Por Gala Shendrix
Desde julio se está formando un fuerte anhelo de mayor autenticidad. Muchos somos conscientes del deseo de vivir una vida más satisfactoria, siendo casi intolerable la masa inconsciente, la rutina diaria y de los supuestos incuestionables nos aumenta la insatisfacción con el status quo.
Nos estamos cuestionando si esos anhelos reflejan
fielmente la verdad de lo que somos.
Deseamos el cambio, y ahora, tenemos la oportunidad
de abrazarlo.
En este mes y, durante un año, tenemos la
oportunidad de establecer vínculos con nuestra verdadera familia, de cualquier
tipo, y considerar como encajamos siendo lo que somos y sabemos hacer.
Las últimas tres semanas hemos pasado por
frustraciones encontradas, que si hemos estado alineados, nos habrá dado una mayor
claridad para avanzar.
La observación interna y externa es un estado
provechoso a cultivar en éste momento de cambio, mostrando tanto las
diferencias, como a definir nuestras verdades personales.
El ser humano es muy complejo en su evolución, requiere
de la aceptación de las polaridades, paradojas y diferencias que sin ellas
provocamos las luchas sin un fin útil.
Siempre tenemos dos opciones, vivimos en un mundo
de dualidad. Podemos sentirnos obligados
a hacer los ajustes como una última instancias, en medio de la desesperación por
estar apegados a las viejas formas por mucho tiempo, obteniendo como resultado
el compromiso con las demandas de la vida. Ahora, si nos resistimos al cambio y
lo negamos, el resultado serán altibajos que nos empujan a poner en práctica
algunos de los cambios que realmente necesitamos hacer.
Nos encontramos en una fase de limitaciones y
exigencias externas exigiendo cambio interior para conseguir la verdadera
libertad, más allá de las circunstancias, no como resultado de ellas.
La verdadera libertad se encuentra dentro y ahora, tenemos
la oportunidad de descubrir lo que eso significa realmente.
Existen muchas situaciones y relaciones tóxicas y
pesadas, sabiendo que tenemos que apartarnos de ellas, el desafío se presenta para
ser profundizado ahora, señalando el comienzo de un profundo cambio interior a
disposición, permitiendo que algunos de los aspectos más intransigentes de
nuestros sentimientos, creencias y comportamientos accedan a la penetrante Luz
del Ser.
Cuanto mejor podamos definir qué y quienes somos, más
efectivamente podemos colaborar, cumpliendo las funciones para las que somos
los más adecuados, con conocimiento de nuestro Yo esencial y lo que tenemos
para ofrecer al Plan Mayor.
Vivir en toda nuestra gloria requiere diligencia y
sabiduría viviendo desde la pasión, equilibrada con discernimiento, y confianza
en nosotros mismo, equilibrada con humildad.
La edad no marca la hora de aprender y esta bueno cometer
algún error. No somos tan malos como para nunca estar en lo cierto, o estar tan
lejos de nuestro verdadero camino. Cada momento es nuevo y podemos decidir cómo
ser, cómo avanzar y qué trozos del pasado queremos llevar con nosotros.
Un camino espiritual seguido sólo por sus
recompensas materiales no es un camino espiritual.
Un camino nutrido por la sabiduría, la perspicacia
y la paz enfrentando la adversidad, crea una vida más plena y auténtica, el
corazón pacífico ve el potencial del momento presente y la mente clara sabe
cómo agasajar.
Este es un tiempo de oportunidades, donde puede
nacer una más profunda, más pacífica y bella experiencia de vida.
Con Amor y Gratitud
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