por elarcadeastrotrina
Este lunes 20 de marzo
iniciamos un nuevo año astrológico, cuando el Sol finalmente complete la rueda
al zodiaco para entrar en Aries, hasta el 15 de mayo. Con el astro rey
ingresando triunfante en la constelación del carnero, tendremos oficialmente
el equinoccio de primavera en el
hemisferio Norte, mientras que en el hemisferio Sur será equinoccio de otoño.
Es momento propicio de
celebrar que los campos y bosques se visten con sus mejores galas, todo es
verdor por doquier. Los árboles y sembradíos nos regalan lo mejor de su cosecha
con variedad de frutos y flores, los animales se reproducen y tanto las aves
como peces migratorios retornan a sus hábitats de procedencia. Estamos vivos en
el aquí y ahora, no nos queda más que agradecer a la divinidad el poder ver y
sentir el milagro que nos regala con la llegada de la primavera.
La palabra equinoccio procede
del latín aequinoctĭum de æquus igual y nox noche, haciendo referencia a que la
duración del día es igual a la cantidad de horas de la noche. Mientras que el
término primavera procede del latín primum, primero y ver, dando como traducción literal “primer
verano”.
Así pues este “primer verano”
del año con el Sol en Aries, nos da el empuje, el coraje y la valentía para
emprender una vida excitante, con la bendición del Universo. Esta época del año
era especialmente celebrada por algunas culturas y de eso quiero hablarte.
La
magia resplandeciente de Ostara
Si diéramos a la primavera el
mismo significado que nuestros antepasados, acompañaríamos el ciclo de la
naturaleza con su mismo regocijo, mostrando nuestros mejores colores. Te invito
hoy a que tomes la decisión consciente de ser más optimista durante estas
semanas, pues toda flor y fruto que existe para ver el Sol, en algún momento
también fue una semilla que luchó haciendo resistencia a la oscuridad.
La primavera es nueva vida en
su más alta vibración, perfumada con las más exquisitas hierbas dulces. Es el
momento perfecto en que la diosa Ostara despierta de su sueño para bañar la tierra de su luz fértil,
inspirando la renovación y una nueva historia por escribir en todos los
hombres. Es magia sin límites.
Ostara o Eostre para los
celtas, es el equivalente a la diosa Eos de la cultura griega y a Aurora de los
romanos. Pero Eostre y Ostara tienen la
misma raíz de la palabra “east” (Este) y como sabemos, el Sol despierta por
este punto cardinal en las mañanas.
Además de ser la diosa de la
fertilidad y los campos floridos, Ostara también se conoció por ser amiga de todos los niños. Según cuenta la
mitología, gustaba de entretener a los más pequeños con un pájaro. Un día
decidió cambiarlo por un conejo y éste, a modo de agradecimiento, trajo consigo
unos huevos pintados por él mismo con los más hermosos colores de la primavera
como ofrenda a la diosa, que ella cedió a los niños como regalo especial.
De ahí proviene la costumbre
actual de celebrar la Pascua, dándoles a los niños huevos para decorar.
Algunas
costumbres y rituales para celebrar Ostara
Muchos acostumbran vestir de
blanco cuando el Sol entra en Aries, para dar la bienvenida al equinoccio.
También por estos días, algunas familias apegadas a la tradición nórdica suelen
reunirse para cenar huevos acompañados de carnes y ensaladas con semillas y
brotes vegetales.
En cuanto a los rituales,
están desde los más sencillos como sembrar romero, verbena y demás semillas, o
darse un baño con tomillo, albahaca, perejil y pétalos de flores blancas, hasta
los que requieren mayor preparación. Precisamente uno de estos rituales
poderosos te recomendaré a continuación.
Para este ritual necesitarás
una maceta de tamaño medio, tierra apropiada para plantar, semillas de trigo o
de cualquier otro cereal que no tarde en germinar, incienso, una vela blanca y
una vela verde. Debes realizar el ritual en un lugar privado para ti, donde
estés seguro y sin ningún tipo de perturbación. Si es en un jardín o bosque
privado, mucho mejor.
Comienza por colocar frente a
ti la maceta, a un lado las semillas y al otro el resto de los elementos.
Enciende las velas y el incienso. Agradece la vida que te regala la naturaleza
y presenta tus honores, con la siguiente invocación en voz alta:
”Poderosa madre naturaleza
que das la vida y proteges a tus hijos, escúchame y concédeme los deseos del
alma que hoy te presento, dándoles el poder de crecer y hacerse realidad. Hoy
me dejo guiar por ti, te doy mi mano para que la tomes. Con tu compañía libera
mi camino de mis limitaciones humanas y permíteme recoger los frutos de mis
esfuerzos. Ante ti muestro mis esperanzas confiando en tu sagrada
benevolencia.”
Medita por un momento
visualizándote obtener tus deseos, recuerda que éstos deben ser con propósito y venir del corazón no solo para tu
beneficio personal, sino también para el de tus seres queridos y quienes te
rodean. Procede a tomar las semillas con tu mano derecha e imagina que en ellas
están tus deseos para este nuevo año astrológico, visualiza en ellas amor e
ilusión. Colócalas en la tierra de la maceta y cúbrelas. Deberás regarlas y
cuidarlas siempre, para que junto a ellas germinen también las bendiciones.
¡Un feliz y próspero
equinoccio de primavera son mis deseos para ti! Y que el renacer de esta época
acompañe tu corazón. :)
Foto: de Style Me Pretty en
Pinterest, intervenida.
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