grabe un arquetipo esencial como es el Ángel Solar, ¿de qué nos servirá? Estamos asistiendo a un proceso en marcha, y este proceso es tan rápido que solamente las mentes muy rápidas podrán ponerse a su altura. Y, naturalmente, cuando hablamos de una mente muy rápida debemos referirnos forzosamente a una mente sin peso, sin gravedad alguna, sin apegos al fruto de la tradición y sin que piense tampoco en los frutos de nuestra acción para el futuro. Y la pregunta siempre es la misma: ¿podemos mantenernos anclados en el presente sin que la mente se oriente hacia delante o hacia atrás, viviendo íntegramente este momento que estamos viviendo, que es el que tiene valor esencial?, ¿o vamos a realizar lo que siempre hemos hecho, de vivir al compás del tiempo y de enfrentar las situaciones de este momento con aquellos remedios tradicionales del ayer? Solamente se trata de esto, y esto, para mí el más formidable desafío para una mente investigadora y libre, para una mente capaz de vivir en desapego y capaz de vivir en plena libertad.
Interlocutor.— Cuando el ser se funde en el Todo porque ya no es nada, ¿es entonces cuando es una verdadera individualidad?
Vicente.— ¿Cuándo se funde en el Todo?
Interlocutor.— Porque él ya no es nada, está haciéndolo todo…
Vicente.— Exacto. Es que, naturalmente, filosóficamente, se nos dice que el Todo y la Nada son la misma cosa. Se puede crecer hasta Dios, hasta el máximo, confundiéndose como el humo que cuando sale de la chimenea es muy oscuro, muy opaco, pero que conforme se va diluyendo en el éter se va quedando convertido en la propia sustancia del éter, o utilizando el método místico, de reducir la personalidad a lo más mínimo hasta quedar reabsorbida por la fuerza creadora del Cosmos, entonces el Todo y la Nada son la misma cosa, lo único que separa al hombre del Todo o la Nada es el algo que es, esta pequeña individualidad enclaustrada, inmersa en tres mundos distintos que no puede superar porque no los puede controlar, pero es realmente así, y siempre hemos tenido un empeño en decir que la liberación del hombre no es la pérdida de su individualidad, de su yo en el infinito de la divinidad, sino que es el infinito de la divinidad el que se vuelca sobre el hombre y le deifica, y el hombre es un Dios y un hombre, tal como fue Cristo, por ejemplo.
Interlocutor.— Antes cuando ha hablado del yoga ha dicho que “cuidado con el yoga”, ¿no? Por otra parte, cualquier actividad que tengamos forma parte de un cierto yoga, [Sí], de algún tipo de yoga, entonces, cuando dice que cuidado con el yoga qué quiere decir, ¿que no cojamos del yoga del que no tenemos que participar?
Vicente.— Sí, comprendo la idea. Exactamente. Dense cuenta que el hombre utiliza sin darse cuenta todos los yogas, cuando está pensando, por ejemplo, muy activamente está desarrollando la técnica del Raja yoga, cuando está siguiendo los impulsos de su corazón está educiendo las técnicas del Bakti yoga, y cuando está realizando cualquier actividad física, como el deporte, por ejemplo, está actualizando las técnicas del Hatha yoga. Ahora bien, se trata aquí de descubrir el yoga principal de nuestra vida, el sendero que debe conducirnos a nuestro propio Señor de Rayo, por ello habrá que estar muy atentos y vigilantes para poder descubrir este hilo luminoso que tendrá que convertirse en el antakarana que nos conducirá hacia la propia revelación de nuestro Rayo o al propio Rayo o a la Esencia o Causa de nuestro Rayo, o a la Vida psicológica de nuestro Rayo. Es decir, si estamos constantemente apercibidos, si estamos constantemente investigando, estamos realizando la plenitud del yoga, no estamos siendo condicionados por una aventura particular de Rayo sino que estamos manejando todos los Rayos que convergen sobre nuestra pequeña personalidad, en tanto que cuando estamos distraídos, cuando estamos pasando por la vida como unos entes sin ninguna condición mental que desarrollar, simplemente marcando el compás del tiempo, entonces, existe el peligro de que la fuerza de los Rayos que envuelven el planeta en un momento dado del tiempo, el Rayo nacional, el Rayo de la propia raza a la cual pertenecemos, se introduzcan en nuestra mente y corazón y nos guíen por caminos que no son los del propio Rayo. En definitiva, todos los Rayos están trabajando de acuerdo, como los colores del arco iris o las siete notas musicales, es el acorde, la armonía, esta música de las esferas formidable que emite cada Logos planetario, lo que realmente unifica todas las cosas. Y, repito, solamente el ser humano diversifica, divide y se separa de los demás, y es todavía agresivo, entonces, si existe un espíritu de investigación en el ser humano, si está realmente interesado en descubrir los valores del espíritu, no tendrá que separarse un momento del tiempo para practicar el yoga o para practicar la meditación del tipo que sea, sino que toda su vida tendrá que ser un yoga, toda su vida tendrá que ser una meditación. ¿Están de acuerdo? No podemos separar el principio del fin o el propósito de la meta, el propósito y la meta son de la misma sustancia, y desde el momento en que nos separamos de la meta por cuestión de sustancia estamos divagando, estamos convirtiendo la sociedad en lo que es: en un mundo de confusiones y conflictos dentro de un gran espíritu de acometividad o de agresividad.
