Junto a nosotros, en nuestro cuerpo, existen inteligencias divinas y diabólicas. Dependiendo de hacia donde nos inclinemos, se fortalece el grupo correspondiente. Si nos inclinamos hacia los pensamientos, palabras y actos diabólicos, domina lo diabólico. Si nos inclinamos hacia lo divino en pensamiento, palabra y acción, dominan las inteligencias divinas. Si sucumbimos a las emociones negativas, tales como el temor, la ansiedad, la desconfianza, la duda, la aversión, etc., dominan los demonios. Mucho depende de nuestra relación. Así como nos relacionamos, así somos.
Al asociarnos con los yoguis y seguir sus pasos, seremos capaces de hollar el dorado sendero, para lo cual nos movemos neutralizando las fuerzas opuestas y conflictivas. Cada uno de nosotros debe ser consciente de esto y alinearse como corresponda.
Se puede cerrar la puerta a los pensamientos demoniacos y diabólicos y abrir la puerta a la buena voluntad. Actuando persistentemente con la buena voluntad se construirá una fortaleza alrededor del aspirante, que impedirá que penetren las fuerzas contrarias; así protegido, uno puede avanzar. La introspección y retrospección diarias, permitirán que uno ponga en neutro su instrumento y siga el sendero.
Los diabólicos o los demonios generalmente son agresivos y esperan toda oportunidad posible para entrar en un aspirante, a menos que se asegure de aislarse con actos de buena voluntad.
Una personalidad dominada busca las comodidades externas, la felicidad externa y el éxito externo. Pero los piscianos también sufren por el temor y los desapegos equivocados. Se apegan a lo indeseable y proclaman su desapego de lo deseable. De esta manera se trastornan a si mismos. Su temor, su ansiedad, se debe a que su personalidad se ha desequilibrado respecto al alma. Viven insatisfechos, porque el propósito de su alma no se ha cumplido.
A menos que se cumpla el propósito del alma, no se puede ser feliz. La personalidad busca otras cosas para ser feliz y tiende a ser infeliz. La personalidad necesita escuchar al alma que esta adentro y cooperar con ella, para encontrar la correspondiente felicidad.
El símbolo de Piscis se muestra diferente para el iniciado, para los discípulos y para los mundanos. Hay tres formas diferentes de presentarlo.
Maestro K P Kumar
Namsakar
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