El Elemento de Akasha
El signo de tierra de Virgo es el símbolo de la Naturaleza Virgen o la Madre del Mundo. Es el aspecto más sutil de la materia y es llamado también el éter del espacio o Akasha. Akasha es el origen de los cinco elementos; de él saldrán todas las formaciones, desde lo sutil hasta el plano denso. Es por ello que el tema de El Mensajero Lunar de este mes es "Signos de Transformación 14: El Elemento Akasha".
La Quinta EsenciaLos cinco elementos son cinco estados de la materia. El más denso es el estado sólido, también llamado "tierra". El segundo Estado es líquido, "agua"; el tercero es "fuego"; el cuarto es "aire". El quinto estado no es visto generalmente como un elemento en occidente, porque parece que es inmaterial. Sin embargo, es la forma sutil de la materia y es llamado el éter del espacio o Akasha. Akasha es a veces traducido como "espacio", pero es el contenido del espacio que lo penetra todo, la existencia eterna. Akasha es el origen de los otros cuatro elementos, su esencia original;
también se llama la quinta esencia, en latín quinta essentia. La doctrina secreta la llama la quintaesencia de toda posible energía, a la que se deben, todas las manifestaciones de la energía en el mundo material, psíquico y espiritual.
Akasha también es descrito como el cielo. Su tono es el fondo azul, el origen de todos los reinos y la síntesis de la cual han salido las unidades individuales de existencia. La calidad de Akasha es el sonido. A través del sonido Sucede la manifestación de los otros cuatro elementos están potencialmente ocultos en ella. El sonido hace descender la forma a los estados más densos de la materia.
Los Devas de radiación llamados Rudras permiten que el silencio se manifieste como sonido. Ellos causan olas que, como perturbaciones en el Akasha, propician la manifestación. El principio de Rudra existe en nosotros en la garganta y produce el habla. Sus vibraciones remuen obstrucciones. A través del habla apropiada podemos bendecir y elevarnos a los mundos de Luz; pero también a través del habla podemos herir y causar confusión.
El habla es una expresión del sonido y una precipitación desde el Akasha. Para nosotros el sonido es una perturbación del silencio. Sin embargo, también existe el sonido subjetivo de la Voz del Silencio. Viene a través de silencio como puerta de enlace y continúa manifestándose a través del Akasha como el sonido subjetivo. Este sonido pertenece a los planos superiores y viene desde el centro de la cabeza, el centro Ajna y del centro del corazón. Nuestro centro de la garganta es la puerta al Akasha. Trabajando con el sonido nos elevamos por encima del centro de la garganta desde lo terrenal hacia la existencia etérica. En el Akasha somos como un ser pulsante no limitado por pensamientos, como un pájaro libre en el elevado cielo. Este estado se describe también como el océano lechoso y la luz oceánica en la que estamos por encima de la conciencia del cuerpo y más allá de las formas terrestres.
En Occidente no hay casi ninguna idea de las fuerzas que se ocultan en las vibraciones Akashicas, el sonido de palabras mántricas. Los sonidos pueden poner orden en la vida y causar la sanación. Pronunciadas en una disposición correcta establecen una conexión con las fuerzas cósmicas. Así, los Maestros de Sabiduría pueden materializar cosas desde el Akasha, aparentemente de la nada. Frecuentemente los iniciados han manifestado fuego, han trasladado nubes, han dirigido el viento, etc. La magia de los antiguos se basa en técnicas de sonido. La recitación védica, el canto de mantras y el OM ayudan a purificar el plano mental. Podemos apoyar actos de buena voluntad, si ponemos el énfasis en la tercera parte, la M, mientras entonamos la palabra sagrada OM (AUM).
El Tejido Más Sagrado
El Akasha vibra. Todo ser humano tiene su propia nota de sonido a través de la cual se pueden determinar sus cualidades. Nuestra identidad se conserva debido a la envoltura original del alma llamada Akasha Sarira. En esta envoltura más cercana están todas las grabaciones del alma, de cada pensamiento, palabra y acción. En esta cubierta se mantiene la memoria. Cuando morimos podemos dejar atrás todos las otras envolturas, pero este tejido santísimo permanece hasta el final del Manvantara o del ciclo de creación. La forma de Akasha es lo último que dejamos ir para convertirnos en uno con lo Absoluto. Su sustancia existe en las células más sutiles del cerebro así como el filamento de la bombilla eléctrica; el centro correspondiente es el loto de mil pétalos del Sahasrara.
