Yo Soy un Ser de Fuego Violeta
Yo Soy la Pureza que Dios desa
Yo Soy la Pureza que Dios desa
"¡Decretarás una cosa y se te manifestará!"
(Maestro El Morya)
Un decreto es un edicto, una decisión, un poderoso manifiesto. Es un mandato del hijo o hija de Dios dado en el nombre de la presencia YO SOY.
Los decretos refuerzan el poder de la luz, la vida y el amor que se encuentra dentro de nosotros. Deben ser dirigidos hacia la presencia YO SOY (el Yo divino interno) y hacia el Santo Ser Crístico (la identidad Crística) en nosotros, así como a los seres cósmicos altamente evolucionados. De esta manera se afianzan las energías y el amor, con el fin de amplificar, a niveles de ilimitada comprensión, la acción del decreto según se manifiesta en el mundo del tiempo y el espacio.
Además, los decretos son una afirmación de que podemos llegar a la finalidad lógica: por ley cósmica, las ideas expresadas en palabras tienen que hacerse realidad cuando se dan en nombre de la Deidad y con la autoridad de la llama Crística.
Una vez que la consciencia se expande lo suficiente, los sentimientos se elevan, los pensamientos se espiritualizan y el decreto se transforma en melodía dentro del corazón y del alma. No existen palabras que puedan describir el maravilloso sentimiento de paz, júbilo, libertad y felicidad en ese momento. El poder del decreto, de la palabra hablada, es pues, un método de realización divina.
Namaskar
Galatha Shendrix
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