Son
palabras que, más allá de las citas puntuales sobre el trigo y la leche,
que obviamente responden al contexto de la época (era un tiempo con otros
granos, con escasos recursos nutritivos y sin mucosa intestinal permeable), nos
hacen reflexionar sobre grandes verdades biológicas.
Y Jesús dijo…
“No
matéis ni a hombres ni a animales, ni siquiera el alimento que llevéis a
vuestra boca. Pues si coméis alimento vivo, él mismo os vivificará; pero
si matáis vuestro alimento, la comida muerta os matará también. Pues
la vida viene solo de la vida, y de la muerte viene siempre
la muerte.”
¿Por
qué en el Evangelio esenio de la paz se le dedicó un apartado
completo a la alimentación y la depuración corporal? ¿Casualidad
acaso? Personalmente, no lo creo… ¿Qué, cómo, cuándo y de qué modo comer? Jesús
lo dijo…
Alimentos
Come
los frutos de los árboles, el grano y las hierbas del
campo, la leche de los animales*, y la miel de las
abejas.
Preparación
No
comerás carne de animales ni alimentos cocidos a una temperatura mayor que
la del cuerpo o del sol.(…) No comasalimentos quemados, helados o descompuestos pues
quemarán, helarán y corromperán también vuestro cuerpo.
Combinaciones
Come
todo tal como se halle en la mesa de la Madre Terrenal. No cocinéis ni
mezcléis todas las cosas unas con otras, o vuestros intestinos se
convertirán en ciénagas humeantes. (…)Contentaos con dos o tres tipos
de alimento… si mezcláis en vuestro cuerpo todo tipo de alimentos,
entonces cesará la paz en vuestro cuerpo y se desatará en vosotros
una guerra interminable.
Cantidad
No
comáis hasta no poder más… tomad cuenta de cuanto hayáis comido cuando os
sintáis saciados y comed siempremenos de una tercera parte de ello.
Frecuencia
No
obstaculicéis la obra de los ángeles en vuestro cuerpo comiendo demasiado
a menudo… quien come más de dos veces diarias hace en él la obra de
Satán. Comed tan sólo cuando el sol esté en lo más alto de los
cielos, y de nuevo cuando se ponga.
Modo
Y
cuando comáis… Respirad larga y profundamente en todas vuestras
comidas para que el ángel del aire bendiga vuestro alimento. Y masticadlo
bien con vuestros dientes, para que se vuelva agua y que el ángel del agua
lo convierta dentro de vuestro cuerpo en sangre. Y comed lentamente, como
si fuese una oración que hicieseis al Señor. Pues en verdad os digo que el
poder de Dios penetra en vosotros si coméis de tal modo en su mesa.
Mientras que Satán convierte en ciénaga humeante el cuerpo de aquel a
quien no descienden los ángeles del aire y del agua en sus comidas.
Momento
Cuanto
coméis con tristeza, o con ira, o sin deseo, se convierte en veneno en
vuestro cuerpo. Pues el aliento de Satán lo corrompe todo. … Y nunca os sentéis
a la mesa de Dios antes de que él os llame por medio del ángel del apetito.
Descanso
Cada séptimo
día es santo y está consagrado a Dios… no comáis ningún alimento
terrenal, sino vivid tan solo de las palabras de Dios.
¡La
paz sea con vosotros!
*NOTA:
cuando habla de “leche” se refiere a una sustancia que muy
pocas personas conocen hoy en día: leche fresca y cruda (no
pasteurizada), producida por vacas que no conocían de hormonas
artificiales ni antibióticos, y para consumirla sólo en una determinada época
del año (no diariamente), cuando las vacas se alimentaban de pastos
frescos.
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