Mientras escribo esto, dos de mis tres hijos se están preparando para mudarse a un nuevo propósito de vida, uno que los llevará a nuevos territorios, geográficamente, emocionalmente, mentalmente y espiritualmente. Para llegar a este punto ellos tuvieron que tomar difíciles decisiones acerca de lo que era importante para ellos, por quiénes serían influenciados y si iban a servir a ellos mismos o a otros. Su mayor desafío fue decidir qué servía a su propósito y tener el coraje de seguir ese camino, incluso si eso significaba caminarlo solo. Tuvieron que examinar cuidadosamente su vida y decidir si iban a permitir que sus sueños expandieran su propósito y luego dejar que sus sueños los guiaran hacia un nuevo camino. Su opción era vivir de acuerdo con su propósito o servir a alguien más.
La vida con propósito es aquella en la que respondemos al llamado de nuestros más grandes sueños. Por supuesto que queremos seguir nuestros sueños, ¿no es obvio? Pero hay tantas cosas que pueden interponerse en nuestro camino o tomar precedencia o ponernos en la posición de elegir entre lo que nosotros queremos, lo que otra persona quiere o lo que alguien quiere para nosotros.
Familia, amigos, parejas, obligaciones y compromisos, todos demandan nuestro tiempo y energía, que nosotros damos hasta que llegamos a la encrucijada donde nuestros sueños nos desafían a empezar a pensar y vivir para nosotros mismos.
¿A quién dejamos atrás y cómo enfrentamos sus expectativas?
Cuando terminamos con una situación, como el haber completado nuestra sanación y crecimiento, la energía empieza a fluir en nuevas direcciones. Nuestro propósito de sanación está completo y ahora podemos seguir otro camino, creando un nuevo propósito para nuestras vidas. Nuestro aspecto espiritual se siente cómodo con este proceso; son las emociones las que se interponen. Si bien seguir adelante puede servir a nuestro propósito y ayudarnos a avanzar en nuestra vida, ¿podemos estar dispuestos a soltar todo lo que no esté en alineación con este propósito? Recuerda, nuestro propósito cambia al cambiar nuestra energía, así que cuando hemos completado la sanación, todo lo que ha sido parte de nuestro viaje de sanación también está completo.
¿Cuánto de lo que tú haces sirve a los sueños de los demás o los apoya de alguna manera? ¿Cuánto sirve a tu pasado y cuestiones que bloquean tu alegría? ¿Cuánto de esto estás dispuesto a soltar para crear tu nuevo propósito? Éste es el desafío de nuestra encrucijada de transformación, donde muchos de nosotros estamos ahora, donde podemos crear nuestro nuevo propósito en la vida y soltar el viejo, permitiendo que el proceso de transformación libere los lazos del pasado para crear un futuro nuevo y brillante. Ésta es una elección para cada uno de nosotros, decidir qué sirve a nuestro propósito y co-crear ese camino en paz, alegría y con gratitud y amor por aquellos cuyo rol en nuestra vida ha sido ayudarnos a encontrar y estar en integridad con nuestro propósito.
Por Jennifer Hoffman
Traducción: Margarita López
Edición: El Manantial del Caduceo
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
Namaskar
G S
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