Si tengo un motivo para ser bueno, ¿origina bondad
eso? ¿O la bondad es algo enteramente exento; de este impulso deliberado de ser
bueno, el cual se basa siempre en un motivo? Lo bueno, ¿es lo opuesto de lo
malo, lo opuesto del mal? Todo opuesto contiene la semilla de su propio
opuesto, ¿no es así? Existe la codicia; y está, el ideal de no codicia. Cuando
la mente persigue la no codicia; cuando
trata de ser no codiciosa, sigue siendo codiciosa, porque trata de ser
«algo». La codicia implica desear, adquirir, expandir; y cuando la mente ve que
ser codiciosa no rinde provecho, desea ser no codiciosa. De modo que el motivo
es aún el mismo; o sea, el de ser o adquirir alguna cosa. Cuando la mente
anhela no desear, sigue estando allí la raíz del anhelo y del deseo. En
consecuencia, la bondad no es lo opuesto del mal, es un estado por completo
diferente. ¿Qué es ese estado?
Obviamente, la bondad carece de motivo, ya que todo
motivo se basa en el «yo», que es el movimiento egocéntrico de la mente. ¿Qué
entendemos; pues, por bondad? Ciertamente, hay bondad tan sólo cuando hay
atención total. La atención es sin motivo. Cuando existe un motivo para la
atención, ¿hay atención? Si presto atención para adquirir algo; la adquisición,
ya sea buena o mala, no es atención: Es una distracción, una división. Puede haber bondad únicamente, cuando hay
totalidad de atención; y en esa atención total, no hay esfuerzo para ser o para
no ser.
EL LIBRO DE LA VIDA de Krishnamurti
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