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7 de mayo de 2024

¿Te sientes inseguro? He aquí dos preguntas para ti

Monica Berg

Inseguridad.

No es divertida. Y hasta los más empoderados y seguros de sí mismos entre nosotros se enfrentan a la inseguridad de vez en cuando. Es así de escurridiza… La inseguridad es una forma más sutil de miedo, y a menudo operamos desde la inseguridad sin darnos cuenta de ello. 

Mientras que el miedo es una incertidumbre sobre lo que podría suceder como resultado de una amenaza percibida, la inseguridad es una incertidumbre que tenemos sobre nosotros mismos; una falta de seguridad sobre nuestro valor, nuestras habilidades o nuestra capacidad para enfrentar ciertos desafíos. 

La inseguridad presentarse como cualquiera de los siguientes:

Ansiedad

Miedo al abandono o al rechazo

Síndrome del impostor

Autosuficiencia extrema

Supresión de emociones

Incapacidad para expresar enojo

Autocrítica severa

Perfeccionismo

Comparación con otros

¿Alguna vez has “dejado pasar” asuntos que probablemente no debiste en relaciones o en tu lugar de trabajo? Y si tuviera que adivinar, no lo mencionaste porque sentías que el riesgo de un resultado negativo era demasiado alto. Nos merecemos abogar por nosotros mismos. Merecemos expresar nuestros deseos, fijar límites y crear una vida que nos favorezca. Y, sin embargo, muchos de nosotros estamos más inclinados a abogar en nombre de los demás.

¿Te suena familiar? “Postergo las confrontaciones y conversaciones incómodas. Me doy una fecha límite. Y luego cambio esa fecha límite cuando se presenta la que había fijado anteriormente”.

¿Te sientes identificado? Tal vez le hayas dicho esto a un amigo mientras tratabas de resolver cómo abordar una situación estresante. 

La inseguridad es la culpable, y aunque esa frase puede parecer suficientemente inocua, con el tiempo esa respuesta puede llegar a ser increíblemente perjudicial. Lo que puede parecer una omisión menor en una oportunidad puede convertirse en un punto ciego enorme y un estancamiento a largo plazo. También es importante saber que hay muchos tipos diferentes de inseguridad, y comprender cómo y cuándo puede surgir en ti te ayudará a enfrentarla y desmantelarla mejor.

Los psicólogos han identificado que las inseguridades se dividen en seis categorías: 

Física

Emocional

Social

Financiera

Intelectual 

Relacional

Curiosamente, a pesar de ser algo que puede filtrarse en cualquier lugar, la inseguridad se hace, no nace. Sin dudas tiene un componente psicológico, pero por lo general surge de una fuente externa al principio de nuestra vida: un mensaje, un patrón de pensamiento, una creencia que adoptamos como resultado de una persona o situación. Comprender esto puede ayudarnos a detenerlo en seco en el momento en que reconocemos que está sucediendo. 

Antes de continuar, lo diré aquí: si bien la fuente puede parecer externa, este es un trabajo puramente interno. Si crees constantemente que te sentirás seguro una vez que logres algo o te veas de cierta manera, estoy aquí para reventar tu burbuja. 

Los kabbalistas enseñan que lo que vemos en el exterior, en el mundo material, es apenas el 1 % de toda nuestra experiencia. Ni siquiera una parte del panorama completo. El otro 99 % reside en los reinos invisibles: nuestra experiencia interior, nuestra conciencia, creencias, emociones y perspectivas. Los cambios realizados en el plano del 99 % son los que crean cambios en el mundo físico del 1 %. Cuando estamos demasiado concentrados en el exterior, es cuando nos quedamos estancados, congelados en un bucle de pensamientos y creencias inseguras. ¿Quieres un ejemplo de lo poderosa que es la experiencia del 99 %?

