Por Jennifer Hoffman
2 de Noviembre 2014
Traducción: Fara González
Las buenas noticias en
este mes son que ya no es octubre. Con tanta actividad energética, un
retrógrado de Mercurio, llamaradas solares clase X diariamente, múltiples
planetas cambiando de signo y nuestra necesidad de descongestionar, limpiar y
despejar nuestros espacios internos y externos, el mes pasado estuvo movido. Y
aunque en cierta forma noviembre es un poco más tranquilo, nos da una
oportunidad para integrar y
alinearnos con lo que ya hemos hecho antes de comenzar un nuevo proyecto. No digo que nada ocurra en este mes porque lo hará, pero
en una forma más ordenada porque nos está preparando para el movimiento de
diciembre. Nuestro objetivo para
noviembre es vivir en ASOMBRO, y lo
que eso significa se explicará en este artículo.
Si han visto una carrera de autos, todos los corredores
están alineados en la línea de arranque para arrancar la carrera juntos.
Mientras esperan por la señal de la bandera para arrancar, están acelerando los
motores y haciendo mucho ruido. Al menos algunos lo hacen. Otros hacen
comprobaciones de último minuto a los autos, sin sobrecalentar ni ahogar los
motores, o utilizan el tiempo extra para sentarse tranquilamente y estar
preparados. La concentración es
más importante que el músculo para ganar una carrera y aunque el músculo
pueda inicialmente ser vistoso, es la concentración la que gana a la larga. ¿Y
han notado que en cuanto comienza la carrera, la línea de arranque se convierte
en la línea final? ¿Están tratando de ganar su carrera con la concentración o
con el músculo? ¿Comprenden que no hay comienzo ni final y en cuanto terminan
una carrera califican para la próxima?
Impacientarse y querer actuar es tentador pero primero
tenemos que saber adonde vamos y eso puede no estar claro en este mes, así que utilicen
todo el tiempo que puedan dedicar a impacientarse, preguntándose por qué no
tienen todas las respuestas, adivinando su misión del alma y su senda de vida y
generalmente desilusionándose con todo el proceso, a relajarse, descansar,
refrescar y alistarse. ‘Alistarse’ significa comenzar a florecer donde están,
vivir en el espacio de ser, en lugar de esperar, para evitar lo que tendemos a
hacer, lo cual es pensar que nuestra alegría, paz mental y de corazón,
felicidad, amor y abundancia están en otro sitio. Escribí sobre esto en el
artículo Florezcan Antes de Seguir Adelante. Fue un aprendizaje iluminado para
mí, y para muchos de mis lectores.
Pensar que todo lo que queremos está ‘en otro lugar’ o
sucede más tarde es como estar embarazada y pensar que alguien más va a dar a
luz por nosotros. Cuando las cosas se ponen difíciles tendemos a desistir o
cuestionarse, en lugar de ver qué bendiciones podemos crear en este momento,
donde estamos. Es un proceso de
percepción, plenitud y expansión o ASOMBRO, que es la palabra clave para este
mes.
La percepción es una combinación de
aceptación de las limitaciones, lecciones y aprendizaje de donde estamos a cada
momento para luego ver un paso más allá, las nuevas oportunidades. Lo que vemos
o a lo que prestamos atención con cada nuevo ciclo de energía es una
herramienta de sanación, totalidad y avance, a menos que la utilicemos para
limitar los flujos de energía enfocándolos en el auto juicio y la
crítica.
La plenitud es de lo que trata
nuestra experiencia de sanación. Cuando nos sentimos heridos, tristes, dolidos,
lastimados y desorientados y desconectados es donde no somos plenos y nuestra
energía se utiliza para empoderar nuestro dolor. Necesitamos realinearnos con
nuestra divinidad, reconectarnos con nuestra Fuente que es interna no externa.
Pero la ‘divinidad es plenitud, no santidad’ (n. t. juego fonético en inglés –
wholeness/holiness) y necesitamos conocer nuestro dolor antes de poder sanarlo.
Si ustedes se dan un corte, ¿adonde ponen el vendaje? En la herida por
supuesto. No eligen un lugar cualquiera en su cuerpo para colocar el vendaje,
lo colocan en la herida. Si nuestro dolor es la herida, entonces la percepción
es nuestro vendaje. La percepción de nuestras heridas del alma nos indica
adonde debe enfocarse el trabajo de sanación y eso es lo que nos ayuda a sanar
y volvernos plenos.
La expansión es la polaridad de la
limitación – estamos limitados o expandidos. Podemos utilizar múltiples fuentes
de energía que se nos brindan para flagelarnos por ser tontos, ingenuos y poco
sabios o ver donde nos hemos limitado, detenido las filtraciones de energía y
expandido a la totalidad. Solamente la tercera dimensión es densa; las
dimensiones superiores son expansivas y para acceder a ella necesitamos ser
capaces de expandir nuestros campos energéticos lo suficiente.
Es un mes para colocarnos en la línea de arranque y dar
gracias por cuán lejos hemos llegado. Aunque no estemos listos para arrancar
todavía, tenemos algunas elecciones. Podemos poner en marcha nuestros motores,
hacer mucho ruido y gastar nuestra gasolina esperando que la carrera comience o
podemos florecer donde estamos, crear el contenedor para el amor, la alegría,
la paz y la abundancia que queremos vivir justo ahora (porque no va a
presentarse en algún momento futuro a menos que dejemos establecida la energía
para ello ahora) y utilicemos este para explorar nuestras opciones, para
terminar este nivel de despeje, y para expandir nuestra energía tan ampliamente
como podamos para recibir las bendiciones de nuevas frecuencias y vibraciones
que están ocurriendo ahora. Recuerden, la concentración, en lugar del músculo,
gana la carrera a la larga y cuando aprendan a florecer donde están, a florecer
en este momento, ya habrán alcanzado su meta y estarán listos para la próxima
fase de este viaje de experiencia. Tengan un mes maravilloso lleno de
asombro.
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