by Carolina G
Hoy es Viernes, día de Venus, y entramos al
fin de semana mientras el Sol se está encontrando con el Planeta Yin del
Universo bajo el grado 5º de Aries. Replantearnos cuestiones relacionadas al
Amor al Yo es la oportunidad del clima astrológico presente. Y detenernos para
observar nuestra sombra es la clave.
El Sol y Venus se están uniendo en el Cielo
bajo el grado 5º de Aries. El Sol avanza y Venus retrograda, con lo cual el
clima cósmico presente nos conduce a una revisión, replanteo o reflexión en
relación al Amor en todas sus formas, sobre todo el Amor al Yo.
En Astrología, el Sol representa a la
Conciencia y Venus al Amor, mientras que el signo de Aries es la energía
centrada en el Yo. Por eso, la conjunción del Sol en Aries y Venus retrogradando
en el mismo signo, hace que este fin de semana brote con fuerza la oportunidad
de replantearnos algunas cuestiones necesarias para cultivar una mirada más
amplia en relación al amor que verdaderamente nos estamos dando y, por
consecuencia, irradiamos hacia afuera.
Alimentar la Conciencia del Amor no es una
tarea fácil. El punto de partida es el propio autoconocimiento y la decisión
por la autenticidad. Conocerse a si mismo es para valientes, para aquellos que
eligen emprender un camino de visión interior para la verdadera
autorrealización. Emprender ese camino implica dar un primer paso, y el primer
paso es conocer la propia sombra.
Según las palabras de mi maestro Claudio
Naranjo, "conocerse a sí mismo es conocer al falso ser, a ese idiota que
llevamos dentro que constantemente nos hace sufrir. Cuando uno logra verlo,
está comenzando a hacerse sabio. Es duro el autoconocimiento pero es importante
saber lo que uno experimenta, tener conciencia de lo que se siente. Es sanador
tomar conciencia de la agresividad inconsciente, del dolor inconsciente, del
miedo inconsciente. Para sanar el odio, que es una plaga generalizada,
inseparable del hiper deseo, de la codicia, de la necesidad nuerótica de más,
es necesaria la aceptación sincera de esos sentimientos en uno."
Alimentar el amor propio es aceptar el todo
que somos, las luces y sombras, lo bueno y lo malo, lo lindo y lo feo, porque
esa dualidad compone a nuestro Ser. Somos luz y somos sombra, somos ese todo, y
si no dominamos nuestra partes bajas no podemos crecer realmente. Tal como dice
Jung, mi gran guía, “Nadie se ilumina fantaseando figuras de luz, sino haciendo
consciente su oscuridad.”
Ser capaz de reconocer las propias
debilidades, las propias oscuridades, nos hace verdaderamente fuertes, y así
surge la luz y el crecimiento auténtico. Si somos capaces de integrar nuestra
sombra, nuestro camino se irá iluminando poco a poco a medida que avancemos, y
la Luz es Amor. Así es que, según mi mirada, el progreso y la evolución
verdadera radica en la integración amorosa de la propia sombra.
Integrar la sombra es crear una alquimia
psíquica que nos conduce a un cambio de Conciencia. Precisamente, el cambio
surge de integrar la sombra, de hacer consciente lo inconsciente de nosotros
mismos que tiende trampas a nuestro camino, esa energía que no dominamos (y que
mucha veces llamamos "el propio carácter") y que nos hace
involucionar y sufrir porque bloquea nuestra luz. Por eso, conocernos
integralmente nos permite, de alguna manera, observar aquella personalidad que
hemos construido en el devenir de nuestra vida, nuestro Ego, y poco a poco
poder desidentificarnos de ciertos aspectos que por costumbre repetimos y crean
neurosis, sufrimiento, más sombra.
La verdadera transformación interior, que
nos lleva a un progreso espiritual, es un trabajo, una disciplina. Requiere de
esfuerzo, responsabilidad, compromiso y constancia. Según Claudio, "el
esfuerzo tiene mucho que ver con estar dispuesto a sufrir, a mirar lo doloroso
y torcido que hay en uno. Después de esa etapa, que es terapéutica, viene un
nuevo nacimiento. Nace el ser verdadero de uno mismo, que sabe vivir." *
Replantearnos hoy cuestiones relacionadas
al Amor al Yo es la oportunidad del clima astrológico presente. Venus está
retrogradando y por eso estos días en que se une al Sol (el Centro, la
Conciencia), serán ideales para revisar y reflexionar aquello que debemos pulir
dentro nuestro para crecer en Amor. Y, como dije, detenernos para observar
nuestra sombra es la clave.
Es tiempo de crear una pausa para observar
y tomar mayor conciencia de cómo hoy nos estamos amando. Además, el clima
cósmico presente también nos conduce a meditar sobre lo que deseamos iniciar,
construir, emprender en materia vincular. Es tiempo de tener bien presente que
la belleza más pura es aquella que irradiamos cuando trabajamos por ser la
mejor versión de nosotros mismos, para darnos, brindarnos, ponernos al servicio
de nuestro crecimiento y desarrollo, liderar nuestra propia creatividad, y
poder colaborar también con el crecimiento individual del otro, para así
construir un Nosotros poderoso, creativo, evolutivo.
Este fin de semana es para alimentar
verdaderamente la Conciencia del Amor al Yo. El Amor nace desde adentro hacia
afuera, y Aries es la energía del Zodíaco que se caracteriza por centrarse en
el deseo y el amor individual. Por eso, ahora que Venus retrograda en Aries y
se encuentra con el Sol, es tiempo de detenernos y observarnos a nosotros
mismos, comprendernos bajo una nueva mirada, y animarnos a trabajar para hacer
crecer verdaderamente el amor personal.
Una posible forma de crear conciencia al
respecto es observar nuestro deseo individual y lo que queremos iniciar,
construir, emprender. Venus retrogradando en Aries nos conduce a revisar lo que
necesitamos acomodar para sentir amor en el hacer de todos los días, así como
amar cada día mejor, tanto a nosotros mismos, como al otro y al mundo que nos
sostiene.
¿Quién puede ser amor? Evidentemente, si no
eres consciente de quién eres, no podrás ser amor. Serás miedo. El miedo es
exactamente lo contrario del amor. Recuerda que el odio no es lo contrario del
amor, como la gente piensa. El odio es amor al revés, no es lo contrario del
amor. Lo contrario del amor realmente es el miedo.
Con el amor te expandes, con el miedo te
encoges. Con el miedo te cierras, con el amor te abres. Con el miedo dudas, con
el amor confías. Con el miedo te quedas en soledad. Con el amor desapareces; se
desvanece la cuestión de la soledad. Si no existes, ¿cómo te puedes sentir
solo? Entonces, estos árboles, los pájaros, las nubes, el sol y las estrellas
están dentro de ti. El amor es cuando conoces tu cielo interno.
Osho
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