Leonor.— Quería que explicaras si es conveniente, si puede haber alguna relación entre los Rayos y las influencias de los astros.
Vicente.— Naturalmente que sí. Es decir, que los Rayos y las influencias, por ejemplo, estelares, deben estar completamente de acuerdo habida cuenta de que los Siete Rayos no son sino emanaciones de siete grandes planetas sagrados de nuestro Universo, y que cada planeta, conocido o desconocido, que cada tipo de galaxia, que cada expresión particular dentro del Universo está regida por una línea particular de Rayo. Hemos dicho, por ejemplo, que la llegada al planeta Tierra del Prometeo del Cosmos, o simbólicamente, el Ángel Solar, se produjo como consecuencia de una posición astrológica ideal constituida por tres grandes planetas sagrados, y que la Tierra en aquel momento ocupaba el centro, igual que la personalidad del hombre y, entonces, cuando se creó en los lugares cósmicos un triángulo equilátero perfecto en el mismo plano y dimensión entre Júpiter, Mercurio y Venus, se produjo una invasión de fuerza creadora o de aportación de energía de la propia Divinidad para el planeta Tierra. Esta fuerza tremenda, estos Rayos de luz creados por estas grandes constelaciones operando sobre determinados planetas produjo como consecuencia la venida de los Ángeles Solares, de los cuales muy tenuemente nos habla La Doctrina Secreta y Tratado sobre el Fuego Cósmico. Así, pues, todo está dentro de la astrología esotérica, todo está dentro del máximo aliciente del hombre que investiga, porque estamos acercándonos progresivamente a las causas, siguiendo el hilo de los efectos, que podemos contactar en nuestra vida. También sabemos que el hecho de que el hombre tenga un límite dentro del claustro materno de nueve meses constituye también una gran singularidad del Cosmos, porque conocemos que Mercurio pertenece al 4º Rayo y que Venus pertenece al 5º, y que sumando el 4º con el 5º nos dan el 9 del ser humano. Sabemos también que el 9 es el número de la iniciación, porque la Mónada que es siempre Voluntad, Sabiduría y Actividad se refleja en otro gran triángulo que es Atma, Budi, Manas y que finalmente convergen en el ser humano como mente, expresión de voluntad o cuerpo y como emoción, se trata de tres trinidades que conforman el 9. El 9 es el número del hombre, pero también es el número de la iniciación. Todo está regido por ciclos inmortales creados por los astros, así que cuando se nos habla, por ejemplo, de los ovnis o de la ciencia ficción en sus aspectos más elevados, no se remontan siquiera a una de las pequeñas causas creadoras de nuestro Cosmos, del que conocemos. En realidad, el Cosmos es una entidad solidaria, y no tienen mucha importancia las visitas entre los astros, interesa solamente que existan buenas relaciones. Yo puedo asegurarles que existen buenas relaciones, porque cada planeta tiene su Jerarquía, cada Sistema Solar tiene su Jerarquía y todas las Jerarquías están de acuerdo. Luego el temor a la venida de los “marcianos” o “venusianos”, o Dios sabe quiénes, siempre es fruto de una imaginación poco acorde con el esoterismo, poco de acuerdo con la lógica desde luego. Como la ciencia, que todavía está especulando sobre si hay vida en el Universo porque el Universo no da la vida que existe en el planeta Tierra. ¿Se dan cuenta ustedes? En el siglo XX… y sabiendo sólo que hace tres siglos fue quemado Giordano Bruno por decir que la Tierra era solamente un satélite del Sol, o porque Miguel Servet dijo que la sangre circulaba a través del cuerpo, desdiciendo las lecturas de las doctrinas sagradas, o por qué Galileo tuvo que retractarse de la verdad del Universo ante el tribunal de la Santa Fe. Entonces, estamos todavía cristalizados en el tiempo y, naturalmente, para descristalizarnos habrá que abrir nuestra mente a las cosas universales que son la única garantía de que el hombre pueda vivir un día una vida mejor que la presente, que la que conocemos.
