Por Cristina Laird
Cuando hablamos de la Cruz Cardinal,
automáticamente pensamos en algo desastroso y nos llena de miedo. En realidad
siempre que nos encontramos ante la NECESIDAD extrema de cambio, el sólo pensar
en largarnos a lo desconocido, a la NO certeza del posible resultado,
cuando nos invade el miedo. Pero la alternativa es quedarnos como
estamos. Sabiendo que lo que tenemos, lo que hacemos, la rutina diaria también
nos causa infelicidad y descontento, pero por sobre todas las cosas nos hace
sentir como que nos estamos traicionando y no estamos viviendo la mejor versión
de nosotros mismos.
Cuando esto pasa, automáticamente nos ponemos a
culpar el entorno, los otros, la política, los políticos, la crisis, él, ella,
ellos, ellas. La frustración creativa, hace que culpemos a los demás por
nuestra falta de coraje de largarnos al cambio, a lo desconocido.
Esta Cruz Cardinal que no va a actuar, sólo
esta semana, esta cruz en realidad lleva más de un año e incluso más,
confrontándonos con el hecho de que hay ciertas cosas con las que no podemos
luchar más. Hemos probado miles de forma de arreglarlo y no funciona. Algo de
lo cual aprendimos mucho, situaciones, gente, ya no nos llena ni estimula más.
Se vive como un tire y afloje interno que no
nos deja descansar y que cada vez que alguien nos pregunta: "Como
estás?" y respondemos "Bien", sabemos que se nos queda algo en
el tintero y que hay un montón de otras palabras que describen mucho mejor cómo
realmente nos sentimos que "bien".
"Bien", no tiene significado, es un
compromiso bastante pobre y todos deberíamos encontrar otra palabra aunque sea
para nosotros mismos, que describa cómo nos sentimos realmente.
A menudo, sólo encontrar la palabra que
describe nuestros verdaderos sentimientos, nos "aclara" la situación,
nos hace tomar consciencia de qué es lo que nos pasa.
Diciendo "Bien" nos estamos evitando
una confrontación, con nosotros mismos. Sin ello, no podemos salir del la nube
que nos impide ver claro.
Una de las mejores fórmulas para ayudarnos es
pensar: "cómo me siento AHORA?"
AHORA, es todo lo que tenemos. Es sólo cuando
seguimos enganchados al ANTES o nos preocupamos por LUEGO que la ansiedad
comienza.
Todos los nacionalismos que nos dividen siguen
enganchados en el ANTES. y el ANTES sólo nos encadena a los rencores, las
divisiones, el odio.
Lo más desafiante de esta Cruz y por eso es una
CRUZ, es que sentimos el impulso de producir el cambio, para liberarnos
de lo que nos oprime, pero en muchas instancias NO PODEMOS, pues en la cruz
están envueltos Urano y Plutón que son planetas generacionales y colectivos y
eso hace que las circunstancias exteriores no dependan sólo de nosotros.
Pero el cambio debe ser interno, cuando hay
algo a lo que le damos mucha importancia, ese algo tiene poder sobre nosotros,
pero si de repente pierde ese poder, por que dejamos de darle importancia, ya
hemos cambiado.
Como decía Bob Marley: "emancípate
de la esclavitud mental", porque todo lo que nos esclaviza es
mental. Son nuestros acondicionamientos, nuestras creencias, los que diseñan
nuestra realidad diaria, si logramos dejar ir de algunos de ellos, ya hemos
cambiado.
Una de las frases que debemos eliminar de
nuestro vocabulario es "NO PUEDO". No hay donde ir si se parte del
"NO PUEDO"
Siempre tenemos opciones, SIEMPRE.
La Astrología nos enseña, que todo son
"posibilidades", y nuestro libre albedrío nos permite elegir, la más
indicada para nuestro momento presente.
A menuda en la lucha contra nuestro Destino,
hace que comprendamos nuestro verdadero Destino y éste a veces no es lo que
creíamos que deseábamos, o lo que esperábamos de nosotros mismos, pero si
lo miramos con detenimiento y lo dejamos fluir con amor y dignidad comprendemos
que eso es exactamente lo que necesitábamos. Y esa es la magia de la vida.
Nuestro Destino nos tiene que sorprender, continuamente, si no hay sorpresa no
hay creatividad. Si el artista sabe exactamente como va a quedar lo que hace,
no es ARTE. La creatividad no es algo seguro ni predecible.
Usa el poder de esta Cruz para comprender tus
opciones, tus posibilidades y confía en que tu alma sabrá elegir lo que es
mejor para ti.
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