Plutón abandonó el grado O de Capricornio el 12 de octubre de 2009. A de los dieciocho días siguientes, Saturno entró en Libra y avanzó y. retroedió sobre el Ascendente de la Tierra hasta el 22 de julio de 2010. Es como si ambos planetas tuvieron una cita con la Cruz de la Materia y el Señor de los Infiernos tuvo que salir a hurtadillas por la escalera trasera justo cuando el Segador tocaba a la puerta. Saturno es tan "merecedor de una cita" como Plutón y, dado que rara
vez está dispuesto a pasarla bien, la Madre Tierra ya estába ante otro problema.
A Saturno, el policía arquetípico, le encanta poner restricciones a nuestra conducta. Si algo no funciona cuando hace un tránsito difícil, no hay manera de ocultárselo. Debemos enfrentar las cosas con honestidad, nos guste o no. La verdad cobra una gran importancia siempre que Saturno anda cerca, igual que la integridad. Si alguna de esas virtudes no son lo que deberían, Saturno crea un guión que las redefine o nos obliga a atenernos a las consecuencias.
Es también el abuelito del antiguo paradigma. Como tal, ha hecho una enorme inversión para mantenerlo. Todas las estructuras y patrones de creencias perimidas en las que hemos perdido la fe son su descendencia. El sentido de autoridad de Saturno sobre esas cosas probablemente sea tan fuerte como lo fue siempre, pero a esta altura es como un general del ejército retirado que alguna vez estuvo al frente de miles de tropas y ahora está sentado en la organización de veteranos sin nada para hacer. No puede volver a los buenos viejos tiempos, no se siente para nada cómodo en este nuevo paradigma y todas sus habilidades parecen ser inútiles en este momento. ¿Qué se supone que debe hacer un planeta?
Plutón no tiene problemas con el cambio, pero Saturno tiende más a mantener las cosas como están. A él le gustan sus instituciones, le encanta la estructura, y necesita de ambas cosas para sobrevivir. Sin embargo, a pesar de sus tendencias anticuadas, no es ningún tonto. Es lo suficientemente realista como para ver que todo lo que conservó durante tanto tiempo, ahora tiene una tremenda necesidad de renovación. Como parece que todo eso se está yendo al demonio, debe hallar el modo de inventar nuevas instituciones y estructuras o, de lo contrario, perderá su lugar en el esquema de las cosas.
Su ingreso en Libra lo colocará sobre el brazo izquierdo de la Cruz de la Materia. En el grado O de ese signo, transitará el Ascendente de la Tierra por un período de alrededor de diez meses. En todo horóscopo, el Ascendente representa el cuerpo físico. Es el punto donde el alma se despliega en una forma que le permitirá manifestar su propósito. Todo tránsito sobre el Ascendente tendrá un impacto, no sólo en el cuerpo, sino en la manera en que la entidad física experimenta los cambios en su entorno, porque ese eje es también la "línea del horizonte" o el plano que circunscribe y define las condiciones que cada uno de nosotros encuentra en el mundo a nuestro alrededor.
La forma que adoptan las cosas donde el alma halla su propósito se define por el signo que rige el Ascendente. Todo aquel que tenga Libra ascendente está aprendiendo lo que significa mantener relaciones conscientes y equitativas con los demás. Para la Tierra, esto implica que nuestra Madre está buscando la manera de crear ese tipo de relación con nosotros, una relación en que ambas partes compartan un propósito común y estén dispuestas a respetar las necesidades individuales de la otra al tiempo que se toman de la mano y persiguen ese propósito.
Con el Punto Aries en el polo opuesto del punto de ascenso, es como si Mamá tuviera tendencia a formar relaciones con personas egocéntricas, belicosas y para nada interesadas en nadie más que en sí mismas. Esto ocurre porque el estereotipo de Aries es intrínsecamente egoísta, tiene un enorme ego y no comprende en absoluto la idea de cooperación pacífica. Entonces, la Tierra debe luchar para satisfacer sus necesidades y lograr que se respeten sus derechos en una relación donde al otro le cuesta mucho reconocer incluso que ella está viva, y mucho menos que tiene necesidades y derechos propios.
Bajo la influencia de Saturno, nuestra Madre pondrá límites cuando empiece a redefinir su relación con una población que de manera egoísta ha explotado todos sus recursos. Como una mujer golpeada que acaba de despertar y decide hacer algo con su problema, defender sus derechos la obligará a dejarnos en claro que está harta de todo este abuso y que, si queremos mantener todo esto con vida, debemos cambiar nuestras costumbres o ella desaparecerá para siempre.
Por fortuna para nosotros, el Segador no es tan nefasto cuando se encuentra en el signo de la balanza. Comúnmente, es proclive a cortar las cosas de cuajo y deshacerse de ellas, pero Libra lo deja sujeto a apelación. Esto significa que habrá una moratoria en cuestiones vinculadas a nuestras deudas con la Madre Tierra y ella nos dará una última oportunidad para redimirnos, antes de decidir dar por terminado todo este asunto.
Detrás de toda esta metáfora, estamos observando un período prolongado de redefiniciones, que puede conducir a una renovación si nuestra concientización aumenta. En la medida en que las estructuras, instituciones y creencias desgastadas se disuelvan, los guardianes del antiguo paradigma intentarán defenderlas con todo su poder. Al mismo tiempo, veremos evidencia de que un nuevo liderazgo y nuevas alternativas suman fuerza, y sus intereses chocarán con los del antiguo orden.
Cal Garrison.
Namaskar
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