Sagitario es un signo direccional. La punta de la flecha es
intencionada en una dirección particular. El arquero guía la flecha hacia un
punto deseado. Apunta al objetivo específico.
El Sol que transita por Sagitario tiene el objetivo
específico de llegar en Aries al punto más alto de iluminación. Un aspirante es
un hijo del Sol, y también ha de seguir al padre. Ha de fijar el objetivo en el
centro de la cabeza, apuntar hacia allí la flecha, y reunir todas las energías
para dirigirlas en esa dirección. La energía localizada en el muladhara deberá dirigirse y liberarse hacia
el centro de la cabeza. En meditación, Júpiter, el Señor del signo, proporciona
la dirección y la guía necesarias.
Una vez que se ha desarrollado adecuadamente el sentido de
la dirección, toda actividad de la personalidad tiende a alinearse con el Plan
divino. El Gurú o Maestro orienta el discípulo hacia el pensamiento de Dios. El
pensamiento de Dios es otra manera de decir el Plan divino. El aspirante no mirará
aquí y allá en busca de dirección, y seguirá la dirección que el Maestro, el
Iluminado, ha establecido para él. Como el pensamiento es poder, cuando se
libera ese poder en una dirección determinada se alcanza fácilmente el
objetivo. Los aspirantes deben tener presente que ellos no pueden lograrlo a
menos que sostengan un trabajo dirigido hacia el plan de Dios. La dirección la
establece la mente. La mente, que suele estar orientada hacia el deseo, desea
realizarse en la dirección que ha fijado el Maestro. Arjuna, un sagitariano,
fue orientado en la dirección correcta por Krishna el Señor. Así es que Arjuna
cumplió el plan.
Lo que se enfatiza en este contexto es el uso inteligente
de todos los poderes para producir el adecuado seguimiento de la dirección
fijada. La personalidad sagitariana también está totalmente satisfecha en el
proceso de realización del pensamiento de Dios. El aspirante egocéntrico se
transforma en un discípulo altruista durante su progreso hacia el objetivo.
Exotéricamente, Sagitario representa los muslos y,
esotéricamente, el centro sacro. El centro sacro tiene el potencial de las
fuerzas creativas para la luz física. Un discípulo sagitariano puede por lo
tanto realizar el plan de Dios en la Tierra. El centro sacro tiene su correspondencia
superior en el centro de la garganta. Mediante el uso correcto de la garganta
(el habla), un sagitariano puede elevarse a través de su trabajo y su palabra.
Mientras el Sol
transita por Sagitario, las energías de sagitario están al alcance de todos los
aspirantes que se disponen a trabajar para lo Divino mediante el correcto uso
de la garganta y del centro sacro. El movimiento ascendente puede inaugurarse a
partir del 22 de noviembre. ¡Que reunamos todas las energías una vez más para
conseguir un movimiento vertical ascendente! ¡Que Júpiter nos dé a todos la
plenitud!
Master
K.P.K.
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