Interlocutor.— Para descubrir el Rayo de la personalidad y el Rayo del Alma, podríamos decir que el Rayo de la personalidad es el que nos da las características para enfrentar las cosas de la vida y el Rayo del Alma es el que nos da la característica de servir a los demás, la forma de servir.
Vicente.— Sí, justo. Realmente es así, exactamente.
Interlocutor.— ¿Usted cree en los extraterrestres? [¿Cómo?] ¿Que si usted cree en los platillos volantes o en los extraterrestres?
Vicente.— Yo no he visto ninguno. [Risas] Solamente puedo decir aquello que yo considero lógico. El día que yo pueda contemplar un platillo volante, entonces, aquí les hablaré del platillo volante. Solamente puedo decir aquello que siento en mi corazón, pero les digo algo más que esto, les hablo de la intercomunicación entre los mundos, se trate de platillos o no. Esto no importa mucho, importa la tradición hermética de unidad y fraternidad, esa sí que tiene importancia.
Interlocutor.— Pues yo pienso que sí que existen.
Vicente.— Muy bien, de acuerdo, se acepta la idea, pero esto no entra en mi charla de hoy. Estoy seguro de que existen, quizás, relaciones cósmicas, incluso hemos mandado un objeto volador, por ejemplo, a la Luna. Hemos enviado ya tantas cosas fuera de la Tierra hacia el Cosmos que realmente nos hemos olvidado de los problemas que todavía tenemos planteados en nuestra pequeña Tierra, y para mí tiene más importancia liquidar el aspecto social de la situación en que estamos que no pensar en las visitas de las astronaves cósmicas, porque esto distrae mucho la atención de las personas, del ambiente social, porque si una persona pasa hambre es como si le hablamos del Reino de Dios, dirá “primero alimente mi cuerpo y después hablaremos de esto”. Lo mismo digo, una vez la situación del mundo haya cambiado en un sentido de paz y de fraternidad hablaremos de lo demás. ¿Qué sabemos nosotros de las relaciones fraternales de los Dioses del Cosmos si nuestra mente es incapaz de percibir la realidad de un ser humano, si somos agresivos, si somos crueles y competitivos?, ¿qué vamos a imaginar de un ser que venga a visitarnos? Le vamos a atribuir los mismos defectos que tenemos, y les vamos a agredir aunque vengan en son de paz. Entonces, busquemos la paz y hablemos después de los ovnis. Para mí esta es la idea fundamental. Hablamos de cosas cósmicas, y si digo precisamente que el Señor del Mundo vino de Venus, no les voy a decir si vino en un aparato de estos. Solamente la tradición dice que un Ser excelso de la Constelación equis que había encarnado en el esquema terrestre de Venus, aprovechando un gran mandato Solar –y hay mucho que hablar sobre esto- y la posición de la Osa Mayor, de las Pléyades y de Cáncer, trajo como consecuencia la venida de un Ser de Venus. Había una afluencia de energía que llegó aquí y encarnó aquí, se nos dice. Hablo más que de ciencia ficción, estamos introduciéndonos juntos en un mundo que parece irreal, de tanta grandeza que hay inmerso en este aspecto. Por lo tanto, la cuestión de los ovnis para mí no tiene importancia fundamental. Ahora bien, lo fundamental es que sí, que somos Hijos del Cosmos y que vamos hacia el Cosmos. Para mí esto es esencial.
Interlocutor.— ¿Se podría llegar a nuestro nivel a determinar en el espacio y en el tiempo el momento aquel en que se volcaron aquellas energías provocadas por esa posición astrológica excepcional?, ¿se puede fijar más o menos aproximadamente el momento en el tiempo y en el espacio, y el momento de la evolución de la especie en que se llega al homo sapiens?, ¿se ha podido precisar esto o es un terreno que la ciencia todavía no lo sabe?
