Escuela Huber
Este miércoles empieza un nuevo ciclo zodiacal con la entrada
de Júpiter en Aries.
Exceptuando su periodo retrógrado en el que volverá a Piscis
por seis semanas (del 28 de octubre al 20 de diciembre), tendremos a Júpiter
transitando por Aries hasta el 16 de mayo de 2023.
Desde la tradición astrológica más lejana, a Júpiter se le
considera el gran benefactor y se le asocia con la buena suerte.
Por su gran tamaño, el más grande del Sistema Solar, se sugiere que
justamente protege a la Tierra de los asteroides, ya sea porque chocan primero con él o porque su gravedad los desvía de su curso.Pero Júpiter no solo sería un escudo físico.
En palabras de Alan Leo, es el planeta «de la gran fortuna, de
la expansión, del crecimiento, del agrandamiento; de la esperanza, del
optimismo, del estatus social y moral».
Y en las de Louise Huber: «Júpiter, otorga un carácter jovial,
justo y leal. Es afortunado por naturaleza, ama la vida y desprende un gran
optimismo aunque éste, en ocasiones, no esté demasiado justificado».
En el libro El prisma astrológico y la dimensión humana, José
Antonio Rodríguez resumió perfectamente a Júpiter con este gráfico que hemos
decidido compartir:
Desde el enfoque esotérico, Júpiter siempre expande la
conciencia, confiriendo una nueva visión y, a la larga, también una perspectiva
filosófica, sabia y amorosa sobre la vida, la misma que nos permite gestionar
mejor los retos que nos vamos encontrando.
Crecemos mediante asociación y cooperación con los demás sea
horizontalmente, con nuestros iguales, o verticalmente, con quienes han
trascendido nuestro nivel de evolución o, también, con aquellos que necesitan
nuestra ayuda.
Mitológicamente, Júpiter ha estado siempre relacionado con los
Dioses. En Grecia, por ejemplo, su correspondencia de Júpiter es con el Dios
Zeus, el tercer regente de los Mundos, padre de dioses y humanos.
Veamos aquí el Zeus de Dresde, en el Museo del Hermitage
(Rusia), una réplica del que había en el templo de Olimpia, una de las siete
maravillas del mundo antiguo.
Este nuevo ciclo zodiacal activa el eje de encuentro
Aries-Libra y las casas 1-7, por lo que en los sectores que tengamos a Aries en
la carta natal se producirán, ya no solo nuevas visiones, sino la necesidad de
llevarlas a cabo, sin posponerlas.
Júpiter nos ayudará a tomar consciencia del área de la vida
donde se sitúa Aries , permitiendo gestionar mejor el Individualismo, la
precipitación y la poca valoración de los riesgos que pueden surgir como parte
de los retos vitales de este tránsito.
El término sánscrito para Júpiter es «gurú», y Júpiter cumple
este papel benéfico: Júpiter enseña, nutre, da, provee y, en general, satisface
la necesidad.
Y aquí toma sentido la frase semilla de Aries: «Surjo y, desde
el plano mental, rijo».
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