Los arios son esencialmente arianos, los productos
de Aries. Aries está gobernado por tres planetas en tres estados diferentes.
Los hombres comunes están gobernados por Marte; les guía la fuerza de Marte. La
humanidad, en general, está conducida por el deseo. Marte representa el deseo
en todos los niveles y un hombre medio está impulsado por sus ambiciones y
deseos personales. Esto es común en la raza aria. Cada cual está extremadamente
ocupado persiguiendo sus propios deseos, estableciéndose metas y ambiciones. La
fuerza que reciben es la fuerza de Marte. La fuerza marciana es como la fuerza
del carnero. El carnero se lanza de cabeza a pesar de las consecuencias. Los
seres humanos desean dar plenitud a sus deseos al margen de las consecuencias.
Estos son esencialmente marcianos. Estos son los que se hallan enredados en la
humanidad.
Hay otra categoría entre los seres humanos, la de
los que giran la fuerza hacia dentro y someten al discernimiento la naturaleza
de sus deseos impulsivos. Tras la debida discriminación, salen para realizar el
trabajo. Estos son los reflexivos, que no crean tanta confusión, caos,
conflicto ni crisis como los otros. Estos son auto-introspectivos. Hablan y
trabajan después del debido pensamiento. Su trabajo es un trabajo equilibrado.
Estos están gobernados por Mercurio. La aplicación de Mercurio a la fuerza de
Marte aporta un estado neutral a esta fuerza. La fuerza que fluye encuentra su
fluir regulado. Trabajar con Mercurio le permite a uno ser secuencial y no
consecuencial en la vida. El discipulado no es más que la aplicación de
Mercurio a todo pensamiento antes de hablarlo o elaborarlo. Un habla
equilibrada y una acción equilibrada no son sino los pasos iniciales del
discipulado. Por esta razón los aspirantes deben recurrir a invocar en ellos la
energía mercurial para neutralizar la fuerza de Marte. Meditar en el color gris
plateado de Mercurio permite el influjo de la energía mercurial. Este trabajo
es importante para superar la naturaleza impulsiva inherente.
El Sol en Aries está exaltado y es el regente de
los Adeptos y los Maestros de Sabiduría. El Sol representa al alma. Los Adeptos
funcionan como almas y manifiestan el Plan.
Así, podemos ver tres categorías de arianos
representados por Marte, Mercurio y el Sol. A partir de Marte la humanidad
tiene que evolucionar al estado de discriminación y de discernimiento de la
inteligencia de Mercurio, y a partir de aquí dar un paso adelante para
experimentar el alma, que es lo que en esencia son los seres humanos. ¡Que
Aries sea utilizado como corresponde!
Sri. K parvathi Kumar
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