Nuestra identidad tiene la sustancia incorruptible de la Tierra Santa de la que Madame Blavatsky explica que nunca compartió el destino de todos los otros continentes del planeta. Otros continentes del planeta han sufrido muchos cambios, pero esta Tierra Santa alrededor del Monte Meru no ha experimentado tales cambios. Es la única cuyo propósito es sobrevivir hasta el final del Manvantara. Es la cuna de la primera raza humana. Teniendo en cuenta que el Monte Meru ha estado en la región del Himalaya, las Escrituras dicen que el Himalaya es la cuna de la humanidad.
La primera raza fue transparente; las formas corporales eran como sombras que asimilaron un poco de éter. Al compararlos con los ángeles solares, se ven como que estaban hechos de materia densa, pero sus formas eran elevadamente etéricas. Sólo tenían la capacidad de escuchar, porque la calidad del Akasha es sonido. La capacidad de escuchar es diferente de la audición. La audición se forma sólo cuando también existe la mente, igual que las otras percepciones sensoriales. Todas las percepciones provienen sólo desde la tercera raza raíz. También en un embrión, la materia está todavía muy, muy tierna en las primeras semanas; necesita varios meses para construir la forma sólida.
En aquellos días no existía la muerte, porque también la muerte sólo viene después de que la mente ha llegado. La muerte es una ilusión que crea la mente. Las formas etéricas no mueren, nos rodean. Hoy tratamos de mantener a través del yoga, la forma etérica en la que seguimos existiendo. Podemos activar esta forma si entramos en la Antakarana Sarira, dentro de la conciencia de la columna vertebral.
Los Archivos del Akasha
En nosotros existen todas las historias y las asociaciones de los ciclos de vida pasados. Todos los registros del alma se mantienen en los Archivos del Akasha. También se escribe allí toda la sabiduría. La Doctrina Secreta habla sobre los Lipikas, las inteligencias que graban todas las acciones de cada ser humano. Incluso si tenemos secretos para nuestros vecinos y familiares - nada permanece oculto para estos Devas, tanto los buenos como los malos pensamientos y acciones. Los agresores tampoco pueden escapar de sus acciones. El Akasha tiene suficientes registros y a su debido tiempo todo el mundo recibe su cuota de dolor, como ha sido dada anteriormente a otros. También el buen trabajo realizado en secreto se registra y será revelado a su debido tiempo.
Por eso el maestro le dice al estudiante espiritual: "Estoy observándote constantemente." Por tanto debemos hacer sólo cosas que también pueden ser hechas mientras se nos observa y no llevar una segunda vida donde pensamos que nadie nos ve. Entonces, lentamente, nos abstenemos de hacer ciertas cosas. El Maestro CVV dice: "Obsérvenme en toda su actividad porque yo les estoy observando todo el tiempo." Cuando un maestro dice YO SOY, se refiere al Alma. En esto todos los Maestros hablan sólo del alma que es una existencia continua.
Los iniciados pueden leer el pasado, el presente y el futuro de la creación entera en las tablas del universo. Es por eso que los grandes Maestros no les importa si se escriben o no sus enseñanzas. Ellos saben que las enseñanzas han sido escritas en otros lugares y que vendrán de vez en cuando, cuando sea necesario. Jesús el Cristo dibujaba a menudo símbolos en la arena y explicaba sabiduría profunda en ellos y luego los borraba de la arena nuevamente. Sus discípulos querían anotar, pero Jesús solía decir: "ya está registrado en el Akasha. Vendrá a ustedes nuevamente cuando estén preparados para ello. Puedo escribir con el dedo en el aire; todo lo que he escrito o dicho permanecerá en el Akasha. Vendrá de nuevo conforme a su aptitud."
Mucha sabiduría fue entregada a través de Madame Blavatsky, porque ella era un iniciado de un orden superior. Los hindúes no respondieron bien a su trabajo porque supusieron que sus enseñanzas que tenían, ya sabían todo. Pero HPB podía extraer información de los registros del Akasha que eran revelaciones para la humanidad.
Akasha significa iluminación que es tan ilimitada como el Dios absoluto. A es el nombre del Dios absoluto. Si aplicamos esta iluminación al pasado podemos saber y escuchar todo lo que se conserva en los Registros Akáshicos, y también escuchar la música de la flauta del Señor Krishna. Entonces entenderemos la actividad de todo el mundo como un gran drama y también nuestro papel en esta misteriosa obra. Finalmente, los niveles de conciencia más sutiles y los más densos se funden en la iluminación una.
Fuentes: K.P. Kumar
Namaskar
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