Vicente.— Yo creo que sí, pero, dense cuenta, de que todo cuanto realizamos, todo cuanto se realiza queda grabado en el éter, la conciencia del hombre, todo cuanto somos en espacio y en tiempo ha venido segregado por una multiplicidad de recuerdos, y los recuerdos encadenados han constituido nuestra conciencia, no podemos separar ningún recuerdo de nuestra conciencia porque la conciencia dejaría de ser. Entonces, lo mismo que hablamos del individuo podemos aplicarlo a un momento estelar del tiempo, porque todo está dentro de la memoria cósmica de la naturaleza o de la memoria de Dios, si usted quiere. Pues bien, si tenemos la capacidad de establecer este contacto con el Ángel Solar y ascender hacia arriba, hacia el contacto con la Mónada y podamos establecer relación con la propia Divinidad, es decir, con su campo de recuerdos y memorias, podremos establecer con toda concreción el momento exacto en que se produjo tal acontecimiento, y ha sido la gran tradición hermética de conocedores, de clarividentes iluminados, de grandes almas que superaron la etapa humana, la que ha suministrado los datos que estamos tratando de desarrollar aquí. Por lo tanto, sí. De la misma manera que podemos reconstruir un hecho del pasado por lejano que sea de nuestra vida actual, una vez tengamos cierta parte conciencia cósmica podremos detectar los recuerdos de hace millones de años, ¿por qué no, si todo está inmerso en el tiempo, en el espacio y en la dimensión?
Interlocutor.— Lo que pasa es que entonces se produce una especie de incierto a través de esas energías sobre aquel tipo de hombre existente, que podría ser un primate o un antropomorfo.
Vicente.— Bueno, fíjese usted: la Mónada, el aspecto espiritual, es consciente en su propio plano, y en su propio plano, en contacto con la Divinidad contiene toda la esencia de la perfección y de la felicidad. Entonces, lo que necesita un Logos Solar es redimir la constitución de su propio Universo, entonces el aspecto espiritual desciende a lo más bajo, al mundo mineral, por ejemplo, y vuelve a ascender hacia arriba, llevando hasta cierto punto el sistema de evolución que se sigue en nuestro Sistema Solar, que es el que conocemos. Cuando esta Entidad evolucionante ha llegado a este punto se le llama el hombre-animal, pero carece de lo que tenemos actualmente nosotros, de una mente organizada capaz de distinguir las cosas. Como dijimos el otro día, un animalito, el perro, por ejemplo, es capaz de conocer a su amo pero nunca sabrá que conoce a su amo, lo conoce simplemente y lo ama pero no sabe porqué, está viendo la escena pero no comparte la escena, siempre es a distancia la cosa, pero el individuo no, el individuo sabe que piensa, sabe que actúa, conoce y sabe que conoce, y cuando tiene una emoción puede distinguirla, lo cual nos da cuenta de que el hombre no es la emoción, tampoco es la mente y tampoco es el cuerpo, y que habrá que llegar a un día en que hagamos como hacen nuestros hermanos los hindúes, que no dicen yo pienso, yo siento, yo como o yo hago esto o lo otro, sino que dicen con mucha razón, mi mente piensa, mi corazón siente y mi cuerpo actúa, mi cuerpo come, marcha, etc. Y esta es la base precisamente de la integración, cuando el hombre se da cuenta de que no es su mecanismo y, entonces, al conocer que no es el mecanismo empieza a dominar su mecanismo y comienza a integrarlo y es cuando realmente surge la línea verdadera del yoga, y el yoga es entonces segregado de sí mismo igual que la araña segrega su propio camino de su abdomen, de sí misma. La araña es creadora, ¿verdad?, se puede trasladar, y nosotros siendo hombres y teniendo como secreto a revelar la traslación, nos trasladamos siempre desde pequeños puntos intermediarios. ¿Está clara la idea más o menos?
Interlocutor.— Y, por cierto, dicen que ánima, que quiere decir alma, proviene de araña.
Vicente.— No lo sabía, pero vaya... si es así está muy bien, entonces estoy de acuerdo.
