por cristinalaird
Cada vez que Urano, el planeta de la rebelión, el cambio repentino y la innovación, es constelado por otro planeta o punto matemático (como en este caso) en los cielos, puedes anticipar un momento verdaderamente revelador, algo inesperado irrumpe desde el inconsciente colectivo o la Naturaleza que nos fuerza a mirar y reflexionar sobre donde nos encontramos en nuestra evolución. Y este mes, Urano formará una estrecha conjunción con el Nodo Norte, un
punto relacionado con el Karma y el crecimiento espiritual, por primera vez desde 2007, estimulando una oportunidad para identificar y abrazar verdaderamente nuestro camino destinado.La reunión exacta ocurre el 31 de
julio a las 21:04 p.m, hora de España, pero debido a que el tránsito es
bastante lento y ya se encuentra a menos de 2º de distancia, ya podemos
comenzar a sentir esta energía, sorprendente que una y otra vez nos fuerza a
cuestionarnos cómo marchamos hacia nuestro futuro y que es eso que debemos
ofrecer a la Humanidad. Urano, el planeta cuyo arquetipo está relacionado con
la visión de futuro, la ciencia, la tecnología, la invención, la revolución,
las ideas geniales, la innovación, lleva transitando el segundo signo del
zodíaco, Tauro, signo de tierra, fijo, donde aprendemos sobre finanzas, la
seguridad, la importancia de nuestros valores, nuestra cultura, nuestros
deseos, rituales, sustento, desde el 15 de mayo de 2018 y continuará por este
territorio hasta el 27 de abril de 2026. Urano al ser un planeta transpersonal,
es decir por fuera de los límites de Saturno, que es el último planeta que
podemos ver a simple vista y tiende a ser sentido por la sociedad en su
conjunto más que sobre una base más individual (a menos que esté golpeando su
carta de una manera significativa, por ejemplo, durante su oposición a Urano).
Desde que ha estado en Tauro, hemos visto muchas sacudidas uranianas futuristas
como las criptomonedas, el crecimiento de esa «criatura informática»
todopoderosa que llamamos «algoritmos» que nos manejan y nos conocen más que
nadie, sin que siquiera nos demos cuenta.
Es Urano en Tauro, quien nos
recuerda que si prestamos atención a nuestra creatividad e ingenio interno,
tenemos todas las herramientas necesarias para proveer a nosotros mismos y a la
sociedad de lo que necesitamos para vivir y evolucionar, sin destrozar el
planeta. El problema es que la mayoría de nosotros no escuchamos, ni siquiera
nos preocupamos por cuestionarnos al respecto. Las ideas geniales van y vienen,
pero si no las detenemos y les damos expresión, se evaporan con la misma
velocidad que llegaron.
Los Nodos Lunares nos muestran por
donde vamos en nuestro camino evolutivo, tanto a nivel personal como
transpersonal, y esta alineación con un planeta transpersonal de esta magnitud como
es Urano, y en la angularidad Tauro-Escorpio, puede detonar un dilema económico
de gran magnitud, que ya estamos vislumbrando con motivo del precio del
petróleo y la inflación que sacude al mundo entero, con el añadido de la guerra
en Ukrania. El impacto será potente por que Marte, también en Tauro se une a
Urano en esta alineación por tanto, nos encontramos ante una situación delicada
y al mismo tiempo necesaria, para provocar un gran «despertar» colectivo.
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