Tenemos el poder de recomenzar en cualquier momento. La experiencia
humana es como una “escuela terrenal” en la que aprendemos cómo funciona
nuestra alma y nos conectamos con la divinidad. En la vida cometeremos errores.
Este es nuestro proceso y se espera que eso nos ocurra. ¿Juzgaríamos o
criticaríamos a un niño que se tropieza mientras aprende a caminar? Podemos dar
ese amor a los demás y a nosotros mismos a lo largo de nuestra vida. El Creador
nos concede esta misericordia y amor.
Diariamente, cuando el sol sale, somos
bendecidos con otro día en la escuela terrenal. Nunca somos
retenidos por nuestros errores ni nuestro pasado, más bien siempre tenemos una
manera de soltarlos. Nunca limitan el potencial de quiénes podemos llegar a
ser. Nuestro pasado no es necesariamente nuestro futuro. Podemos superar los
límites de quienes fuimos para convertirnos en quienes estamos destinados a
ser. Esta semana se celebra la festividad de Purim y nos baña con una energía
misericordiosa diseñada para renovarnos y recuperarnos. Los kabbalistas enseñan
que la purificación del día de Purim equivale a todo el trabajo espiritual por
el que debemos pasar en los meses de Virgo y Libra. La hermosa y misericordiosa
Luz de renovación llega a nosotros esta semana para darnos el regalo de ser
libres de nuestros errores pasados y superarlos hasta llegar a la existencia
más auténtica de nuestra alma.
"LEEMOS SOBRE NOSOTROS MISMOS."
Nuestra guía y fuente de energía de esta semana llega a nosotros a
través de la porción de Tsav. En Tsav aprendemos más sobre los deseos del
Creador para nosotros. La Torá es nuestro manual de instrucciones para la vida.
Los kabbalistas nos enseñan que sin la sabiduría y la energía de la Torá, la
vida es difícil. El Creador nos dio la Torá con el único propósito de ayudarnos
a mejorar nuestra vida. En Tsav, el Creador orienta a Moshé sobre el proceso
del sacrificio y la ordenación de los sumos sacerdotes. Los sumos sacerdotes
eran originalmente elegidos de entre los israelitas y tenían la divina tarea de
canalizar el proceso de renovación para todos. ¿Pero dónde están hoy los sumos
sacerdotes y los Templos para realizar nuestros sacrificios? En realidad, ambos
están presentes en la actualidad. La verdad es que cada uno de nosotros es su
propio sumo sacerdote, nuestro Templo es el mundo en el que vivimos y nuestros
sacrificios son las maneras en las que compartimos con los demás. Tsav explica
el proceso de purificación y ordenación de los sumos sacerdotes además de la
purificación de los israelitas, los cuales fueron hechos con diferentes
ofrendas y sacrificios. De este modo se elevaban, resarcían errores pasados y
recibían una hoja en blanco que les permitía elevarse más hacia la Luz del
Creador. Nosotros también recibimos la misma oportunidad y privilegio
esta semana. La Torá es un libro viviente. Nunca leemos simplemente
sobre Moshé y el sumo sacerdote, leemos sobre nosotros mismos.
Debido a que Purim, la festividad más elevada del año, se celebra a finales de
la próxima semana, somos bañados en renovación y restauración total. Nuestro
pasado es solo eso, pasado. Solo necesitamos hacer el esfuerzo de convertirnos
en nuestro propio sumo sacerdote. Solo necesitamos hacer un pequeño esfuerzo
para acercarnos a la energía de amor y el Creador. Podemos lograrlo través de
nuestros propios sacrificios espirituales de amor por los demás.
"LA HERMOSA Y MISERICORDIOSA LUZ DE RENOVACIÓN
LLEGA A NOSOTROS ESTA SEMANA."
Encontramos muchos tesoros en la vida. Estar enamorado y encontrar a tu
alma gemela es uno. El amor verdadero es nuestra fuente de alegría y plenitud.
La amistad es otro, porque nos ofrece la felicidad más sincera, así como el
apoyo y la mano amiga que necesitamos durante los desafíos de la vida. Y nada
puede compararse con las recompensas de ser padre. Pero todos estos tesoros
requieren de cierto sacrificio de nuestra parte. Las relaciones de todo tipo
son una experiencia constante de dar y también recibir. Toda
relación requiere que demos de nosotros para mantenerla. Las relaciones humanas
son los verdaderos tesoros en este mundo y nos proveen el sustento y apoyo que
necesitamos. No obstante, solo podemos obtenerlas con nuestro dar y
autosacrificio. No podemos esperar que alguien se comprometa con nosotros por
toda una vida a menos que estemos dispuestos a hacer lo mismo. No podemos tener
una verdadera amistad con alguien si no estamos dispuestos a ofrecerla
nosotros. No podemos vivir la dicha de tener hijos si no estamos dispuestos a
comprometernos a criarlos. Nuestros actos amorosos nos convierten en los sumos
sacerdotes de nuestra vida. La devoción, el cuidado, el amor y el dar son los
sacrificios en el templo sagrado de la vida. Si estamos dispuestos, todos los
días de nuestra vida podemos ser los sumos sacerdotes del dar, el aporte y el
amor que este mundo tanto necesita. Mientras entendamos esta hermosa energía,
regresará a nosotros. Al dar a los demás, nos damos a nosotros mismos. Al amar
a los demás, podemos renovarnos de los errores que hemos cometido y elevarnos
hacia el Creador. En las acciones que realizamos de corazón encontramos nuestro
poder, renovación y propósito.
Esta semana en nuestras meditaciones, anticipamos el próximo evento
cósmico de Purim. Estamos ante una oportunidad única en el año para la
renovación y el rejuvenecimiento en la que podemos limpiarnos de nuestro pasado
y prepararnos para el año astrológico que tenemos por delante.
Dedica su vida a la misericordia y el amor. Nos sumergimos en esta Luz
en este momento. Dirígete a las aguas tibias del mundo. Entra lentamente en el
lago de la misericordia y el amor. Sumérgete en esta Luz y permítete recibir
renovación y limpieza. Mantente abierto diariamente a hacer pequeños desafíos
por alguien más sabiendo que ese es el camino hacia tu propia plenitud. Debido
a que para vivir amor verdadero, primero debemos dar amor. Para tener una
amistad verdadera, primero debemos ser un buen amigo. Para sentir misericordia
en este mundo, debemos dar misericordia a los demás. De este modo activamos el
poder de Purim y del sumo sacerdote, no solo esta semana, sino cada semana de
nuestra vida.
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