Cristal Conscientes y No Conscientes

Índigos y Cristal
Jennifer Hoffman

No piensen que me meto con los Índigo, hablaremos sobres los Cristal Conscientes y no Conscientes. Aunque tendemos a pensar que los Cristal son los más “espirituales” de las generaciones tempranas iluminadas, ellos también pueden actuar de formas muy poco iluminadas cuando no entienden, esconden o hacen mal uso de su energía. Mientras que los Índigo tienden a ser más vocales y atraer nuestra atención, los Cristal pueden expresar sus energías de maneras destructivas que no se esperan o caen de sorpresa.
En su expresión consciente la energía Cristal trae luz al mundo, sanación de los paradigmas de víctima y persecución y abre los portales a la divinidad. Éste es su propósito, despertar a la humanidad a la divinidad interna. Así que los Cristal son empáticos, energéticamente abiertos, y espiritualmente conscientes y conectados. Cuando están posados en estos aspectos y están equilibrados, son poderosos sanadores y maestros. Pueden mostrar al mundo el camino a la sanación y tener la compasión para guiar a otros a su luz interna.
En su expresión no consciente, la energía Cristal está fuera de control, no aterrizada y desequilibrada. Encarnan las energías de víctima y persecución que han venido a sanar y se convierten en mártires. Entonces sus dones empáticos pueden ser mal usados y abusados y se convierten en el canal para el dolor de los demás. O sus retos de vida los hacen tener miedo, esconder sus dones, desconfiar de su poder y aislarse del mundo. O pueden volverse poderosos maestros que llegan muy lejos en el ego y se olvidan de su misión espiritual. Cuando se usa inconscientemente, la energía Cristal puede ser manipuladora, temerosa, controladora y dañina para ellos y los demás.
¿Cómo podemos evitar la expresión no consciente de estas energías? Aquellos que llevan la energía Cristal saben que tienen una misión y es su amabilidad y naturaleza abierta, que con frecuencia es su fuente de reto, y también su fuerza más grande. La clave para ellos es recordar que su poder yace en sus conexiones y que al no permitirse ser abrumados por sus dones empáticos, pueden manejar mejor a las personas y energías a su alrededor. Cuando permanecen aterrizados por igual en sus raíces espirituales y físicas, aprenden el equilibrio y a discriminar con su empatía para sanar al mundo sin convertirse en su mártir.

Namaskar
G S