Interlocutor.— Usted ha hablado del yoga, creo que le he comprendido muy bien, del peligro que puede tener una persona que se sujeta a unos límites, que empieza un tipo de yoga, y pierde este afán creativo, este afán de perfeccionamiento que creo que debemos tener todos de no quedarnos en una cosa que nos enseñen porque alguien lo ha dicho, -creo que va por ahí, ¿no?-, ahora bien, en conjunto, para las personas que empiezan un camino de vida espiritual, aunque creo que Dios tiene múltiples caminos, ¿le parece a usted que puede ser un buen sistema empezar por un yoga, por Hatha yoga?
Vicente.— Sí, quizás sí.
Interlocutor.— Quizás no todo el mundo no lo necesite, pero para la mayoría ¿puede ser?
Vicente.— Para la mayoría quizás, pero dense cuenta de que una de las técnicas de Hatha yoga es pranayama. ¿Saben ustedes lo que significa pranayama? Es la ciencia de la respiración. Pues bien, cada Rayo condiciona al individuo según ciertas técnicas respiratorias. Para mí, el peligro dentro de una personalidad que funciona más o menos en los tres mundos: tratando de buscar un cierto equilibrio quizás no le haga mucho daño, pero cuando el individuo empieza a ser consecuente y, por lo tanto, empieza a respirar según su propio Rayo, es muy peligroso adquirir cierta técnica respiratoria, o pranayama, a través del Hatha yoga. Yo cuando hablo de una forma tan aparentemente revolucionaria no lo es así, es muy natural, muy lógica, y estoy hablando a un grupo selecto de personas, por lo tanto, me doy cuenta de que realmente estas personas están tratando de encontrar su propio camino de yoga, no el yoga externo. Les podría hablar de yoga, aquí hemos hablado de yoga, pero siempre teniendo en cuenta esta razón fundamental, que el camino del yoga es el camino del autodescubrimiento, el cual conduce a la plena edución del sentimiento o de la síntesis y la singularidad humana. Cuando el hombre es tal cual es –y no somos tal como somos- entonces podemos decir que ha entrado en su propia línea de yoga o en su propia línea de Rayo, o dentro del antakarana que debe conectarle con el Ángel Solar, que lleva precisamente el Rayo espiritual de su vida y es el que crea su destino, el karma y todo el proceso de la reencarnación.
Interlocutor.— Comprendido, toda la vida se convierte en un yoga. Gracias.
Interlocutor.— Entonces, para llegar a un camino tal como el que está usted explicando, para entrar en el camino que está usted explicando lo importante debe ser el control de los condicionamientos, ¿no?, porque si no hay un control de los condicionamientos no se puede parar el destino del cual no estamos de acuerdo.
Vicente.— Dense cuenta de una cosa, que no creamos un yoga para descristalizarnos o para romper un pasado o un condicionamiento de nuestros vehículos sino que al crear el descondicionamiento estamos creando el yoga, y cada cual crea el yoga según la medida de su propio descondicionamiento, lo cual no sucede actualmente porque todas las personas -porque se ha puesto de moda- han elegido un tipo especial de yoga y lo practican sinceramente, eso no lo pongo en duda, lo que pongo en duda son los resultados, eso sí, porque frecuentemente son peligrosos y las personas no se dan cuenta, y el tiempo que (dedican a la práctica) va marchando hacia atrás en lugar de ser impelidos hacia delante. Es decir, conjuntamente aquí estamos tratando un tema que a mi entender es yoga en acción, y cuando ustedes están atentos a todo el proceso que estamos realizando, realmente están creando su propio yoga porque no hay reacción en ustedes, y están atentamente escuchando, y en este escuchar alerta y profundo, están desarrollando su propio yoga o la línea de yoga que debe conducirles a la inmortalidad. Y, naturalmente, si siempre pudiésemos estar atentos y apercibidos como ahora, el mundo, al menos nuestro mundo, no tendría problemas porque estaríamos constantemente atentos al fluir de la propia realidad, y esta realidad se convertiría siempre en un estímulo constante, no como ahora, que a la fruición del momento presente, este eterno ahora que estamos tratando juntos de vivir, anteponemos el fruto o las consecuencias de un pasado marchito, de algo que ya no es, que es irreal porque no existe ya dentro del campo conceptual de nuestra mente. Tanta distancia hay entre el arrepentimiento, por así decirlo, de un acto cometido en el pasado como en la esperanza en el futuro que estamos mostrando aquí. Siempre hay que partir de la