“La paz en la Tierra es un
ideal al que todo humano aspira. Las fundaciones por la paz, las demostraciones
relacionadas con la paz, las congregaciones por la paz, las plegarias por la
paz son secundarias. El paso primordial es “que el pacifista esté en paz
consigo mismo”; eso es ya una contribución a la paz humana. Los hombres
alineados son hombres pacíficos. Su presencia difunde paz. Su morada difunde
paz también. A menudo, los visitantes a los Ashrams perturban la paz que
normalmente prevalece en los Ashramitas. Cada ser humano tiene una morada de
paz en él -un Ashram en él. Uno puede entrar dentro de esta morada asociándose
con la respiración y la pulsación. Aquellos que saben esto obtienen la paz
interior y a su vez la paz se expresa a través de ellos. Reflexionemos sobre
esto” (Maestro E.K.).
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