Plenitud Física

Para poder hacer el trabajo de sanación que es el fundamento de cada vida, necesitamos una presencia física en la tierra. Esta presencia física empieza con nuestro cuerpo y todos los aspectos que se requieren para que funcione dentro de su camino de sanación. Además de estos aspectos físicos, como el sexo, color de piel, estatura, peso y salud, tenemos otros aspectos materiales como la personalidad y las emociones que son importantes para cumplir nuestra misión. Es la combinación de aspectos lo que crea la presencia material perfecta para que comencemos el viaje de sanación.
Somos físicamente plenos cuando estamos conscientes y arraigados con todos nuestros aspectos y somos conscientes de dónde estamos, qué estamos haciendo y por qué, todo el tiempo. Pero también tenemos que mirar si estamos usando nuestra presencia física para sobrevivir nuestras experiencias o para trascenderlas. Hay una diferencia entre estar arraigados y estar atascados. Lo que podría sentirse como arraigamiento, en realidad podría ser nuestro intento de encontrar claridad, propósito y significado en una situación desequilibrada que tiene un enfoque demasiado estrecho en lo físico/material. Entonces nos sentimos atascados porque toda nuestra energía está concentrada en una sola área y no hay espacio para la expansión.
Nuestra presencia material proporciona un vehículo para el espíritu en donde hacer el trabajo de sanación. Pero si olvidamos el propósito de sanación de nuestra vida, vamos a enfocar nuestra presencia material en la supervivencia para crear seguridad y control y nunca expandirnos más allá de eso. ¿Puede sorprendernos que tanta gente esté tan concentrada en su aspecto físico, en acumular riqueza, poseer una casa grande en una comunidad exclusiva, tener un trabajo con poder y ganar el sueldo más alto? Todo esto representa un enfoque en nuestra presencia física, que se arraiga en la seguridad y supervivencia. Cualquier cosa que represente sanación y movimiento es una amenaza para eso.
¿Dónde están nuestros otros aspectos? Todos están contribuyendo al área en la que estamos enfocados. Nuestras emociones y experiencias están arraigadas en la necesidad de seguridad y control, creando experiencias que presentan estas necesidades para su sanación y resolución. Para desatascarnos debemos estar dispuestos a mover nuestro enfoque de la necesidad de estar en control a permitir el movimiento en otras direcciones, equilibrando así nuestros aspectos. ¿Podemos estar arraigados en la transformación, cuando todo está cambiando, y sentirnos seguros, guiados, cuidados y en control? ¿Estamos abiertos a la transformación o necesitamos garantías de que vamos a estar a salvo y en control si pasamos por esa puerta? Cuando somos capaces de hacer esas preguntas y estar abiertos a las respuestas, el cambio traerá nuevos flujos de energía que nos van a ayudar a desatascarnos y llevarnos de vuelta al equilibrio.

por Jennifer Hoffman
Traducción: Margarita López
Edición: El Manantial del Caduceo
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm

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