Yo
abandono el hogar de mi padre y, retornando, yo salvo
Piscis
simboliza pruebas vividas a través de ciclos y ciclos. La intensa sensibilidad,
empatía, conexión con todo lo elevado del Signo que cierra el año astrológico ,
unido a la fuerza de Plutón, rompe lo caduco y lucha incansablemente contra
todo lo que puede bloquear la bendita Vuelta al Hogar del Hijo Pródigo (la
Chispa Divina) a la Casa del Padre.
Esta
Fuerza es, en estos tiempos, infinitamente más notable, ya que se une la
intensa
Luz de Urano con su imparable objetivo de descristalizar y liberar,
creando un nuevo paradigma social, tal como hemos observando en estos tiempos a
través de las crisis en diferentes puntos de nuestro planeta, así como en las
ideas y en la forma en la que se desarrolla a través de fanatismos e ideas
equivocadas lo que solemos denominar “religión”. Urano en Aries y Plutón en Capricornio
El
poder para destruir la forma así como el amor para estructurarla de nuevo en armonía con la ampliación de consciencia
de una una gran parte de la humanidad y de vivirla con la adecuada devoción,
son herramientas potentes en este Signo.
Neptuno,
el Planeta de la Trascendencia, y que nos hace ser instrumentos de la
divinidad, ejerce con fuerza su influencia en este mes y esas herramientas, son
las necesarias para limpiar todo el terreno, nuestra propia “Tierra”, para
recibir con anhelo y esperanza, con gozo interior, la savia vital del próximo
Signo de Aries.
Neptuno
será especialmente importante en esta época,
ya que en su largo tránsito por el Universo, ha entrado en el hogar
simbolizado con el mar de las almas que saben, conocen, ese poder ser
instrumentos de la divinidad, de las fuerzas de la Luz. Durante años, millones
de almas vendrán a este ciclo con Neptuno en Piscis creando una nueva e
internsa forma de ver y compartir.
Todas
esas esencias y energías, han de ser constantemente emitidas desde el corazón y
en cada uno de los días en que fuyen las
energías de esta constelación y especialmente en el período de Luna Llena de
Piscis, formando un manto de protección y amor infinito hacia los miles de
seres que sufren especialmente en diversos puntos de nuestro planeta.
La
energía sigue al pensamiento y grande puede llegar a ser esa fuerza cuando sale
de lo profundo del corazón de millones de seres que están en meditación.
El
regente esotérico transmite energia a la personalidad fundida con el Alma.
Puede decirse que el alma reponde a la energía que llega a traves de Plutón que
transmite energía del Primer Rayo.
1er
rayo: poder de voluntad, coraje, intrepidez, Firmeza, Aptitud para evaluar al
hombre y a todos los fenomenos
2do
rayo: Amor Sabiduria: Paciencia, identificacion, sintesis, ánimo.
6to
rayo: Devoción, sencillez, ternura, intuición. Capacidad de sacrificio, también
e peligroso fanatismo que estamos sufriendo en estos últimos tiempos.
La
constelación de Piscis marca un espacio triangular en los cielos, un símbolo de
la realidad. Este signo gobierna los pies y de ahí la idea de pisar el Sendero
y alcanzar la meta que ha sido la fundamental revelación espiritual de la era
de Piscis.
Si
pudiéramos ignorar los velos que nos
envuelven, estaríamos dispuestos a abandonar el dominio que sobre nosotros ejerce
la personalidad y vivir la gran liberación que significa fusionarnos sin luchar
como un Yo individualista que comenzó con fuerza en Aries para conlcuir como
Alfa y Omega en Piscis.
Es momento de liberarnos de todo peso que no
nos lleve a “..desde la oscuridad a la Luz, de lo irreal a lo real, de la
muerte a la Inmortalidad..”
Joanna
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