CONSEJO #1
Está
bien sentirlo todo: Como seres empáticos, a menudo nos cerramos para
protegernos de la energía abrumadora que nos rodea. Pero imagina los días de
Lemuria, cuando nuestros corazones estaban completamente abiertos y podíamos
sentirlo todo. La alegría, el dolor y las emociones de todos como si fueran
nuestras. En aquel entonces, esta profunda conexión era natural y hermosa.
Hoy, nuestro desafío surge cuando confundimos las
emociones que sentimos con las nuestras y nos sentimos responsables de solucionarlas. Esta carga no nos corresponde.En
la energía de la quinta dimensión, la norma está cambiando. Se nos llama a ser
testigos compasivos, a sentirlo todo, pero manteniendo límites sanos. La clave
es permanecer abiertos, percibir plenamente, pero saber con claridad qué es
nuestro y qué no.
CONSEJO
#2
Escucha
tus propias palabras: A menudo hablamos con palabras y frases familiares,
moldeadas por la costumbre y el mundo que nos rodea. Pero a medida que
ascendemos a la quinta dimensión, la energía detrás de nuestras palabras se
vuelve más poderosa, y su impacto puede ser muy diferente al que pretendemos.
Reflexiona
un momento sobre las expresiones que usas con frecuencia. ¿Reflejan la verdad
de tu corazón o son simplemente ecos de viejos patrones?
Refinar
tu lenguaje te permite hablar desde el Corazón, en lugar de las respuestas
automáticas del cerebro dentro de tu traje. En vibraciones más elevadas, la
comunicación consciente se convierte en una herramienta sagrada.
CONSEJO
#3
Conoce
tu identidad sin juzgar: en la quinta dimensión, aún cargamos con nuestras
fortalezas y debilidades; no desaparecen, pero nuestra relación con ellas se
transforma. La clave para experimentar la verdadera alegría es la
autoconciencia y la autoaceptación, sin juzgar.
Cuando
aceptas plenamente quién eres, tal como eres, la alegría se convierte en un
estado natural. Y desde ese espacio de aceptación, el cambio real y duradero no
solo se vuelve posible, sino que se produce sin esfuerzo, siempre y cuando lo
elijas.
¡Podemos
lograrlo si nos tomamos de las manos!
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