Cada persona está en un viaje de transformación. Los defectos y los errores no deben ocultarse ni evitarse: descubrirlos y trabajar para transformarlos es el camino hacia más bendiciones, dicha y plenitud. Sé valiente a la hora de analizar las áreas en las que necesitas trabajar, elabora un plan para saber en quién quieres convertirte y empieza a dar pasos transformadores hacia una versión de ti mismo todavía mejor.
Monica y Michael Berg.
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Nadie es perfecto. Cuando oímos esta frase, solemos tratarla como una admisión de culpabilidad o una razón para absolver a alguien. Pero la verdad es que no fuimos diseñados para ser perfectos y nuestras imperfecciones dan un propósito a nuestro trabajo espiritual.
Todos fallamos y
cometemos errores o actuamos de maneras que sabemos que no deberíamos a veces.
Tendemos a considerar nuestros defectos como cosas que andan “mal” en nosotros.
Podemos intentar ocultarlos o negarlos y, a menudo, nos sentimos muy
avergonzados cuando son expuestos. Sin embargo, al reconocer y transformar los
aspectos de nosotros mismos que son negativos, podemos revelar una gran Luz en
el mundo y permitir que fluyan bendiciones asombrosas en nuestra vida.
He aquí tres consejos
para crear una mejor versión de ti mismo:
1. Conócete. Haz una
lista de las tres o cinco cosas más importantes en las que necesitas trabajar.
Cada uno de nosotros
viene a este mundo con una valija entera de características que necesitamos
trabajar, ya sea la ira, el egoísmo, la pereza o cualquier otra cosa. En
esencia, estamos en este mundo para mejorarnos a nosotros mismos, lo que
significa que necesitamos claridad sobre aquello que no funciona.
Para reparar algo,
primero hay que identificarlo como defectuoso. Uno de los primeros pasos más
importantes hacia la transformación es preguntarse: “¿Qué necesito corregir? ¿Qué
es lo que quiero mejorar de mí?”. Mira en tu interior y ve las partes que no te
sirven. Haz una lista de las tres o cinco cosas más importantes que necesitas
mejorar.
2. Crea una visión de
quién quieres llegar a ser y ten presente que es posible lograrlo.
Puede ser decepcionante
ver las partes de nosotros mismos en las que tenemos que trabajar. Podemos
pensar que definen quiénes somos y que es imposible que cambiemos. Cuando hagas
la lista de cosas que quieres cambiar de ti mismo, es importante que también
hagas una lista de quién quieres llegar a ser en última instancia y que te
visualices como esa persona. Ten presente que la transformación no solo es
posible, sino que es una parte necesaria de nuestra existencia.
Sin una visión de en
quién quieres convertirte y el conocimiento de que es posible lograrlo, es
fácil quedarse estancado en un lugar de tristeza, culpa o vergüenza. Puedes
cambiar mucho con solo visualizar quién quieres ser y cómo quieres relacionarte
con los demás en el mundo.
3. Recuerda que no
estás destinado a ser perfecto. Encuentra la lección en cada error y toma
medidas para cambiar tu comportamiento en el futuro.
Cuando veas las partes
en las que necesitas trabajar, no te desanimes. ¡Ahí es donde empieza el
verdadero esfuerzo! Todos somos obras en construcción. Eso es la vida: un
proceso. Es probable que descubras que esas áreas importantes son mucho más
difíciles de transformar que cualquier otro aspecto de ti mismo, y eso se debe
a que es parte del trabajo de tu vida. A algunas personas les resulta fácil
compartir con el mundo y hacer grandes cosas por la humanidad, por ejemplo,
pero luchan mucho con sus relaciones interpersonales. Todos tenemos diferentes
áreas que nos resultan más fáciles o más difíciles.
Trabaja en transformar
esas partes de ti en algo que sea poderoso de forma perfeccionada. Esto
significa luchar contra tu ego, practicar la empatía y la compasión, aprender
de tus errores y encontrar el perdón para los demás y para ti mismo.
Cada persona está en un
viaje de transformación. Fuimos hechos perfectamente imperfectos. Los defectos
y los errores no deben ocultarse ni evitarse: descubrirlos y trabajar para
transformarlos es el camino hacia más bendiciones, dicha y plenitud. Sé
valiente a la hora de analizar las áreas en las que necesitas trabajar, elabora
un plan para saber en quién quieres convertirte y empieza a dar pasos
transformadores hacia una versión de ti mismo todavía mejor.
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