La sociedad está afligida por algo llamado el Síndrome 'de Repente':
De repente tuvo un ataque al corazón.
De repente él la dejó.
De repente nos hemos quedado sin dinero en efectivo.
De repente el negocio fracasó.
De repente cambió de idea.
Los médicos le encontraron de repente un bulto.
De repente sentí que mi vida estaba vacía.
De repente tuvo un ataque al corazón.
De repente él la dejó.
De repente nos hemos quedado sin dinero en efectivo.
De repente el negocio fracasó.
De repente cambió de idea.
Los médicos le encontraron de repente un bulto.
De repente sentí que mi vida estaba vacía.
Pero, ¿realmente existe tal cosa como el "de repente"? La Kabbalah dice que no. Absolutamente no. Siempre hay una causa oculta e invisible que precede a cualquier suceso "repentino"
Con demasiada frecuencia buscamos un arreglo fácil. Una solución rápida. Resultados de la noche a la mañana. Y cuando eso es lo que buscamos, encontramos decepción. Frustración. Exasperación.
Debemos saber que sea lo que sea para lo que estamos trabajando, cuando hacemos el esfuerzo, los resultados llegan. Sin embargo, puede que los resultados que se revelan no sean los que nosotros buscamos o los que habíamos planeado.
Cuando mis padres, el Rav y Karen Berg, iniciaron este viaje, no tenían planes de abrir Centros ni de guiar a los cientos de profesores y miles de estudiantes que tenemos hoy. Esto sucedió con la ayuda del Creador.
Nuestro trabajo es sencillo: poner el máximo esfuerzo, y con un poco o mucha ayuda del Creador –según el objetivo sea grande o pequeño– se acabará manifestando.
No siempre sabes dónde se manifestará la semilla. La mayor parte del tiempo no lo sabes. Pero la plantas de todas formas, la riegas y cuidas de ella. No hay manera de saber dónde crecerá.
Muchas de las bendiciones ilógicas de nuestra vida son resultado del esfuerzo que hemos inyectado en algún otro lugar. Invertimos en una relación que parece no ir a ninguna parte, sólo para que la siguiente sea 'mágica'. Trabajamos incansablemente en un proyecto que no nos da ningún fruto, sólo para que después otro proyecto se materialice 'de repente' sin esfuerzo.
Pero el 'de repente' no existe. Esa magia viene del esfuerzo y la energía que hemos invertido en algún otro lugar.
Esta semana, da lo mejor de ti. Y recuerda que puedes no ver resultados allí donde los esperas. Recuerda que la mayoría de las veces hay un proceso. No pasa de la noche a la mañana, o de la forma en que lo hemos planeado o pensado. Pero la energía nunca se pierde...así que sigue perseverando.
Todo lo mejor, Yehudá
Con demasiada frecuencia buscamos un arreglo fácil. Una solución rápida. Resultados de la noche a la mañana. Y cuando eso es lo que buscamos, encontramos decepción. Frustración. Exasperación.
Debemos saber que sea lo que sea para lo que estamos trabajando, cuando hacemos el esfuerzo, los resultados llegan. Sin embargo, puede que los resultados que se revelan no sean los que nosotros buscamos o los que habíamos planeado.
Cuando mis padres, el Rav y Karen Berg, iniciaron este viaje, no tenían planes de abrir Centros ni de guiar a los cientos de profesores y miles de estudiantes que tenemos hoy. Esto sucedió con la ayuda del Creador.
Nuestro trabajo es sencillo: poner el máximo esfuerzo, y con un poco o mucha ayuda del Creador –según el objetivo sea grande o pequeño– se acabará manifestando.
No siempre sabes dónde se manifestará la semilla. La mayor parte del tiempo no lo sabes. Pero la plantas de todas formas, la riegas y cuidas de ella. No hay manera de saber dónde crecerá.
Muchas de las bendiciones ilógicas de nuestra vida son resultado del esfuerzo que hemos inyectado en algún otro lugar. Invertimos en una relación que parece no ir a ninguna parte, sólo para que la siguiente sea 'mágica'. Trabajamos incansablemente en un proyecto que no nos da ningún fruto, sólo para que después otro proyecto se materialice 'de repente' sin esfuerzo.
Pero el 'de repente' no existe. Esa magia viene del esfuerzo y la energía que hemos invertido en algún otro lugar.
Esta semana, da lo mejor de ti. Y recuerda que puedes no ver resultados allí donde los esperas. Recuerda que la mayoría de las veces hay un proceso. No pasa de la noche a la mañana, o de la forma en que lo hemos planeado o pensado. Pero la energía nunca se pierde...así que sigue perseverando.
Todo lo mejor, Yehudá
Secuencia de los 72 Nombres
La abundancia y la fertilidad llenan mi ser. Soy impregnado con el poder de la procreación. También podemos meditar sobre otras personas que están tratando de empezar una familia.
Namaskar
G S
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