Todos sabemos que nosotros en el fondo del alma, somos una parte de Dios,
y que es nuestro destino desarrollarnos a la semejanza de su perfección. Este
conocimiento produce un deseo interior que es “ASPIRACIÓN”, un anhelo de
conocer a Dios y de unirnos con él.
Las palabras claves para este mes son: IDEALISMO, REVERENCIA,
BENEVOLENCIA, BONDAD Y GENEROSIDAD, y representan esas cualidades que aumentan
este deseo, y la meditación sobre las palabras claves, nos ayuda a prepararnos
y a apresurar la consecución de lo que deseamos, porque: “El obrero es digno de
su salario”. “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean
vuestras obras buenas, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”
-San Mateo 5:16.
Durante 12 días desde el 12 de Diciembre (día de la Madre Divina y la Virgen de Guadalupe),
la Tierra está pasando por una Iniciación y mucha luz desde los planos
superiores está descendiendo a la Tierra. Muchos seres que tengan orientación
adecuada también pasarán por la iniciación durante este período.
También nosotros podemos orientarnos hacia esa luz que está descendiendo y
recibir esa luz en nosotros mismos. Simplemente cerrando nuestros ojos,
visualicemos que una cascada de luz cae en nuestra cabeza. Este descenso de luz
ocurrirá mejor cuando lo visualicemos mientras cantamos el Mantra Gayatri. Es
una gran oportunidad. Debemos utilizar esta gran oportunidad que la naturaleza
nos presenta. La astrología, es una gran ciencia que nos ayuda a reconocer
estas oportunidades. No es solamente para predicciones personales.
Es más útil cuando se reconocen y se utilizan las oportunidades que la
naturaleza nos presenta. Estos son los días de Iniciación planetaria. En estos
días, cuando nos orientamos hacia las energías que descienden en el planeta,
nosotros como trabajadores de la luz podemos utilizar la oportunidad de
iniciación que se nos presenta.
Para todo hay un límite ilimitadamente. En el caso del cuerpo (vehículos)
hay un límite que se nos da para cumplir con nuestro Dharma, este crece hasta
la edad de 35 años (5 veces 7). Disminuye a partir de entonces y hasta la edad de 70, se puede mantener.
Después de esta edad, puede ser que ni siquiera se pueda mantener
adecuadamente. Lo que sea que puedas hacer, debe hacerse dentro de esos años.
La mayoría de la actividad debería ocurrir dentro de los primeros 35 años. Por
lo tanto, deberíamos entrar en nuestro Buddhi (inteligencia cósmica) lo antes
posible y debería hacerse un esfuerzo en esa dirección. Cuando viajamos en esa
dirección, significa que estamos viajando hacia la inmortalidad. Una vez nos
estabilizamos en Buddhi (inteligencia cósmica), nos hacemos inmortales, nos
convertimos en el uno indestructible. Entonces andamos por el camino de la auto-realización.
La inmortalidad es el primer paso en el discipulado y la auto-realización
es el último paso. Por lo tanto, para entrar en Buddhi, deberíamos practicar el
estar en nuestro interior lo máximo posible. Nos quedamos en el exterior
solamente cuando hay una tarea o responsabilidad. El resto del tiempo,
intentamos estar en el interior. Estar en el interior no significa que
rechazamos el mundo exterior. Nosotros (nuestro cuerpo) podemos sentarnos en
cualquier lugar, incluso en una carretera. Incluso en nuestra oficina; pero lo
importante es permanecer dentro de nosotros mismos.
Así pues, permanece en tu interior lo más posible y sal solamente cuando
sea necesario. Hay dos lugares en los que puedes permanecer en el interior, uno
es el centro del Corazón y el otro es el centro Ajna. Hay dos cuevas que están
presentes en nosotros. Podemos ir allí y sentarnos en ellas simplemente
visualizando. Poco a poco, se desarrolla un gusto por el mundo interior. Hay un
mundo muy sutil en el interior. Una vez ese gusto se desarrolla, no tendrás
ganas de salir afuera. Estarás viviendo cada vez más en el interior. Esto no es
posible si estás atascado con el mundo exterior. Este continuará atrayéndote
hacia afuera. Cuando cierres tus ojos, muchos pensamientos externos vendrán a
tu mente y no te dejarán quedarte en el interior. El hombre interior puede
extenderse hacia el mundo exterior para añadir un toque espiritual pero el
hombre exterior no debería extenderse en el mundo interior. Cuando te quedas
cada vez más en el interior, los sentidos internos se desarrollan, los cuales
son de naturaleza sutil. Podrás ver aquello que no puedes ver con tus ojos
externos, podrás oír aquello que no puedes oír con tus oídos externos y así con
todo. Así se desarrollan los sentidos sutiles.
Cada año que pasa la mutación del ADN es más acentuada, más dejamos el
viejo estado de carbono y más nos convertimos en seres cristalinos-Crísticos.
Sagitario es el tercer signo de fuego, el cual propone búsqueda y
expansión, es un fuego que enciende el espíritu humano. Este mes la energía te
lleva a vincularte con un tipo de vitalidad que anhela responder a direcciones
profundas, a comprometerte con el sentido de la vida. Este mes es el desarrollo
de la conciencia trascendente, de un orden mayor, vasto y amoroso al que te
entregas con confianza. Es la captación de un propósito divino que guía tu
acción humana. Para lo cual, hay que ir más allá de los límites conocidos,
confiar en desplegarse hacia nuevos mundos y dimensiones, con otros modos
(paradigmas) de ver la realidad. La cosmovisión, la captación global e
incluyente, la síntesis organizadora que da sentido a la existencia.
Este mes te propone
conectarte profundamente con un sentido más allá de lo humano. De re-ligar lo
humano con lo divino, la tierra con el cielo. Sin embargo, se deberá estar
atento este mes con el sentido de grandiosidad que puede conducirte a excesos
de optimismo, atento a la posible manifestación del falso orgullo y con creer
que se posee una verdad absoluta (fundamentalismo). Este es un mes para
aprender a vivir la natural confianza, entrega y fe en la gracia del universo,
la sensación de abundancia, alegría y vitalidad infinita, relativizando los
problemas. Y preparándose para la Iniciación Crística en la Navidad (en el
siguiente mes).
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