Elegir cómo sentir, más allá de lo que ocurre .
Cada
día trae su propia marea de acontecimientos. Algunas parecen bendiciones, otras
desafíos. Pero más allá de lo que ocurre “afuera”, existe una verdad
transformadora: la libertad de elegir cómo responder desde dentro.
No estamos destinados a ser rehenes emocionales de lo que sucede. La auténtica libertad comienza cuando
comprendemos que no somos nuestras emociones, sino quien las observa y decide qué hacer con ellas.La
libertad emocional no significa reprimir lo que sentimos. Muy por el contrario,
es permitirnos sentir profundamente, con honestidad, pero sin quedar atrapados.
Es mirar de frente la tristeza, la ira, la frustración, y decir: “Te veo, te
escucho, pero no te entrego el timón”.
Cada
emoción trae un mensaje. Pero no todas necesitan convertirse en una residencia
permanente. El alma madura no huye ni se aferra: recibe, interpreta, agradece y
sigue caminando.
Hoy,
como práctica, cuando algo despierte en ti una reacción automática, distente un
momento. Respira. Mira esa emoción sin juicio, como si fueras el cielo
contemplando sus nubes. Y pregúntate:
¿Qué
puedo aprender de esto? ¿Cómo me gustaría sentirme en la realidad? ¿Qué me está
mostrando esta emoción sobre mí?
Al
hacer esto, comienzas a vivir desde una respuesta consciente, en lugar de una
reacción condicionada.
La
libertad emocional no se trata de estar bien todo el tiempo. Se trata de
recordar que tú eres más grande que cualquier emoción que te atraviese. Y en
ese recordar, emerge tu poder más real: el de elegir tu estado interno, aunque
afuera todo se desordene.
Hoy
es un buen día para practicar esa elección. Una emoción no define tu día. Tu
respuesta sí.
Fuente:
Escuela Claridad
No hay comentarios:
Publicar un comentario