Mientras estábamos jugando, tuve un pensamiento:
El movimiento correcto no siempre es el que mete la bola en el agujero. A veces tienes que seguir una estrategia. A veces tienes que mover la bola por la mesa para poder ganar al final. En otras palabras: a veces, no ganar puntos en este momento te acercará finalmente a tu objetivo.
Si aplicamos esta metáfora a la vida, entendemos que cada movimiento que hacemos debe acercarnos más a nuestro objetivo, pero no siempre tiene que ser una jugada ganadora.
En el ajedrez sucede lo mismo. Puede que incluso tengas que retroceder para poder ganar. No todo movimiento gana la partida, pero esperas que te acerque más a la meta.
Ya sea con amigos, con la familia, en la salud, en la espiritualidad o en el trabajo, etc., nos movamos un paso más cerca físicamente o no, tenemos que asegurarnos de que nos estamos moviendo hacia el objetivo.
Un ejemplo muy real que he experimentado es cuando sientes que alguien en tu vida necesita amor y cuidados. Las palabras no siempre funcionan. Puede que quieras ver una película con esa persona. Mientras que el objetivo es conectarse de una forma amorosa, puede que ellos no sientan amor en ese momento. Pero el amor está ahí, y ambos se están acercando a él.
En nuestros propios caminos, debemos asegurarnos de que siempre estamos compartiendo, conectándonos y transformándonos. A veces eso significa confrontar nuestros propios asuntos, o los de otra persona. A veces tenemos que decir palabras que pueden ser difíciles de escuchar. Harry Truman dijo: "Yo no les doy el infierno. Sólo les digo la verdad sobre ellos mismos y ellos piensan que es el infierno".
En ese momento no sientes el progreso. Pero en el panorama completo te estás acercando, a las personas, a manifestar algo, a la Fuerza de Luz del Creador.
Esta semana, te reto a que hagas movimientos. Crea una estrategia. Observa hacia dónde vas encaminado y en lugar de buscar ‘ganar puntos’ ahora, mira a ver adónde necesitas ir para alcanzar tu objetivo. Me encantaría escuchar tus experiencias: cómo te acercas, o te alejas, en el proceso.
Esta semana, dales el infierno. Y hazme saber cómo te fue.
Todo lo mejor, Yehudá
Secuencia de los 72 Nombres
Cuando necesito decir la verdad, este Nombre me da el valor necesario para abrir tanto mi corazón como mi boca.
Cuando necesito oír la verdad, este Nombre nos da fuerza para abrir nuestros oídos y cerrar nuestra boca.
Cuando necesito oír la verdad, este Nombre nos da fuerza para abrir nuestros oídos y cerrar nuestra boca.
Namaskar
G S
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