Esa cita que compartí arriba sobre posponer conversaciones incómodas proviene nada menos que de Oprah Winfrey en una entrevista que hizo con Fast Company en 2015. Podría decirse que es una de las mujeres más exitosas de la historia, ¡su mundo exterior sería todo lo que la mayoría de la gente cree que necesita para no volver a sentirse insegura! Y, sin embargo, no es inmune a la inseguridad. Aunque ella no permite que la inseguridad la controle, y en la entrevista, describió las dos preguntas que se hace cuando surgen esos sentimientos de inseguridad. No son muy diferentes a las muchas herramientas que ofrezco para erradicar el miedo de nuestras experiencias cotidianas y se pueden usar siempre que sientas las frías garras de la inseguridad: 

1. ¿Qué es lo peor que puede pasar aquí?

Cuando te sientas inseguro o ansioso por una situación, haz una pausa por un momento y pregúntate: “¿Qué es lo peor que puede pasar aquí?”. Al hacer esto, estás saliendo de la respuesta emocional inmediata y cultivando el pensamiento crítico sobre las consecuencias reales de la situación. Con frecuencia, descubrirás que el peor resultado es muy poco probable o algo que puedes manejar. Incluso esta comprensión puede minimizar significativamente la intensidad de esos sentimientos de inseguridad. He aquí una guía paso a paso para abordar esto:

Identifica el miedo: Define claramente lo que te hace sentir inseguro. ¿Es el miedo al fracaso, la vergüenza o el miedo a perder una relación importante? Ten muy claro lo que temes que suceda.

Imagina el peor resultado: Piensa en el peor resultado que podría ocurrir de manera realista. ¡Sé específico en tu análisis y de verdad trata de hacerlo tan terrible como puedas imaginar! Esto es contradictorio porque una de las herramientas para detener el miedo en seco es dejar el catastrofismo. Pero he aquí la diferencia: si tienes pensamientos catastróficos consciente e intencionadamente, deberías darte cuenta cuán absurdo e improbable es ese resultado. Si esta herramienta no funciona para ti, prueba lo contrario. En su lugar, visualiza el mejor resultado posible.

Planifica para lo peor: Incluso si crees que es poco probable, aún puedes planificar con anticipación. ¿Cuáles son las cosas que podrías hacer para manejar el peor resultado? 

Recuerda, te recuperarás: Las cosas rara vez son tan terribles como imaginamos que serán. Winston Churchill lo expresó elocuentemente: “El éxito no es definitivo, el fracaso no es fatal. Lo que cuenta es la valentía para continuar”.

2. ¿Por qué le tengo miedo a esta experiencia?

Esta pregunta subsiguiente sirve para llegar a la raíz de la inseguridad, que es el primer paso para erradicarla. Es una técnica poderosa para confrontar y comprender por qué ciertas personas y situaciones generan inseguridades. Debajo de la inseguridad hay una serie de patrones de pensamiento negativos y creencias limitantes que es posible que haya que examinar, y esta pregunta es el umbral a esa exploración. 

¿Por qué temo tener una conversación difícil? 

¿Por qué tengo miedo de hacer esta presentación?

¿Por qué tengo miedo de invitar a esta persona a una cita?

¿Por qué me resisto a tomar medidas al respecto?

¿Por qué las fotos de la casa perfecta de ese influencer me hacen sentir mal?

Este enfoque autorreflexivo también ayuda a cultivar una mayor sensación de control sobre tus respuestas emocionales, la clave para disminuir los poderes de tus inseguridades con el tiempo. Cuando puedes hacer estas preguntas, estás invitando al pensamiento racional a la ecuación, lo que también te ayuda a ver la situación desde un lugar intelectual y sensato. 

La inseguridad es algo a lo que todos nos enfrentaremos —tú, yo, Oprah— pero entrenarte para verla como una oportunidad en lugar de un defecto te ayudará a transformarla en crecimiento. Encontrarnos cara a cara con nuestras inseguridades elimina su poder sobre nosotros, y cuando podemos estar a la altura de las situaciones difíciles, estamos diciendo sí a nuestra transformación. La mejor versión de nuestra vida requiere una disposición a sentirnos incómodos, y ser capaces de confrontar y manejar las voces de las inseguridades es parte del proceso. ¿De verdad la inseguridad puede frenarnos hasta este punto? Desde luego que sí. Pero solo cuando lo permitimos

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