base de que en el presente somos un resultado del pasado y que no hay que ir al pasado para darnos cuenta de dónde estamos situados en el presente. Estamos siendo condicionados por la idea exagerada del pasado, y ustedes saben que en la historia sagrada existe la imagen gráfica de la mujer de Lot, que cuando se escapan para huir de Sodoma y de Gomorra, que están siendo incendiadas por los ángeles, tienen el mandato de no volver la vista atrás, y la mujer de Lot, que es una mujer curiosa, por lo tanto, vuelve la vista atrás y se convierte en una estatua de sal, se cristaliza, es el ejemplo de que los que miraron hacia delante siguieron su camino pero la mujer de Lot que se quedó en la tradición, dio la vuelta a la cabeza, y quedó convertida en una estatua de sal. Entonces, no miremos ni al pasado ni al futuro, al presente que es lo que tiene importancia, porque la emoción de vivir, la alegría, el gozo, la satisfacción, solamente están en este momento, no podemos tomar un momento del tiempo y analizarlo porque ha sido vivido dentro de un gozo supremo. Ya no podemos repetirlo, ya pasó, busquemos los gozos nuevos, y yo digo que estos goces nuevos están solamente en la acción constante, en ese constante recrearse con todo cuanto existe y con todo cuanto nos rodea y está surgiendo a flor de mente y corazón. Cuando llegamos a esta conclusión creo que hemos llegado a tener una imagen muy perfecta del yoga, y este yoga ustedes se darán cuenta de que no puede apartarse en ningún momento del interés por descubrir y del afán de realizar, y que juntos estamos tratando de reproducir en la Tierra lo que está en el Cielo, porque igual es abajo que arriba, igual es arriba que abajo, igual es en el Cielo que en la Tierra, igual es en la Tierra que en el Cielo. Hay que reproducir incesantemente la gloria de la acción creadora, y no podemos separar la gloria de la acción creadora de la eterna singularidad del hombre que se ha liberado de todo condicionamiento ambiental y que, por lo tanto, puede hacer como Arjuna, crear una estructura y vivir aparte de la estructura, que es la enseñanza que recibe de Krishna.
Leonor.— Sobre el asunto del yoga, creo que a muchas personas les debe pasar algo parecido a mí. No sé si es que primeramente se necesita haber conseguido un estado emocional, digamos, equilibrado, antes de buscar el yoga, o bien algunos lo buscan para ver si encuentran este equilibrio, entonces aquí puede haber un poco de ofuscación, porque creo que cuando una persona busca un yoga es porque necesita algo, o bien, ejercitar su cuerpo físico, o bien, cree que buscando un yoga que le dicen de tipo mental desarrollará entonces la mente, pero entonces, bajo este aspecto que estamos aquí hablando, tiene que encontrar primero su estabilidad para que no se equivoque de yoga. ¿Es algo así o podemos hablar sobre este punto?
Vicente.— La estabilidad es necesaria para encontrar el propio tipo de yoga que nos corresponde por línea definida de Rayos. Como está previsto hablar en una conversación del yoga en relación con los Rayos, esto podemos dejarlo para una conversación posterior. Ahora bien, dense cuenta de lo que se precisa siempre para establecer el camino espiritual que debe conectarnos con el Ángel Solar y posteriormente con la Mónada espiritual o el Espíritu, (y que) es siempre un sincero deseo de adquirir poder dentro del mundo del Rayo al cual pertenecemos, y de realizar un arquetipo, siendo ese arquetipo el humano que nos corresponde, y tratando después ser activos en el campo de servicio que este Rayo nos abre ante la perspectiva de nuestra mente. Es decir, que si todo cuanto estamos explicando se convierte en materia intelectual para erigir sobre el mismo otras teorías de nada nos serviría. En cambio, si cada cual se da cuenta realmente de la responsabilidad que tiene ante el Rayo o ante los Rayos que le condicionan y que están creando su destino en un mundo social regido por la incomprensión y por la falta de amor, entonces, quizás se decida a penetrar más audazmente en ese camino de sinceridad que la vida misma nos está exigiendo en este momento social que estamos viviendo.
Bien, no quiero cansarles más, pero antes de separarnos, como siempre, les suplico un momento de silencio que hará posible que todo cuanto hayamos dicho se convierta en algo práctico que podamos ofrecer a nuestra vida anhelante y después al mundo que nos rodea.
Namsakar
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